Políticas de Estado y más startups: el desafío tecnológico de la agricultura

Trabajadores Aceite de Oliva
Trabajadores de la empresa de Aceite de Oliva "Olave" ubicada en la comuna de Melipilla.

Pese a que la implementación de las herramientas digitales ha avanzado en la industria agro, esta por sí sola no podría seguir desarrollándose a un mayor ritmo si no aparecen más emprendimientos que ofrezcan soluciones y que el Estado elabore una hoja de ruta con apoyo para esta área.


En los últimos años el sector agrícola se ha acercado más fuerte a la tecnología e innovación por la necesidad de producir alimentos de forma eficiente, rentable y ante la escasez de recursos claves para su funcionamiento como el agua.

En esa línea, máquinas para cosechar, monitorear, proyectar producción y usar de forma eficiente los recursos son parte de las herramientas que han aparecido con fuerza en este sector. También tecnologías como el cloud computing, inteligencia artificial y blockchain han asomado en la agricultura, no solo en su proceso hasta la cosecha, sino que hasta que llega a la casa de los consumidores.

Sin embargo, pese a que desde la industria (ver entrevista página 7) ven que en Chile la innovación en la agricultura es algo que ha tomado fuerza, para Instacrops -startup que usa la tecnología para mejorar el rendimiento de la producción de las plantaciones- hace cinco años atrás el sector era distante al uso de este tipo de herramientas y todavía falta por avanzar, según su experiencia.

El CEO y fundador de esta empresa, Mario Bustamante, apunta que falta una política nacional que pueda incorporar en el largo plazo el uso de herramientas digitales. “Vamos en buen tranco, pero se debe definir una política desde el Estado. Los presupuestos son para entregar apoyo a los agricultores, pero no se considera la tecnología (...) No hace que la industria evolucione, hace que se mantenga”.

Además, Bustamante ve una clara oportunidad para el emprendimiento en el sector agrícola dado la fuerza que ha tomado su negocio, pero no ve en este rubro la capacidad de impulsar la innovación por sí solos y a la par de su proceso de cultivo, cosecha y venta. “La única forma que tienen para producir más y mejor es con tecnología. El sector se dio cuenta que la necesita para hacer más rentable su negocio”, dice el CEO.

Y el desafío de esta industria no es menor, dado que en este proceso de venta se pierden alimentos que alcanzan a abastecer a cerca de 30 millones de personas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Además, el mundo agrícola tendrá el desafío de cubrir las necesidades básicas de cerca de 10 millones de personas al 2050.

Ante este escenario, el líder de blockchain de IBM Latinoamérica, Martin Hagelstrom, plantea que “tener una agricultura y cadena alimentaria sustentable implica el uso racional de los recursos cómo el suelo, el agua y los insumos, para mejorar la calidad ambiental y la calidad de vida de los productores y la sociedad”.

Desde la empresa dicen que aportan en esta tarea por medio de IBM Food Trust, que rastrea todo el proceso de la fruta y entrega la información que se genera desde el productor hasta el vendedor minorista. Esto, para mejorar la visibilidad y la trazabilidad de los alimentos a lo largo de la cadena de suministros.

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