La presidenta ejecutiva de Espacio Público, Paula Benavides, llama a los consejeros constitucionales a tener responsabilidad en este nuevo proceso, y alerta sobre la polarización que podría producirse dado el triunfo del Partido Republicano. “Por sentido de responsabilidad todavía es posible construir acuerdos y desbloquear reformas que son necesarias. Para eso será fundamental que los sectores más dialogantes logren articular caminos de acuerdos con sentido de urgencia y considerando que la demanda por estos acuerdos ha sido una constante desde el proceso anterior”, afirma la economista.

¿Cuál es la primera lectura que hace de los resultados de las elecciones? ¿Le parecieron sorpresivos?

Los resultados anticipan una elevada polarización y potenciales espacios de veto, lo que me parece que es una fuente de gran incertidumbre. La polarización va a dificultar lograr acuerdos amplios en el proceso constituyente y su aprobación en el plebiscito. Eso es complejo, porque el país necesita cerrar esta etapa con un nuevo pacto social donde se aborden especialmente los problemas de legitimidad y gobernabilidad del sistema político, que son el mayor reto que tenemos hoy.

¿El triunfo mayoritario de los republicanos afecta el lograr acuerdos en los proyectos que hoy se discuten en el Congreso?

Con el fortalecimiento de las fuerzas más extremas también será más difícil la construcción de acuerdos legislativos y la posibilidad de avanzar en políticas públicas en las que estamos estancados como pensiones, salud o tributaria. No obstante, por sentido de responsabilidad, todavía es posible construir acuerdos y desbloquear reformas que son necesarias. Para eso será fundamental que los sectores más dialogantes logren articular caminos de acuerdos con sentido de urgencia y considerando que la demanda por estos acuerdos ha sido una constante desde el proceso anterior.

¿Esos sectores más dialogantes serían de centroderecha y centroizquierda?

Efectivamente, son aquellos sectores que han mostrado un compromiso más profundo con el proceso constituyente y una apertura más dialogante los deberían tener un rol especialmente importante en esta etapa.

¿Y eso lo ve probable?

Creo que hoy día es fundamental que haya un sentido de responsabilidad y tener presente los riesgos y las implicancias que tiene un potencial rechazo de la nueva Constitución. Teniendo eso en consideración, creo que es posible la construcción de acuerdos y que se desbloquen reformas que son necesarias.

¿Esta votación adversa para el gobierno puede afectar el avance y el diseño actual que tienen las reformas de pensiones y tributaria que se discuten en el Congreso?

El principal desafío es no repetir los errores del proceso anterior. Para eso no se puede buscar imponer mayoría que han mostrado ser circunstanciales y debiésemos ser capaces de reconocer el valor profundo que tiene integrar las distintas miradas que conviven en Chile. La Constitución debiese proponer una cancha amplia, dejando abierto los espacios necesarios para el debate democrático y habilitando al legislador para regular y definir las políticas públicas con reglas que faciliten la construcción de acuerdos. Los distintos sectores no debieran olvidar que las razones detrás del estallido no han desaparecido y que el status quo no es la solución. Se necesitan reformas profundas en políticas públicas y económicas, y esa tarea es de todos. No encararla, creo que es un terreno fértil para las opciones populistas.

Y en cuanto a las reformas que están en curso, ¿el gobierno se verá forzado a modificarlas aún más dada la nueva correlación de fuerzas políticas?

Aquí hay una responsabilidad mayor del Ejecutivo de conducir con pragmatismo esos acuerdos. Es posible hacerlo. El acuerdo que se logró con 40 horas laborales muestra que con voluntad política los acuerdo son posibles. Me parece que en pensiones se puede lograr, ya que las distintas visiones que se han expresado son compatibles y pueden coexistir en esquemas mixtos. Por ejemplo, en salud, que es otro ámbito crítico, es esencial que se despeje una ley corta para que entregue protección a la población tanto en lo financiero como en las prestaciones de salud por la crisis que atraviesa el sistema privado y los impactos sistémicos que pudiera tener.

¿En pensiones cree que se pueda lograr acuerdo dado que las posturas entre el gobierno y la oposición están bastante distantes?

Para que se logre avanzar en pensiones es necesario, primero, un acuerdo a nivel de los partidos políticos para ordenar ese proceso y discusión. Después será fundamental que se acuerden algunos objetivos de la reforma para que en la discusión más detallada se permita llegar a un diseño que tenga coherencia sistemática y, sobre todo, hay que tener flexibilidad con los instrumentos.

Este resultado, si bien no es una evaluación del gobierno, ¿ es un mal resultado para las reformas que están en curso?

Más allá de la evaluación política, los desafíos más importantes están en culminar el proceso constituyente, sobre todo haciéndose cargo de los problemas de legitimidad del sistema político y lograr avanzar en las principales reformas que están en el debate legislativo con los acuerdos que sean necesarios para ir despejando la incertidumbre que tenemos y reencauzar un proceso que sea compatible con un desarrollo sostenible e inclusivo.

La posibilidad de que este proceso se rechace nuevamente, ¿cómo le puede afectar a la economía y las expectativas?

Estos escenarios de polarización son complejos, porque a mediano y largo plazo aumentan la inestabilidad política y en general dificultan la reducción de la pobreza y la desigualdad. Por eso es tan importante que se encaren estos desafíos de la polarización y se logre avanzar tanto con el proceso constituyente como las reformas que están discutiéndose en el ámbito legislativo.

¿Lo que se redacte tiene que ser amplio y dejar la especificación para lo legislativo?

Ese es el gran reto: no repetir lo realizado en el proceso anterior y en particular en el ámbito legislativo el gobierno tiene una gran responsabilidad de convocar y conducir políticamente los acuerdos con pragmatismo. Creo que es necesario que el Ejecutivo ordene la discusión técnica que estamos teniendo con un trabajo sistemático y reforzando la capacidad de implementación de las reformas, para así dar respuestas asertivas a las personas.