Mirando fijamente hacia la cámara y con un par de guantes de boxeo naranjos en ambas manos, un grupo de once autoridades, entre ellos parlamentarios, líderes sindicales y precandidatos presidenciales, se sumaron a la campaña Pega Chile Pega, una iniciativa que reúne a diversos sectores en torno a un objetivo en común: mostrar que existe consenso respecto al trabajo urgente que amerita la reactivación del empleo en el país.
Hace una semana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reveló la pérdida de 63.019 puestos de trabajo entre marzo y mayo de este año respecto al trimestre anterior. Y este jueves la encuesta de empleo del Centro de Estudios y Encuestas Longitudinales de la UC correspondiente a junio informó la disminución de 209 mil puestos de trabajo en ese mes. Sin embargo, pese a que las ofertas laborales se han disparado en los últimos doce meses, las postulaciones han caído más de un 80%, lo que parece incomprensible en medio de un complejo escenario laboral.
Hay quienes apuntan a una falta de entendimiento respecto al comportamiento de los grupos de menores ingresos, la reconfiguración del mercado laboral y el posicionamiento de éste en el centro de las políticas públicas, como una de las posibles respuestas. De hecho, es justamente a esta brecha donde apunta la iniciativa impulsada por Fundación Emplea, surgida a partir de la elaboración de un estudio para la activación laboral de los grupos excluidos, en conjunto con los economistas Andrea Repetto de Espacio Público, David Bravo del Centro UC de Encuestas, y el director OIT Cono Sur, Fabio Bertranou.
Tras el lanzamiento del informe, según cuenta Ricardo Délano, director ejecutivo de la fundación perteneciente al Hogar de Cristo e integrante de la Mesa para la Creación de Empleos Formales, se dieron cuenta -a su juicio- de que pese a las ayudas sociales que entrega el gobierno, el tema no figura como prioritario en el centro del debate, ni tampoco en el programa de los precandidatos presidenciales, por lo que decidieron hacer algo al respecto.
“Hay gente que dice que el trabajo es la fuente de recuperación de Chile y que es lo que nos va a ayudar a promover un país más justo, más digno. Pero nadie habla de las 2 millones de personas sin trabajo, informales, con un nivel de inestabilidad y precariedad brutal. Nadie habla de que la tasa de desempleo debería ser casi del 20% y no un 10%, porque no son temas atractivos”, sostiene Délano.
De esta manera, Fundación Emplea elaboró una campaña y la extendió hacia diversos sectores, logrando la buena recepción de diferentes autoridades como la presidenta del Senado, Yasna Provoste; la senadora e integrante de la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta, Carolina Goic; la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Silvia Silva; y los ministros de Trabajo y Desarrollo Social, Patricio Melero y Karla Rubilar.
Pero no fueron los únicos, pues los precandidatos candidatos a La Moneda Ignacio Briones, Mario Desbordes, Joaquín Lavín, Sebastián Sichel y Paula Narváez, también se sumaron a esta iniciativa, con el objeto de demostrar, según señala el director de Fundación Emplea, que la crisis del mercado laboral es un tema de interés transversal que no tiene color político.
“Este es un tema que a todos nos concierne, es un tema común. No es posible que solo hablemos de empleo cuando se publique la tasa de desempleo todos los meses, o cuando se discute el sueldo mínimo una vez al año. Falta meterse la mano en el bolsillo y poner el discurso de la voluntad”, dice el director ejecutivo de la fundación.
Intermediación laboral como eje clave en la reactivación del empleo
A fines de junio, el INE dio a conocer un informe en el cual reveló que el número de ocupados en el país respecto al trimestre móvil marzo - mayo de este año alcanzó las 8.041.110 personas, lo cual si bien puede mostrar signos de recuperación, aún deja a cerca de un millón de puestos de trabajo perdidos ¿Qué ocurre con esas personas? Según explica Délano, existe una gran fuerza laboral que, a diferencia de las declaraciones de algunos líderes gremiales, en las que afirmaban que la gente no quería trabajar, sí desean un empleo. El problema, según plantea, es que no han contado con el apoyo y acompañamiento suficiente para “subirse” a este vehículo que es el trabajo.
“Hoy más de un millón de mujeres quiere trabajar y no puede. Y tiene el talento, las ganas, las necesidades y el interés, pero no pueden porque tienen a los niños en las casas”, indica, pues si bien existen beneficios como “las capacitaciones que hace el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), que son 30 mil al año, los subsidios para las empresas y la contratación, y una bolsa nacional de empleo”, cree importante robustecer el sistema de empleo nacional a través del fortalecimiento de un pilar fundamental como es la intermediación laboral.
“Cuando un gerente es desvinculado de una compañía, le pagan un plan donde hay un psicólogo que lo ayuda a rearmar sus redes, mapear donde están las oportunidades laborales que calzan con su perfil, y es una persona que tiene treinta años de trayectoria ejecutiva, estudios de posgrado y ahorros. Si una persona así recibe esa atención, ¿cómo no vamos a tener ese nivel de acompañamiento para empoderar y motivar a aquellas personas que no trabajan, para que puedan acceder a uno?”, plantea.
Antes eso proponen, entre otras medidas, una especie de consultoría de Recursos Humanos provista por el Estado como “base de la pirámide del sistema laboral” y que permita a las personas más vulnerables disponer de un plan que valorice sus gustos, intereses, habilidades y aptitudes, y las acompañe en el proceso de postulación, desde la elaboración del currículum vitae, hasta la manera en cómo se muestran a sí mismas frente a una oportunidad laboral.
Según relata Délano, su trabajo en la fundación le ha permitido conocer de cerca la realidad de muchas mujeres sin estudios, que han sido dueñas de casa durante toda su vida y que dudan de las opciones reales que tienen, automarginándose del mercado laboral. “Son mujeres que son economistas, psicólogas, psicopedagogas, emprendedoras y hacen todo. Pero no se ven usando un uniforme. Alguien tiene que tomarla de la mano y decirle: usted tiene las posibilidades, las ganas, interés y talento. Nosotros vamos a poner en valor todo eso, vamos a mapear y la vamos acompañar para que usted conecte. Y cuando conecte, que vuele con alas propias”, explica.
“Hoy hay trabajo, y quizá el empleo al que mucha gente opta cambió, hay mucho tema digital. Y tenemos que hacer que los grupos vulnerables que quieren trabajar tengan herramientas, oportunidades, acompañamiento, diagnóstico para lograr conectar con esas oportunidades. Hay que poner las fichas, voluntad y recursos en activar este sistema, porque el mercado no se ajusta solo”, finaliza.