Los precios del crudo Brent subían este viernes e iban camino a anotar su sexta semana de ganancias, impulsados por la fuerte demanda, las sanciones que enfrentará Irán, el derrumbe de la producción de Venezuela y las paralizaciones de suministros de Nigeria, aunque Arabia Saudita buscaba limitar la preocupación.

Los futuros del crudo Brent sumaban 0,43% a US$79,62 el barril, luego que en la sesión anterior el referencial perforó la barrera de los US$80 por barril por primera vez desde noviembre del 2014.

En tanto los futuros del crudo WTI de Estados Unidos operaban estables a US$71,48 el barril e iban camino a su tercera semana seguida de incrementos.

El banco británico Barclays dijo que espera que los precios del barril promedien los US$70 en el caso del Brent este año y US$65 en 2019, un aumento respecto a la proyección anterior de US$63 y US$60, respectivamente.

"Desde el mes pasado, el declive de la producción de Venezuela, la decisión de Estados Unidos sobre las sanciones contra Irán, una nueva paralización de producción en Nigeria y otros asuntos, hacen necesaria una revisión de las proyecciones de precios", sostuvo el banco.

El incremento de los precios ya llevado a los grandes países consumidores a expresar su alarma.

Arabia Saudita, el jefe de facto de la OPEP, dijo que buscaría garantizar que el mundo cuente con los suministros adecuados de crudo, luego de que India -un importador clave- expresó su preocupación por la escalada de los precios.

El mercado del crudo ha recibido un apoyo generalizado de los recortes voluntarios de suministros impulsados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Y la Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo que los inventarios de crudo en el mundo desarrollado ya han caído por debajo del umbral del promedio de cinco años, una meta establecida por la OPEP y sus aliados.