Optimista. Esa es la mejor descripción que se puede hacer del estado de ánimo actual que tiene el economista y socio de Gerens, Patricio Arrau, sobre el devenir de la economía. Tanto así que sus proyecciones para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se escapan del consenso del mercado, puesto que espera que la actividad muestre una expansión entre 3,8% y 4%, fuera de todo rango esperado. Incluso argumenta que si la reforma tributaria no se aprueba, la economía no se iría al suelo, sino que más bien el crecimiento sería del orden de 3,5%. "La incertidumbre sobre la guerra comercial se ha ido despejando, habrá acuerdo entre China y EEUU, y el resto del mundo no tendremos sorpresa. A nivel interno, vemos que la inversión sigue fuerte, y esto habla de crecimiento futuro", puntualiza.
Las perspectivas de crecimiento para el año se han ido ajustando a la baja y ya fluctúan entre 3,3% y 3,5%, ¿cuál es su escenario base para 2019?
-El crecimiento económico de este año dependerá bastante de lo que pase con las reformas. No obstante, hoy mi proyección es que la economía pueda crecer entre 3,8% y 4%.
¿Qué elementos sustentan su optimismo en su proyección?
-Si bien las proyecciones para la economía mundial se están ajustando a la baja todavía estamos hablando de estimaciones bastante positivas. Y por ello, no hay ninguna condición para que Chile no crezca a lo menos igual que el mundo. El crecimiento esperado para China de 6% es bastante bueno, si bien Europa está más débil, perfectamente podemos crecer entre 3,8% y 4%. La incertidumbre sobre la guerra comercial se ha ido despejando, habrá acuerdo entre China y EEUU, y el resto del mundo no tendremos sorpresa. A nivel interno, vemos que la inversión sigue fuerte, y esto habla de crecimiento futuro.
¿Pero el crecimiento que proyecta está condicionado a aprobación de la reforma tributaria?
-Yo estoy optimista y esperanzado de que el país no se desaprovechará la oportunidad de hacer las correcciones que la reforma necesita. Y para lograrlo debe seguir el camino de los acuerdos. Si esto no pasa, la economía no retomaría el crecimiento y nos quedaremos con un PIB más cerca de 3,5%.
¿No ve entonces un shock negativo en las expectativas si la reforma no se aprueba?
-En ningún caso vemos que la no aprobación de las reformas es un shock negativo a las expectativas. El crecimiento no llegará a 4%, sino que más se quedará más cerca de 3,5%. Es un debilitamiento, moderará el impulso de la inversión, pero no será un shock que revierte el crecimiento.
Durante la semana pasada, el propio ministro de Hacienda, Felipe Larraín, envió un mensaje de moderación de las expectativas y señaló que el crecimiento del país estaría más cerca de 3,5% que del 3,8% que ellos proyectaron en octubre del año pasado. ¿ A qué responde este cambio?
-El ministro está haciendo un trabajo razonable, que es bajar las expectativas. Su proyección es de de 3,8% y anunció que la ajustará a 3,5%. Lo hace por responsabilidad y moderación, pero estoy seguro que ni el ministro ni al interior del equipo económico se descarta que el país pueda crecer a 3,8%.
El presidente del Banco Central, Mario Marcel, señaló que no están apurados por normalizar la política monetaria. Ante este cambio de discurso, ahora el mercado ve una sola alza en la tasa de interés, ¿cuál es su análisis al respecto?
-No esperaría un alza en el primer semestre, pero no descarto dos incrementos en el segundo semestre si es que se consolidan las perspectivas de mejor crecimiento.