La moneda de Argentina, el peso, se derrumba este miércoles a niveles mínimos históricos golpeado por una persistente dolarización de carteras ante la desconfianza en la economía local y por una mayor aversión al riesgo global por temores a una desaceleración de la economía mundial.

Operadores afirman que la persistente alza en la tasa de interés que diariamente convalida el banco central argentino (BCRA) para frenar la presión cambiaria no alcanza para dar tranquilidad al mercado.

"El derrape de monedas regionales confluye con factores locales para potenciar la dolarización de carteras y presionar sobre la cotización del dólar en el mercado doméstico", dijo un operador cambiario.

El peso en la plaza mayorista cayó un fuerte 2,85%, a 43,87 por dólar anotando un valor mínimo histórico. En lo que va de marzo la moneda trasandina pierde un 10,83% y se derrumba un 14,17% en 2019.