Los precios del petróleo cerraron con un fuerte salto este jueves alentados por señales de que el exceso de suministros no está acrecentándose tan velozmente como se esperaba e indicios de un aumento leve en la demanda de combustible, que se ha derrumbado por las restricciones globales vinculadas al coronavirus.

El crudo WTI que se transa en Estados Unidos se disparó 25,1% a US$18,84 el barril anotando su mayor alza diario y su mayor nivel desde el 22 de abril.

La incapacidad para almacenar los excesos del combustibles, las perspectivas de una menor demanda y los planes de recortes de producción han llevado a los precios a tener una fuerte volatilidad,.

Así en el mes el barril de WTI acumuló un retroceso de 8,01%, el que fue lejos menos marcado que en marzo cuando se desplomó 54,24%..

En tanto el petróleo Brent cerró en Londres con un avance de 12,11% a US$25,37 el barrill.

Inventarios

Los inventarios de petróleo de Estados Unidos subieron en 9 millones de barriles la semana pasada a 527,6 millones de barriles, según datos de la gubernamental Administración de Información de Energía (EIA), muy por debajo del aumento de 10,6 millones de barriles estimado por analistas para un sondeo de Reuters.

Las existencias de gasolina bajaron en 3,7 millones de barriles, desde un máximo histórico visto la semana pasada, con una leve alza en la demanda de combustible que contrarrestó el rebote en la producción de las refinerías.

“Si vemos continuidad en esta tendencia en las próximas semanas, esto podría sugerir que el mercado del petróleo ha dejado atrás lo peor de la crisis”, dijo Warren Patterson, jefe de estrategias de materias primas de ING.

En otro factor positivo para los inversionista, el grupo chino Sinopec dijo el jueves que sus ventas diarias de productos refinados de crudo habían ascendido y ahora estaban en más del 90% de los niveles detectados antes de que surgieran los primeros brotes de coronavirus.

Pero las preocupaciones por la capacidad de almacenamiento global persisten. La Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo que la capacidad global podría alcanzar su máximo a mediados de junio y que la demanda de energía podría reducirse en un récord de 6% en 2020.