Luego de las buenas perspectivas para este año, favorecida por el boom del gasto fiscal y el retiro de los sucesivos 10% de los Fondos de Pensiones, la visión para los próximos años se modera sustantivamente. Así los rangos de crecimiento se corrigen a la baja, dada la mayor base de comparación, el paulatino descenso del impulso al consumo y un dinamismo acotado de la inversión. En el escenario central, el BC fija que el PIB aumentará entre 2% y 3% el 2022, (3,0-4,0 IPoM marzo) y entre 1,75% y 2,75% el 2023 (2,5% y 3,5% IPoM marzo).
“El incremento anual del consumo privado se moderará significativamente en los próximos dos años, reflejando en buena parte la transitoriedad con que se han definido las actuales medidas de apoyo a los ingresos”.
Para la inversión, se espera que en el bienio 2022–2023 se esperan tasas de expansión significativamente menores que en el 2021. Esto, principalmente, por el bajo dinamismo de la Formación Bruta en construcción y obras, la lenta incorporación de nuevos proyectos a los catastros, la mantención de la incertidumbre en niveles elevados, el mayor endeudamiento de las empresas y la evolución de las condiciones financieras locales.
Todo esto repercutirá en el crecimiento tendencial del PIB no minero, el cual se estima en un rango entre 2,4% y 3,4% para el período 2021-2030, con un punto medio de 2,9%, que se compara con la estimación previa entre 3,255 y 3,75% para el período 2019-2028. “Es importante enfatizar que esta estimación no considera los potenciales efectos —al alza o a la baja— originados por cambios estructurales inducidos por la pandemia o por el proceso político-institucional en marcha”.
Por su parte, el BC afirma que el crecimiento del PIB potencial se ajusta al alza respecto del IPoM de marzo del 2020, teniendo presente la mayor capacidad de adaptación que ha mostrado la economía y las menores cicatrices que está dejando la pandemia. Así, “la estimación de crecimiento potencial para el período 2021-2023 se ubica en torno a 2,1%, que se compara con la cifra alrededor de 1,7% considerada hasta marzo”. No obstante, el BC dice que más allá del signo distinto de la reestimación del crecimiento potencial y tendencial, hacia el mediano plazo, ambas cifras deberían converger. Para efectos de las proyecciones, esta convergencia toma más fuerza a partir del 2023.
En cuanto a la Tasa de política Monetaria Neutral, el conjunto de estimaciones arroja cifras del orden de 0,5% en términos reales. “Acorde con el rango de estimaciones y la incertidumbre en torno a este cálculo, el Consejo considera que la TPM neutral se ubica en un rango entre 3,25% y 3,75% en términos nominales, una rebaja de 50 puntos base en los límites del rango estimado hasta marzo”.