En casi tres años ha disminuido la edad promedio de jubilación en Chile desde 1983 a la fecha. Si bien la edad legal para pensionarse se ha mantenido fija desde la implementación del sistema previsional en 1981 -a partir de los 65 años para los hombres y 60 para las mujeres-, en 1983 las edades promedio de nuevos pensionados fueron 69 (hombres) y 64 (mujeres). Desde entonces, las cifras han tenido una tendencia a la baja y en 2020 llegaron a 66 y 62 años, respectivamente.
Así lo reflejan datos publicados por la plataforma “Chile en 30 años: desde el regreso a la democracia al estallido en datos”, lanzada por Unholster en alianza con La Tercera.
La iniciativa busca exponer información y estadísticas nacionales que permitan generar un relato basado en datos del Chile de las últimas tres décadas con el fin de contribuir a reforzar el debate público a través de información dura y objetiva en diversas materias. Una de ellas es el tema de las pensiones, que ha estado en el centro de las demandas ciudadanas, y sobre el cual el gobierno busca impulsar una nueva reforma.
De acuerdo a las cifras de la empresa de big data -basadas en información de la Superintendencia de Pensiones-, las cifras anuales de retiro se estabilizaron en la última década: desde 2014 no volvieron a superar los 66 años para los hombres. En el caso de las mujeres, en tanto, la tendencia entre 2014 y 2020 es similar a la observada en hombres y, en promedio, las nuevas jubiladas no han sobrepasado los 62 años durante ese periodo.
Sin embargo, se observó un fenómeno diferente entre 2009 y 2013: las mujeres en edad de jubilación se pensionaron a los 67 años en ese periodo, en vez de a los 62, como era la tónica entre 1990 y 2020. De hecho, tuvieron cifras récord de 70,3 y 70,9 años en 2010 y 2011.
La razón, explica el director de Data Science de Unholster, Cristóbal Huneeus, puede estar relacionada con el efecto que tuvo la reforma previsional de 2008 -promulgada en el primer gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet- y el llamado Bono por Hijo Nacido. Al incluirse este beneficio, detalla, muchas mujeres que no habían podido jubilarse lo hicieron en esa oportunidad, subiendo la edad promedio en ese momento específico y luego volvió a la tendencia normal.
Esperanza de vida
Por otra parte, Huneeus plantea que uno de los puntos sobre los cuales hay que poner atención es la esperanza de vida en el debate en materia de pensiones. Si bien dice que es un tema “políticamente difícil”, también es una decisión “necesaria”. “Ha subido la expectativa de vida de forma muy importante en los últimos 35-40 años y va a seguir subiendo, por lo tanto, la edad de jubilación debería subir”.
“Para que una reforma de pensiones sea sustentable todos tienen que poner de su parte: el Estado, con más recursos; las empresas, con mayor cotización, y los trabajadores, extendiendo los años de trabajo. Obviamente siempre con gradualidad y anunciando con mucho tiempo de anticipación, y acompañado también con medidas del mercado del trabajo para que las empresas se puedan adaptar a que las personas de mayor edad puedan trabajar”, añade.
En tanto, la presidenta ejecutiva de Espacio Público e integrante del Consejo Consultivo Previsional, Paula Benavides, asegura que “es un tema que tendremos que abordar en algún momento, pero creo que para habilitar esa discusión es necesario primero tener un sistema valorado por las personas, con legitimidad, y para ello hay que hacerse cargo de los muchos desafíos que enfrenta”. Concuerda que, de lograrse un acuerdo amplio, podría analizarse el tema con las “transiciones y gradualidades” necesarias.
Menos afiliados en 2023
Respecto al escenario actual, según un reciente informe de Ciedess -ligada a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC)- el número de nuevos pensionados de vejez en el inicio del 2023 (enero y febrero) presentó una caída de un 13,9% respecto al mismo periodo de 2022. El estudio reportó que en los primeros meses de este año hubo 25.721 nuevos pensionados en comparación a los 29.879 de enero y febrero de 2022.
Un fenómeno que, a juicio de Huneeus, puede deberse a distintos factores que actúan al mismo tiempo, como la reforma de pensiones y la discusión del sexto retiro. “Creo que la gente está esperando a ver qué está pasando con las variables que les pueden afectar en su momento de jubilación (...) mucha gente está siendo más cautelosa”, afirma.
Por su parte, Benavides asegura que “es un fenómeno que hay que mirar en perspectiva. Primero, las personas postergaron su jubilación durante la pandemia y en la época de los retiros de fondos, por lo que, en 2020 y 2021, el número de pensionados mensuales estuvo muy por debajo de la tendencia. Luego, en 2022, las jubilaciones aumentaron fuertemente, ya que quienes habían postergado esa decisión se jubilaron, lo que se sumó a los flujos habituales. En 2023, en cambio, estamos viendo una normalización en el número mensual de jubilados, en línea con las tendencias prepandemia”.