Los precios del petróleo profundizaron sus pérdidas el lunes después de que Arabia Saudita y Rusia dijeron que podrían incrementar la oferta, mientras que el crecimiento de la producción en Estados Unidos no muestra señales de desaceleración.
Los futuros del crudo Brent perdieron US$1,12, o 1,47%, a US$75,32 por barril. Durante la sesión, el contrato tocó un mínimo en tres semanas a US$74,49 por barril.
Los futuros del petróleo West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos cayeron US$1,41, o un 2,08%, a US$66,47 por barril, después de tocar un piso en seis semanas a US$65,80 por barril.
El diferencial entre ambos contratos alcanzó los US$9,38, su máximo desde marzo del 2015. El volumen negociado fue bajo debido a feriados en Estados Unidos y Reino Unido.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros productores liderados por Rusia comenzaron a retener 1,8 millones de barriles diarios (bpd) de suministros en 2017 para apuntalar al mercado y hacer subir los precios, que en 2016 tocaron su nivel más bajo en más de una década.
Desde que entraron en vigor los recortes de suministro, los precios han subido y el Brent superó los US$80 por barril este mes, lo que a su vez provocó temores a que los altos precios reduzcan el crecimiento económico y eleven la inflación.
Para enfrentar una posible escasez de suministros, Arabia Saudita -líder de facto de la OPEP- y Rusia han estado en conversaciones sobre suavizar los recortes e incrementar la producción en un millón de bpd.
El ministro ruso de Energía, Alexander Novak, afirmó que una de las opciones para aliviar los recortes es volver a los niveles de producción de octubre de 2016, que es la base para el actual pacto de suministros.
En tanto, el incremento del bombeo en Estados Unidos no muestra señales de desacelerarse. Las petroleras que operan en ese país sumaron 15 plataformas en la semana que terminó el 25 de mayo, alcanzando un total de 859, la cifra más alta desde 2015.