La guerra comercial se interpuso en el camino ascendente del cobre, revirtiendo el avance que registraba en el año hasta dejarlo con una baja acumulada de 15,22%. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para suprimir las perspectivas futuras que tiene el Citi para el metal rojo.

En un reciente informe, si bien el banco estadounidense admite que desde los actuales US$2,752 la libra podría seguir la baja hasta un piso de US$2,722 (o US$6.000 la tonelada, que es la métrica utilizada en el informe), apuesta por una proyección a largo plazo de US$3,402, incluso superior a su previsión anterior de US$3,175.

"Prepárense para diez años donde el Dr. Cobre tomará esteroides", escribieron los analistas, entre ellos Max Layton y Tracy Liao, en una nota difundida entre sus clientes. Más específicamente, la entidad anticipa que el promedio de precios anuales ascienda a US$3,629 en 2022 y supere los US$4,082 para 2028, de acuerdo a su escenario de base.

"En los próximos diez años, el cobre presentará un rendimiento superior al de la mayoría de las materias primas que cubrimos debido a la falta de crecimiento del suministro de las minas", agregaron.

Desde el punto de vista del Citi, el efecto de la guerra comercial será algo transitorio, mientras que pesa más en las perspectivas del cobre las crecientes dificultades y el encarecimiento de su extracción.

"Miramos los fundamentos a largo plazo del mercado de cobre más allá de la posible guerra comercial, y concluimos que los precios actuales, de US$6.200 por tonelada (US$2,812 la libra), no son ni por asomo lo suficientemente altos como para permitir que se despeje el mercado", precisaron.

La positiva perspectiva de Citi para el cobre, que suele considerarse un barómetro de la salud económica mundial, coincide con la de otros analistas y mineras que anticipan una escasez de oferta. Esto, ante el creciente apetito por el metal, impulsado por el auge de la energía renovable y los vehículos eléctricos.

De hecho, en Bloomberg Intelligence creen que la demanda puede seguir creciendo a un promedio anual de 2,7% hasta 2030 siendo el sector de nuevas energías y los vehículos eléctricos los que aportarán la mayor parte del incremento.

"La paralización general del desarrollo de proyectos que estamos observando comenzará a pesar en el mercado y empezaremos a ver que la oferta queda muy por debajo de pronósticos de demanda que son relativamente conservadores", indicó Daniel Hynes, estratega sénior de materias primas de Australia & New Zealand Banking, en entrevista con Bloomberg. "Sigo siendo bastante positivo respecto al cobre en el largo plazo, pero ya en el corto plazo comenzamos a observar que algunos valores e inquietudes por la guerra comercial son exagerados".

Según Citi, este mismo año comenzará un largo período de déficit de cobre en el mercado. Aunque, de todas maneras deja consignado un riesgo que no está en su escenario base: el de una "guerra comercial total", marco donde el metal rojo caería bastante más antes de volver a subir.