La última escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China causó estragos en los mercados financieros a nivel global durante mayo. La mayoría de las bolsas cayeron, algunos commodities se desplomaron y las monedas emergentes sucumbieron ante el dólar. En el caso chileno, se sumó la visión más expansiva del Banco Central.
El mercado chileno fue uno de los más golpeados, con el IPSA cayendo 4,9% a un día de que cierre el mes. Sin embargo, el mayor impacto recayó sobre la moneda local, ya que el peso se depreció 4,6% ante el dólar, siendo la moneda que más perdió valor ante la divisa estadounidense en el mundo. Además, hasta ahora es el peor mes para el peso desde octubre de 2018.
De este modo, el tipo de cambio acumula un incremento en el mes de $32,6 hasta $709,5, su nivel más alto desde febrero de 2016.
Pero el peso chileno non sólo perdió frente al dólar, sino también contra las principales monedas de Latinoamérica: el peso argentino escaló 4% ante el chileno; el peso mexicano un 3,7%; el real un 3,2%; el sol peruano 3%, y el peso colombiano un 0,8%, de acuerdo a datos de Bloomberg.
¿Se justifica?
Los expertos coinciden en que ha habido una sobrerreacción ante algunos factores que, si bien afectan a la moneda, no debieran hacerlo tanto.
"Claramente hay un efecto "risk off" que ha tenido impacto en todos los mercados del mundo. Creo que Chile, dados los fundamentos internos y variables relevantes, está bastante castigado respecto a sus pares", explicó Eduardo Kutscher, jefe de la mesa de dinero de Tanner Investments.
Según Luis Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica, "la mayor parte de la depreciación es producto de la guerra comercial y su efecto nocivo sobre el crecimiento global, particularmente chino, lo cual coloca en jaque el precio de commodities como el cobre y eleva el sentimiento de aversión al riesgo que impulsa a los inversionistas a vender activos riesgosos y refugiarse en activos seguros".
Lo anterior, destacó Alarcón, tiende a afectar más a países muy expuestos a la economía global, como Chile. Añadió que otros factores a los cuales se ha sobrerreaccionado fue la señal del Banco Central de que vuelve a considerar una baja en la tasa de interés y, ligado a ello, el debilitamiento de la economía local.
Desde que Donald Trump anunció la aplicación de nuevos aranceles contra China, el 5 de mayo, el precio del cobre ha retrocedido 5,8% hasta US$2,64 la libra.
Esto se ha retroalimentado con que las apuestas de inversionistas extranjeros contra el peso se han elevado a niveles históricos por sobre los US$27.000 millones.
La posible trayectoria
Pese a la racha alcista que ha mostrado el tipo de cambio en las últimas semanas, su futuro es incierto. Las estimaciones de 12 bancos de inversión internacionales recogidas por Bloomberg van desde los $650 hasta los $725 para el tercer trimestre de 2019, y para fin de año fluctúan entre $640 y $740.
Para Kutscher, lo que marcará la trayectoria del dólar ante el peso será cuánto tiempo más dura el "tira y afloja" entre China y Estados Unidos. "De mantenerse sin avances las negociaciones y aún más con la probabilidad de que empeoren las condiciones, el dólar podría perfectamente seguir subiendo", dijo.
Por su parte, Alarcón sostuvo que "creemos que hay espacio en el corto plazo para que el peso retroceda hacia niveles de $680-$685, para posteriormente retomar una tendencia depreciativa ante una economía de EE.UU., que si bien podría bajar la tasa, seguirá presentando el crecimiento más robusto entre las economías desarrolladas".