Nadie está pensando en el largo plazo. Repite, preocupado, una y otra vez el investigador de Cieplan y académico de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, Patricio Meller. Si bien comprende que el gobierno esté preocupado de atender la urgencia que ha provocado la pandemia del Covid 19, cree que es posible y necesario comenzar ahora a definir la estrategia de desarrollo del país. “Estamos todos arriba del transatlántico llamado Chile, pero tiene muchos conductores que manejan el timón hacia su propia dirección. Eso lo único que nos conducirá es a chocar con un iceberg”.
Meller menciona que para aportar a la discusión, Cieplan y la Universidad de Talca, lanzaron el libro La Gran Región Minera: Chile-Perú. Es el último tomo de una trilogía de textos que apunta a resaltar la importancia de los recursos naturales y las exportaciones en el desarrollo futuro del país. Fruticultura y acuicultura completan esa lista.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, ha enfatizado en la necesidad de pensar en el largo plazo. Salir del corto plazo y poner la mirada hacia los próximos 20 años, sin embargo, no hay consenso en cómo avanzar. ¿Es muy complejo fijar una hoja de ruta?
-La discusión está muy centrada en la coyuntura, en el cortoplacismo y en lo que pasa en el día a día. Es la exageración del cortoplacismo y la verdad es que nadie piensa en el largo plazo. Lo que se dice hoy es que pasada la pandemia, se debe recuperar el crecimiento. Hay consenso en eso, pero nadie dice cómo se crece, qué hay que hacer para aumentarlo.
¿Y cuál debería ser la estrategia que aplique el país?
-¿Cómo crecen los países en un mundo global y muy competitivo? Una respuesta posible a eso es a través de las exportaciones, porque constituyen un motor de crecimiento. Eso hay que poner sobre la mesa. Mirando la experiencia peruana y chilena donde se tienen ventajas competitivas en el sector minero. Hay muchos economistas planteando que para crecer hay que diversificar las exportaciones y dicen que seguimos exportando lo mismo que hace 30 años, pero eso no es efectivo. Esto se observa mirando todo lo que exportamos. Por ejemplo, la producción de cobre no es la misma que había hace 30 años. Hoy en el mundo global no solo interesa lo que se produce, sino que el cómo se produce. Hace 20 a 30 años la producción de cobre era altamente contaminante. Hoy se han ido sofisticando los distintos procesos.
Entonces, ¿por qué no se avanza en una estrategia?
-No hay una visión de país de hacia dónde queremos ir. Estamos todos arriba del transatlántico llamado Chile, pero tiene muchos conductores que manejan el timón hacia su propia dirección. Eso lo único que nos conducirá es a chocar con un iceberg.
¿Vamos directo a chocar con un iceberg?
-¿En qué vamos a tener ventajas comparativas?, ¿en qué vamos hacer competitivos? ¿Qué vamos a exportar? Para hacerlo hay que comenzar a discutir ahora en forma conjunta sector público, privado, las regiones, la academia. Hay que hacerlo ahora. Debemos definir la estrategia de desarrollo.
En los libros que han lanzado resaltan la importancia de los recursos naturales, pero enfatizan en la necesidad de mejorar los procesos productivos. ¿Este es un sector que debe estar dentro de la estrategia de largo plazo?
-Todos los recursos naturales son cruciales. Y por eso se deben producir con menos contaminantes, para que no deterioren el medioambiente. Esa es la clave para el desarrollo. Hay que ser enfáticos en decir en qué se debe incorporar la tecnología moderna. No basta con decir que es importante el futuro, hay que entrar a aterrizar cómo se genera ese futuro, y ese futuro se genera con las decisiones que se toman hoy. Mi percepción es que al gobierno se lo ha comido el cortoplacismo, con razón, porque la pandemia es gravísima, el impacto macro es gravísimo, pero ¿quién está pensando más allá del 2021?
¿Pero cómo se sale del cortoplacismo considerando la magnitud de la crisis actual?
