Latam ingresó ayer a una etapa crucial del proceso del capítulo 11 al que ingresó en mayo de 2020 y lo hace en buen pie para cerrarlo a mediados de 2022, como calcula la misma compañía. Esto gracias a que el plan de reestructuración que presentó el viernes por la noche, que contempla nuevos fondos por US$ 8 mil millones y dilución de las actuales acciones a 0,1%, cuenta en su origen con un fuerte respaldo.

“Este plan cuenta con más del 70% del apoyo de los acreedores del grupo”, sostuvo este sábado por la mañana Roberto Alvo, CEO de la mayor aerolínea latinoamericana. “Creemos que hemos hecho un plan que trata de manera justa a todos los distintos grupos de acreedores y a cada grupo acreedor de manera equitativa dentro del grupo”, aseguró en una conferencia de prensa con medios de la región.

Para llegar a este nivel de respaldo, Alvo relató que hubo “una negociación con un grupo de acreedores que representa el 70% de las acreencias, que negoció junto con la compañía y los accionistas soportar este plan”.

En ese marco, resulta clave la fórmula con la cual la compañía tiene contemplado obtener nuevos recursos y más específicamente, aquello referido a la nueva estructura de deuda, con bonos convertibles.

Según detalla Alvo “el convertible C da posibilidad a que todos los acreedores, los que están en este 70% más lo acreedores que no están en este 70% participen del proceso a través de traer nuevo dinero”. Para los que no estén interesados en profundizar sus lazos con la compañía contribuyendo con más capital, “podrán dar en pago las acreencias y tener el convertible A, que nuevamente va a ser convertido en acciones”, explica.

De esta manera, asegura el líder de la firma asegura que “aquí no hay ‘no apoyo’. Lo que tenemos es un acuerdo con un grupo de acreedores que representa el 70% de las acreencias y el plan tiene que ser votado cuando corresponda, cuando el juez nos indique”. Desde su punto de vista “como todo proceso del capítulo 11, todos los acreedores y todas las partes tienen derecho a opinar y a oponerse si lo estiman necesario. Eso es parte natural del proceso”.

Lo que se viene

En base a lo anterior, Alvo se mostró confiado en que Latam pueda transitar con cierta tranquilidad por la última parte de este proceso en los tribunales de Estados Unidos, finalizándolo aproximadamente a mediados del próximo año.

Tras ese hito, se vendrían cambios al interior de la compañía. Si bien, “por el momento los accionistas actuales siguen siendo los accionistas de la compañía en la proporción en la que están hasta que salgamos del capítulo 11 y por lo tanto la estructura de gobierno del grupo no se altera”, posterior a eso “la composición accionaria nueva tiene obviamente la prerrogativa, según la ley, de cambiar al directorio”, explicó Alvo.

Sobre este materia, destacó que “el acuerdo que revelamos ayer incluye determinados acuerdos entre acreedores y accionistas. Lo más importante es la selección de directores, donde los acreedores podrán seleccionar cinco de los nueve directores y los accionistas, cuatro; durante un promedio de dos años”.

Además de lo anterior, indica que “se modificarán los estatutos para aumentar el límite de las protecciones a eventos extraordinarios, como fusiones, venta de activos, a 73%”, también durante dos años.

En otras materias, Alvo también se refirió a la contingencia de la pandemia y una nueva cepa de coronavirus que ha conducido a la implementación de nuevas restricciones de viajes aéreos, desatando un viernes negro en los mercados internacionales.

“Estamos viendo con atención lo que sucedió en Sudáfrica, la nueva variante Omicrón. Siempre hemos dicho que la pandemia no ha terminado y tenemos que estar atentos a nuevas olas eventuales y obviamente, a las decisiones que los gobiernos tomen”. De todas maneras, indica Alvo, “estamos tranquilos de poder completar la operación en aproximadamente dos tercios de lo que teníamos antes de la pandemia para fines de 2021 y hasta ahora hemos visto una recuperación sana de la demanda”.