El petróleo va en picada, ante los crecientes temores sobre la salud de la economía global, y la posibilidad de una recesión debido a la inversión de la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro en Estados Unidos.

El WTI cae un 4,96% a US$54,28 por barril, pero acumula una caída de más de 7% en lo que va de agosto, mientras que el crudo Brent cede un 4,50% a US$58,55 por barril, y acumula un retroceso mensual cercano a un 10%.

La incertidumbre ha llegado con fuerza a los mercados y ha provocado duros retrocesos en las acciones globales y en las principales materias primas.

Además se ha sumado al pesimismo, los datos peores a lo previstos en China y también en Europa, lo que aleja aún más a los inversionistas de los activos de riesgo.

La producción industrial del gigante asiático creció a su menor ritmo en 17 años, lo que pone en evidencia una debilidad de la economía, mientras aún sigue vigente la disputa comercial con Estados Unidos.

El aumento de inventarios de crudo en Estados Unidos también está golpeando el precio del petróleo durante esta jornada.