Mucha reflexión pero poca confrontación de ideas se había dado hasta ahora a propósito del décimo aniversario de la Crisis Financiera. Eso hasta ahora, ya que una columna del premio Nobel de Economía, Paul Krugman, rompió la calma al generar una respuesta por parte del ex presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke.
El factor que llevó a que la recesión estadounidense fuese tan profunda y la respuesta que se dio a la crisis forman parte de la discusión que enfrenta a estos dos influyentes economistas.
"Aquellos que se interpusieron en el camino de hacer lo que deberían haber hecho, han dejado, salvo raras excepciones, de enfrentar sus errores y las consecuencias", disparó Krugman en la columna publicada el 12 de septiembre por el New York Times. Bernanke hizo acuso de recibo este viernes, publicando en el sitio web de Brookings el artículo "La burbuja de la vivienda, la crisis crediticia y la Gran Recesión: una respuesta a Paul Krugman".
En la columna "Chapuceando en la Gran Recesión", el ganador de la medalla de la academia sueca en 2008 señala que "la caída de la vivienda condujo directamente a una caída dramática en la inversión residencial, suficiente en sí misma para producir una profunda recesión, y la recuperación fue lenta e incompleta", subrayando que también "destruyó una gran cantidad de riqueza doméstica, deprimiendo el gasto del consumidor en general".
Descartando que el estrés financiero fuera lo central, dado que su rápida recuperación no se condijo con una rápida mejora en la economía real, particularmente en el empleo, el Nobel crítica la reacción a la crisis.
"¿Qué deberíamos haber hecho para producir una recuperación más rápida? El gasto privado estaba deprimido; la política monetaria no fue efectiva porque estábamos en el límite inferior cero de las tasas de interés. Entonces necesitábamos expansión fiscal, una combinación de gastos y recortes de impuestos", indica.
Ante esta crítica que lo alude personalmente, siendo el presidente de la Fed durante la crisis y buena parte de la recuperación, Bernanke parte por cuestionar el razonamiento de Krugman respecto a que el colapso del sector inmobiliario fue el gran responsable de la debacle.
Si bien reconoce que fue un factor "precipitante clave" de la crisis, para él lo más dañino fue el "pánico financiero de amplia base", el cual "ahogó el suministro de crédito, empujando a la economía hacia un declive mucho más severo".
El ex banquero central destaca que la evidencia que respalda su tesis es que "los indicadores de pánico, incluidos los fuertes aumentos en los costos de financiamiento para las instituciones financieras y los rendimientos de los activos no hipotecarios son claramente mejores predictores del momento y la profundidad de la recesión que las variables relacionadas con la vivienda", lo cual forma parte de las conclusiones de su paper "Los reales efectos de la crisis financiera", publicado este mes.
Hecha la diferencia, Bernanke también cuestiona el análisis donde Krugman atribuye a la errada respuesta a la crisis, la lenta recuperación que experimentó Estados Unidos. Desde el punto de vista del ex banquero central eso obedeció a "al desapalancamiento de los hogares y las empresas expuestas al sector de la vivienda".