El miércoles 24 de marzo, Pilar Dañobeitia tuvo tres minutos para presentarse ante la asamblea de socios de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). Más de 100 personas la escucharon. Y convenció. El martes último, la presidenta de SMU, contadora auditora de la Universidad de Chile con un MBA en la Universidad de Chicago, no sólo quedó adentro del consejo general del gremio industrial, sino que además obtuvo la primera mayoría femenina, y la décima a nivel general.
Hoy, lo ve como un tremendo honor, pero también como una gran responsabilidad. “Me motiva mucho que podamos dar a conocer el trabajo desarrollado en SMU (...), que tiene muchas buenas prácticas que nos gustaría compartir, pero estamos muy entusiasmados con recibir de otras empresas también”, señala. Y agrega: “Queremos visibilizar el trabajo que realizamos con pequeños productores, nuestra política de más y mejores oportunidades para las mujeres, y de inclusión a nuestros equipos de personas con algún grado de discapacidad”.
Si hace diez años había solo una mujer en el consejo general de Sofofa, hoy la realidad es distinta: ya van 14, el 23% del total. Con Dañobeitia llegaron también Alejandra Mehech (Ultramar), Patricia López (CAP) y Andrea Tokman (Tech Pack), además de las reelectas Rosario Navarro (Sonda), Macarena Navarrete (EY Chile), Janet Awad (Concha y Toro) y Victoria Vásquez (IST); las que se suman a las mujeres cuyo período vence en 2023.
“La sociedad ha ido evolucionando en el tiempo, y la inclusión de la mujer en el ámbito laboral es una expresión de este fenómeno. La reciente elección de consejeros de la Sofofa es reflejo de esta misma tendencia. Veo a las mujeres entusiasmadas, preparándose para asumir nuevos y más exigentes desafíos”, destaca la presidenta de SMU, compañía ligada al grupo Saieh, controlador de Copesa, empresa que edita La Tercera y Pulso. Y subraya que el análisis va más allá de las cuotas: “El verdadero compromiso con la paridad de género exige mucho más que cumplir con una cuota. Nos compromete a promover cambios culturales profundos”. Esto -destaca-, implica convencer a las organizaciones del valor que agrega incluir diversas miradas al interior. “Facilitar la llegada de mujeres a puestos estratégicos supone promover su desarrollo, identificar brechas y oportunidades de mejora a nuestras prácticas y políticas, y generar ambientes de trabajo respetuosos”, enfatiza.
El pasado 8 de marzo, de hecho, Dañobeitia escribió una columna en Pulso titulada “El rol de las empresas para eliminar la brecha de género”, donde aseguraba que sólo un cambio cultural podría eliminar las discriminaciones de género de manera permanente. La ejecutiva profundiza y asegura que: “Estamos conscientes que las empresas tienen un rol clave para que estos cambios culturales prosperen. Para lo anterior, lo importante es no quedarse con las ideas o las convicciones, hay que ocuparse de los procesos de selección, de las capacitaciones, de muchas prácticas que ya comienzan a ser un ‘desde’ en las empresas que realmente están por un verdadero propósito de eliminar las prácticas discriminatorias”.
Un tiempo decisivo
“Es un año de decisiones trascendentales. En los próximos meses Sofofa tomará parte de los debates y decisiones más importantes de los últimos 50 años”, asegura Dañobeitia. Es que al gremio al cual llega le va a tocar navegar por un año de un sinfín de elecciones, permeadas por la discusión constituyente. Y el desafío parece ser claro: “Se esperará del gremio una postura clara en la defensa de aquellos principios fundamentales que han permitido el crecimiento y desarrollo de nuestro país: libertad económica, derecho de propiedad, libertad de emprender y asociarse, crecimiento sostenible y cuidado del medioambiente”, dice.
Y añade: “El gremio cumple un rol articulador entre el Estado, la sociedad civil y el mundo empresarial, en especial, de cara a las reformas de las políticas públicas. Uno de los desafíos debe ser seguir trabajando para que el rol de nuestras empresas esté cada vez más alineado con las expectativas de la sociedad. La ciudadanía quiere empresas más cercanas, orientadas a facilitarles la vida y comprometidas en la construcción de un mejor país”.
En todo ese análisis, la presidenta de SMU -holding que reúne a marcas como Unimarc, Mayorista 10 y OK Market- descarta que puntualmente el sector empresarial haya perdido influencia en el debate público. Precisa que la pérdida de confianza es transversal a todos los ámbitos de la sociedad. “No es un fenómeno que afecte única y exclusivamente al sector empresarial”, subraya. “La Sofofa debe continuar su tarea permanente e impostergable de contribuir a impulsar el valor de las empresas del país y recuperar la credibilidad, confianza y respeto de la gente. Nadie tiene la receta mágica, sólo podremos avanzar en este camino si lo hacemos juntos, escuchándonos y compartiendo experiencias. El desafío es reponer los lazos de confianza para construir una sociedad donde todos seamos actores relevantes”.
A fines de mayo, el gremio industrial elegirá a su presidente número 36. Hasta ahora el único candidato en carrera es el presidente de Ultramar, Richard von Appen, quien reemplazaría a Bernardo Larraín. Y el apoyo ya está comprometido. “Hoy existe solo un candidato, quien sin duda contará con nuestro apoyo, al igual que todos los presidentes que han liderado Sofofa desde que, como compañía, somos socios, porque estamos convencidos de que el trabajo colaborativo es la única vía posible para conseguir logros tanto a nivel país como gremial”, asegura Dañobeitia.
Y destaca el perfil para liderar tales procesos: uno que -dice- favorezca la reflexión, el análisis y el debate. “Por la naturaleza de este gremio, no concibo un estilo de conducción sin alguno de los dos focos mencionados (debate público o centrado en el desarrollo del sector empresarial). Están íntimamente relacionados, y el éxito depende de un buen trabajo en ambos, impulsando prácticas innovadoras respecto a la relación de la empresa con sus colaboradores, clientes y entorno”, concluye.