El petróleo WTI sigue en picada y cerró este martes con una caída de 7,3% llegando a US$46,24 por barril, su menor precio desde agosto de 2017. Desde el valor máximo alcanzado el pasado 3 de octubre el crudo ha retrocedido un 39,5%, y acumula un descenso de 23,5% en lo que va del año.
Cabe destacar que el petróleo cerró por debajo de los US$50 por segundo día consecutivo, y no caía de ese precio desde octubre de 2017.
Las principales preocupaciones de los inversionistas se deben a las señales de desaceleración de la economía global, lo que podría traducirse en una menor demanda energética, mientras que algunos países como Rusia y Estados Unidos aumentan su producción de crudo.
De hecho este lunes, una fuente de la industria petrolera rusa, señaló a Reuters que la producción de crudo ha oscilado alrededor de un máximo histórico de 11,42 millones de barriles por día (bpd) en diciembre.
Por otro lado, la Agencia Nacional de Energía de EEUU informó que la producción de shale oil alcanzará niveles récords durante este mes.
El petróleo Brent, que cotiza en el mercado de futuros de Londres, cayó un 5,62% este martes y se ubicó en US$56,26, llegando a su nivel más bajo desde el 12 de octubre de 2017, cuando alcanzó los US$56,25 por barril.
El máximo del año fue el 3 de octubre pasado, cuando cerró en US$86,29 por barril, y desde entonces ha perdido un 34,8% de su valor, y un 15,9% en lo que va de 2018.