El gobierno de Perú está buscando inversionistas para mejorar algunas de las peores infraestructuras en América del Sur y al mismo tiempo proporcionar un impulso a su cada vez más debilitada economía.

El país presentará el próximo mes un plan a cinco años para desarrollar 60 proyectos que requieren una inversión de 90.000 millones de soles (US$27.000 millones), según el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva.

Las obras estimularán la actividad de construcción en el corto plazo e impulsarán el crecimiento anual de Perú en 1 punto porcentual en el mediano plazo, asegura.

"Hemos tenido muchos años con crisis económica donde no hemos invertido nada. Todavía tenemos una brecha muy grande por cerrar", dijo Oliva durante una entrevista en el Ministerio de Economía y Finanzas en Lima.

El plan tiene "efecto en el corto plazo porque se mueve la construcción, pero el objetivo principal es incidir en el PIB potencial".

El país está tratando de reactivar la inversión en infraestructura, descarrilada en 2017 por el escándalo de sobornos en todo el continente que involucró a la constructora brasileña Odebrecht SA.

A pesar de haber hecho algunos avances antes del escándalo, todavía tiene que compensar años de inversión insuficiente para aprovechar todo el potencial de la economía, afirma el ministro.

Perú tiene las peores carreteras de Sudamérica después de Paraguay y Bolivia y se encuentra entre los más pobres en infraestructura general en el continente, de acuerdo con el índice de competitividad de 2018 del Foro Económico Mundial. Se necesita US$160.000 millones para cerrar su déficit de infraestructura, según estimaciones de la Asociación de Fomento de Infraestructura Nacional.

Expertos del gobierno del Reino Unido asesoraron a Perú sobre el plan de infraestructura, según el ministro. El gobierno del reino Unido ayudó a construir las instalaciones para los Juegos Panamericanos que Lima albergará el próximo mes.

Primer paso

Oliva declinó enumerar los proyectos, en vista de que el plan aún no es público. Algunos proyectos se construirán con dinero público, otros serán asociaciones público-privadas o serán financiados en su totalidad por las empresas que construyen la infraestructura. Muchos de ellos se construirán bajo la supervisión de empresas especializadas en la gestión de proyectos para evitar retrasos.

"Es un primer paso. Tenemos que consolidar la institucionalizad, tenemos que dar una señal al mercado", dice el ministro, y agrega que el próximo paso será un plan a más largo plazo.

El impulso de la infraestructura de Perú puede ayudar a levantar el sentimiento empresarial, el cual se ha visto afectado por las tensiones del comercio mundial y una caída en el precio del cobre, el mayor producto de exportación del país.

El crecimiento económico se desaceleró en el primer trimestre y se estancó en abril, principalmente debido a la disminución de la producción minera y pesquera y la caída del gasto público por parte de las autoridades locales. Oliva afirma que la desaceleración debería ser temporal, aunque el gobierno está evaluando medidas para estimular el crecimiento si los datos de mayo y junio no muestran una mejora.

"Estamos convencidos de que el segundo semestre va a ser bastante mejor que el primero. Eso no descarta eventualmente que haya alguna medida transitoria de respuesta de política", dice. El crecimiento económico de alrededor de 4% interanual en el segundo semestre llevará el crecimiento de todo el año a 3,7%, inferior a un pronóstico anterior de 4,2%, asegura.