Primero fue un emotivo tuit de que él y su esposa se divorciarían tras 25 años de casados. Luego un tabloide reveló que tenía un amorío y publicó textos y fotos de él con su amante.
Como si eso no fuera distracción suficiente, ahora Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo y director general de Amazon, acusó al tabloide National Enquirer en una publicación de blog de intentar extorsionarlo al amenazar con publicar más fotos íntimas al menos que suspenda una investigación sobre cómo el medio las obtuvo.
Sin embargo, a pesar de todo el drama personal, analistas y expertos no prevén que tenga mayor impacto en Amazon, la compañía que Bezos dirigió de ser una librería en internet hace dos décadas a un gigante mundial.
Michael Pachter, analista en Wedbush Securities, calcula que el impacto en la compañía será de 0,000%.
"Estoy seguro que no le importará a los inversionistas, dijo.
Otros señalan que Bezos ha logrado balancear sus responsabilidades al mando de una de las tiendas más grandes del mundo mientras hace malabares con otros objetivos: dirigir la compañía de exploración espacial y ser propietario del The Washington Post, uno de los periódicos más influyentes del país.
Amazon tiene una alineación estable de ejecutivos longevos que dirigen cada una de sus líneas de negocio, lo que muy probablemente mantenga tranquilos a los inversores.
Aun así, eso no ha evitado que el Enquirer cuestione si Bezos puede supervisar eficazmente su compañía.
"Todos estos mensajes (de texto) generan serias interrogantes sobre el juicio de Bezos como director general de la compañía más valiosa del mundo", dijo el tabloide en el artículo del 24 de enero.
Amazon, basada en Seattle, se negó a comentar sobre Bezos. Las acciones de la compañía no se vieron demasiado afectas, cayendo 1,6% al cierre de la bolsa el viernes.
Mientras tanto, American Media Inc., la empresa dueña de Enquirer, disputa las afirmaciones de Bezos de que utilizó la extorción y chantaje para publicar su artículo y dijo que "actuó legalmente".
Las indiscreciones de Bezos han sido consideradas más un asunto personal que uno relacionado con la compañía, a diferencia del director general de Tesla, Elon
Musk, cuyo comportamiento, por ejemplo, ha causado que las acciones del fabricante de autos suban y bajen.