-El propósito de los tres libros que hemos sacado es ése, pensar en el largo plazo, desde la academia. Para entender el fenómeno del crecimiento no basta solo decir que hay que aumentar la inversión, porque claro que hay que aumentar la inversión. El tema es dónde se aumenta, en qué sectores, entonces estos estudios que hicimos entregan esa información de decir cómo crece la minería, la fruticultura y la acuicultura y los salmones. Hay que plantearse la estrategia para los sectores que son el motor de la economía, aunque no les guste a varios, las exportaciones son el motor de las economías y necesitamos ese motor para seguir creciendo. Pero estos sectores tienen problemas para seguir creciendo y ahí se debe trabajar para mejorar.
¿Para potenciar el sector exportador debe haber una estrategia común o focalizada para cada sector?
-En general, importa exportar, por ello debería haber incentivos generales a las exportaciones y al desarrollo de innovación. Para exportar hoy día, hay que hacerlo con calidad, y para tener calidad implica tecnología de punta, pero también expertos que sepan utilizar esa tecnología.
Si bien el gobierno ha dicho que hay que pensar en el largo plazo, pero no se materializa con ningún hecho concreto.
-El gobierno está enfrascado en el bla-bla-bla. Cree que las cosas se arreglan hablando y solo con anuncios. Eso lo estamos viendo desde el Presidente hacia abajo. Pero las cosas no se arreglan con discursos, sino que con empuje y recursos para avanzar en una determinada dirección. Esto, además, no es solo sector público, también el sector privado tiene que hacer su aporte. Tiene que haber una alianza público-privada y academia.
¿Por qué cree que el gobierno se queda solo en los anuncios?
-Creo que hay dos cosas: la primera es que algunos les gusta solo hablar y creen que solo hablando generan rating, pero la evidencia muestra que mientras más hablan más bajan en el rating. La gente ya se aburrió de eso. La otra explicación está relacionada con pensar que el sector privado sabe dónde está la rentabilidad de los negocios y se mantienen en esa misma dirección. Pero hoy día en un mundo global lo que se está viendo es que no se puede seguir haciendo lo mismo, se tienen que subir a la tecnología 4.0 para competir con las grandes plataformas tecnológicas como China y EEUU.
¿Sin estos cambios se corre el riesgo de no alcanzar el desarrollo?
-Hace 100 años la pregunta que nos hacíamos era cuándo Chile iba a lograr ser un país desarrollado, y ahora seguimos preguntando lo mismo. Lo que me preocupa aún más es que en 100 años más nos sigamos preguntando lo mismo. La pregunta es relevante, pero hay que saberla responder y esa respuesta tiene que comenzar hoy, pero no veo que se esté haciendo. Espero que en algún momento en el tiempo seamos más maduros y tengamos un solo conductor del timón. A lo mejor nos toma 10 años, o 500 años, pero hay que ser optimistas de que lo vamos a lograr.
“Uno de los desafíos de la minería para el futuro es producir cobre verde”
-La gran región minera: Chile-Perú. Así se llama el último libro que lanzó Cieplan y la Universidad de Talca. El texto es parte de una trilogía de estudios que abordan las exportaciones de recursos naturales como foco para impulsar el crecimiento de largo plazo. “Lo que estamos presentando ahora busca poner el foco en el crecimiento de largo plazo de Chile”, dice el investigador de Cieplan Patricio Meller.
En ese sentido, añade que las exportaciones serán un sector que se debe tomar en cuenta a la hora de pensar en una estrategia de desarrollo, por ello enfatiza que se debe avanzar en la tecnologización.
“Uno de los desafíos de la minería para un futuro cercano es producir cobre verde”, dice Meller, quien explica que “para ser exitoso no hay que producir commodities, sino que descomoditizar los commodities. Esto tiene que ver con el desafío y la necesidad de moverse hacia la producción de cobre verde. Esto porque en el futuro todos los autos serán eléctricos y, por ende, la demanda estará centrada en la producción limpia, por ello van a requerir cobre verde”.
Meller argumenta que por esta razón, las compañías mineras para maximizar ganancias van a tener que escoger entre producir distintos cátodos de cobres. “Si producen 100% verde se venderá a US$5 la libra; 50% verde a US$ 3 la libra, cobre 0% verde a US$1,5 la libra”.