La petrolera estatal Petrobras, considerada la "joya empresarial" de Brasil, cerró 2018 con un beneficio neto de unos US$ 6.915 millones, por lo que volvió a brillar después de cuatro años de pérdidas anuales consecutivas.

Solo en 2017 la petrolera registró unas pérdidas por unos US$ 120 millones, de modo que el buen desempeño de 2018 pone fin a un "doloroso ciclo" marcado por el gigantesco escándalo de corrupción destapado en el marco de la operación Lava Jato, que conllevó a una profunda crisis económica en la petrolera.

En los últimos años, los resultados de la empresa se vieron afectados sobre todo por los acuerdos que cerró con la Justicia de Estados Unidos para que se extinguiera algunos procesos judiciales abiertos por inversores de ese país tras las corruptelas destapadas en el seno de la mayor empresa de Brasil.

En un comunicado enviado al mercado, el presidente de la estatal, Roberto Castello Branco, consideró que los acuerdos alcanzados y la venta de la refinería estadounidense de Pasadena, cuya adquisición se transformó en un "símbolo de la corrupción", marcan el fin de "un ciclo doloroso para Petrobras, sus accionistas, colaboradores y para la sociedad brasileña".

En los doce meses del año pasado, los ingresos de la petrolera sumaron unos US$ 93.755 millones, lo que representa un aumento de un 23% respecto a los US$ 76.037 millones registrados en 2017.

Asimismo,el beneficio operacional ajustado (Ebtida) de la compañía se situó en los US$ 30.783 millones en 2018, un aumento de un 50% respecto al año inmediatamente anterior y que supone un récord histórico.

Los buenos resultados fueron impulsados por la mejora del lucro operacional y del resultado financiero, la reducción de la deuda, la depreciación de la divisa brasileña frente al dólar y el aumento del precio promedio del barril de petróleo Brent.

"El desempeño de Petrobras en el año que pasó (2018) fue indiscutiblemente el mejor en muchos años, lo que incluye la obtención de algunos récords históricos" y la "interrupción de cuatro años consecutivos de perjuicios", señaló Castello Branco, citado en el informe.

Con respecto al flujo de caja libre, la empresa alcanzó en 2018 los US$ 14.634 millones, una marca inédita que representa un volumen un 24% superior al registrado en 2017.

Asimismo, la remuneración total de los accionistas será de US$ 1.903 millones, lo que supone el pago de US$ 0,06 por acción ordinaria y US$ 0,24.

No obstante, Petrobras reconoció que aún mantiene una "elevada" deuda bruta, que asciende a los unos US$ 87.610 millones , aunque haya disminuido un 10% frente a los US$ 96.886 millones registrados a finales de 2017.

Por eso, se comprometió a "actuar simultáneamente" tanto para la "reducción de la deuda" como para el "crecimiento del flujo de caja" a través del "aumento de la producción y recorte de costes".

En materia de producción de crudo y gas natural, Petrobras cerró 2018 con unos 2,63 millones de barriles de petróleo equivalente por día, pero confía en que la producción aumentará hasta los 2,8 millones de barriles de petróleo equivalente por día en 2019.

Según señaló en el informe, la producción estuvo "prácticamente estacionada" durante los últimos cinco años debido a factores múltiples, como la ausencia de subastas de bloques de petróleo entre 2008 y 2013, los "atrasos sistemáticos" en el desarrollo de proyectos y el declive natural de algunos campos de explotación.

Solo en el cuarto trimestre de 2018, los ingresos de Petrobras sumaron US$ 24.850 millones, mientras obtuvo un beneficio neto de unos US$ 563 millones en ese periodo.

Finalmente, Petrobras aseguró que, en 2019, dará continuidad a su actual programa de desinversiones, que prevé la venta de activos por unos US$ 21.000 millones en dos años.

"Seguiremos con las desinversiones y la reducción del apalancamiento financiero, manteniendo la disciplina de capital y optimizando la gestión de portafolio, de la deuda y de la caja", sostuvo la petrolera.