Con el decreto que solicita la renuncia al fiscal del Ministerio de Obras Públicas, MOP, el Presidente Sebastián Piñera ocupó los 12 cargos que por mandato legal tenía facultad de cambiar en el primer nivel jerárquico de la administración pública.
De acuerdo con altas fuentes de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), la última "bala de plata" como se le denomina a esta facultad, fue utilizada para reemplazar a Alvaro Villanueva, quien desde 2015 ejercía en ese cargo en el ministerio que encabeza Juan Andrés Fontaine.
El anterior había sido la petición de renuncia al Tesorero General de la República, Hernán Frigolett, quien había asumido por concurso público hace menos de un año, y por ende le restaba mantener ese liderato por casi todo este gobierno.
El primer puesto en ser informado fue el de director Nacional del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), Marcelo Mosso. En el ámbito económico, el Presidente decidió renovar cinco cargos: el director ejecutivo del Servicio de Evaluación Ambiental, Hernán Brucher; la mayor autoridad de la Dirección del Trabajo (DT), Mauricio Peñaloza; el director del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), Carlos Recondo; la máxima autoridad del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), Lucas del Villar, y al director del Instituto Nacional de Estadísticas, Guillermo Pattillo.
Los otros nombramientos fueron Susana Tonda, en el Servicio Nacional de Menores (Sename); el director de Comisión Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), Jorge Retamal; el director del Instituto Nacional de Deportes de Chile, Renato Palma; el superintendente de Educación, Sebastián Izquierdo.
Cabe recordar que las últimas modificaciones a la Ley 20.955 limitaron la posibilidad que tenían los nuevos gobiernos de nombrar personalmente los cargos más altos de la administración pública, con el fin de profesionalizar este servicio. Por ello,el Mandatario tiene la potestad para seleccionar sólo 12 jefes de servicio en los primeros tres meses.
No obstante, puede solicitar la renuncia a los restantes, aunque no puede nombrar a sus sucesores, sino que debe solicitar que el Sistema de Alta Dirección Pública (ADP) convoque a un concurso público para llenar esa vacante, como sucedió por ejemplo con el director de InvestChile, Carlos Alvarez, a quien se le solicitó la renuncia y se abrió una postulación pública.