La corrida cambiara transandina no ha bajado su intensidad y ayer vivió otro episodio de terrero. El dólar abrió al alza y tocó un máximo de 29,52 pesos argentinos, sin embargo la intervención del central evitó que siguiera ascendiendo y finalmente cerró en 28,92, lo que igualmente califica como su máximo histórico.
Con la baja de 6,56% que anotó en la semana, la divisa transandina acumula un descenso en lo que va del año de 35,72%, el más pronunciado en el mundo.
Los US$100 millones diarios que subasta el banco central, por cuenta del Ministerio de Hacienda y con los fondos del FMI, no han logrado frenar la caída, tomo el incremento hasta US$150 millones del jueves o el de US$300 millones de ayer, aunque este último sí impidió una debacle mayor de la moneda local.
El director financiero de Banco CMF de Argentina, Juan José Ciro, explica que la presión para el ARS se debe a un conjunto de factores que generan un clima de desconfianza entre los inversionistas, y que además dan los primeros indicios de un periodo de recesión.
"Dado la dependencia de la economía Argentina al inflow proveniente de las inversiones, al desaparecer esto, solo queda el gobierno para satisfacer la demanda de dólares", detalla Ciro.