El whisky es hoy en Chile el destilado que lleva la corona como el de mayor crecimiento. Un alza que viene cimentándose en los últimos dos a tres años, dice Jean-Baptiste Mouton, gerente general de Pernod Ricard Chile.
"El 2018 para nosotros fue muy bueno, nos beneficiamos del efecto whisky. Chile se va convirtiendo en un mercado de consumo fuerte de whisky. Es uno de los países que crece más a nivel mundial en consumo y hoy día es un país donde se toma más whisky que ron y eso es un cambio sustancial cuando comparamos la forma de tomar hace cinco o diez años".
En efecto, el ron fue durante años el destilado más consumido en el país, impactando de lleno al pisco, pero luego el destilado de la "Cuba libre" comenzó a deprimirse considerablemente.
Y si bien el pisco ha logrado mantener niveles estables de consumo, gracias a la categoría de cocteles, ha sido el whisky el más beneficiado.
"Hoy estamos en una situación en que el pisco no recuperó lo del ron pero lo que va perdiendo el ron lo recupera el whisky", dice Mouton.
Con todo, el ejecutivo destacó "que localmente los chilenos mantengan una historia de amor con su producto", afirmando que ese sentimiento "es fuerte porque hay muchos mercados donde no se logra".
Otra ventaja, además del aumento en cantidad, es que la gente también prefiere productos de mayor calidad, lo que en particular los ha beneficiado, dice.
"Vamos paso a paso vendiendo productos de mejor calidad y esa es nuestra meta, porque nos interesan los destilados internacionales, importados. Hablamos de destilados que tienen una experiencia, una capacidad de saber hacerlo desde hace siglos. Nuestra marca más joven tiene cien años", señala.
Aunque no por ello se quedan solo en un ticket alto, ya que el objetivo es transformar el whisky en una categoría accesible, tanto en valor con calidad, así como en tipos de consumidores. "Hoy con nuestros productos le hablamos a clientes a los que antes no le hablábamos", dice.
Mouton afirma que Pernod Ricard es una compañía que se caracteriza por conocer muy bien los momentos de consumo de sus clientes y ofrecer el producto adecuado para cada uno, a fin de "que todos le hablen al mismo consumidor", aunque reconoce que en los últimos años en el país se habían quedado algo estancados en materia de innovación de productos. Por eso, durante 2018 trajeron nuevos formatos de sus marcas tradicionales como Ballantine's y Chivas Regal, aunque también innovaciones, como Beefeater Pink, un gin con frutilla, y Ramazzotti, un aperitivo de flores de naranjo e hibisco, que ha sido "un exitazo", dice entusiasmado el ejecutivo.
En el caso del gin, si bien el crecimiento ha sido importante en Chile, todavía es una categoría pequeña, dice Mouton y que suele ser más popular en segmentos altos de la población o en zonas con extranjeros. Tiene en común con el Ramazzotti que el consumidor se atreve a probarlos por sus presentaciones de coctelería, más atractivas a la vista.
Dado el "túnel de innovación" que hicieron, este año se dedicarán a consolidar todo el portafolio. "Vamos en buen camino, porque estas innovaciones fueron un aporte para los consumidores y para el negocio".