Precio del litio extendió su caída un 23% en 2024
En los últimos dos años el descenso acumulado es del 86%, cerrando a diciembre en US$10.231 la tonelada. Los expertos prevén alta volatilidad en su valor para los próximos años. La sobreoferta del commodity cesaría en 2025, ayudando a levantar su nivel. Sin embargo, se mantendría alejado del récord registrado en noviembre de 2022 -de más de US$80 mil-, y recién en 2026 el mercado podría experimentar un déficit que lo haga regresar sobre los US$20 mil por tonelada.
El boom de los precios del litio vistos en 2022 parece hoy una quimera. Y es que el valor del mineral crítico para la electromovilidad cerró su segundo año consecutivo de fuertes bajas. Si en 2023 ya había cedido un 81%, en 2024 la cotización internacional del carbonato de litio perdió otro 23%.
Así lo reportan cifras recogidas por Trading Economics, plataforma que proporciona datos basados en los precios spot del carbonato de litio grado batería, con un 99,5% de pureza, y que reflejan las transacciones realizadas en China.
De acuerdo a los datos de la plataforma, el último precio de 2024 alcanzó los US$10.231 la tonelada. Ese nivel está en un 22,6% por debajo de los US$13.222 anotados a fines de 2023. Es más, desde su máximo registrado en noviembre de 2022, cuando alcanzó los US$81.800 la tonelada, el litio acumula una caída de 87,5%. Sólo en los últimos dos años la merma es de 85,6%
El mal desempeño del mineral en los mercados internacionales de referencia ha tenido un claro impacto también en los principales productores que operan en el salar de Atacama chileno: la minera privada nacional SQM, ligada al grupo Pampa; y la norteamericana Albemarle. Si bien ambas compañías aún no reportan sus resultados al cierre de 2024, a septiembre informaban un fuerte impacto en sus balances.
Mientras SQM dijo que entre enero y septiembre pasados los ingresos de litio y derivados llegaron a US$1.709 millones, un 61% menos que los US$4.389 millones registrados para el mismo lapso de 2023; Albemarle informó que los ingresos de su unidad de negocios Energy Storage alcanzaron los US$2.398 millones, un 56% inferior a los de los primeros nueve meses del año previo.
En la última línea, la firma local exhibió pérdidas por US$524 millones, aunque por un efecto contable, mientras que la estadounidense reportó pérdidas por US$1.255 millones.
Por otro lado, los ingresos del Fisco se han visto afectados en proporciones similares. Las rentas de la propiedad informadas por la Dirección de Presupuestos disminuyeron 61,7% a noviembre, asociado a los menores ingresos por los contratos de explotación de las pertenencias mineras de Corfo en el salar de Atacama.
Daniel Jiménez, socio fundador de iLiMarkets -consultora chilena especializada en la industria del litio-, liga el comportamiento en el precio de denominado oro blanco a excesos de oferta y a reducciones en la demanda.
“Hubo básicamente dos cosas que pegaron mucho. Uno, que las ventas de vehículos eléctricos entre Europa y Estados Unidos prácticamente no crecieron, Europa decreció, de hecho, y nadie esperaba que eso ocurriera. Y lo otro que pasó es que, si bien es cierto, en China las ventas de vehículos eléctricos crecieron mucho, fue fundamentalmente en híbridos enchufables, que tienen una batería chica y un motor de combustión interna”, explica.
Según detalla el experto, los actuales niveles obligaron a que múltiples productores ubicados en la parte alta de la curva de costos se vieran obligados a reducir o paralizar sus producciones, por lo que los principales yacimientos productivos hoy son el salar de Atacama, los que producen en Argentina, y Green Bushes, en Australia, “que son los mismos que producían antes del 2016, antes del primer boom del precio”.
“El resto están todos en la cuerda floja, muchos están perdiendo plata”, remarca.
Y aunque ve que la demanda irá aumentando este 2025, será en forma paulatina.
“Primero se va a consumir el sobreinventario que hubo, ya que terminamos con el sobreinventario un poco alto. Pero eso se consume en dos meses, no es tanto. Segundo, una vez que eso pase, los precios van a empezar a subir de a poco. Y una vez que empiecen a subir, a US$10 o quizás US$12-13 (por kilo), tú ya empiezas a tener operaciones que estaban paradas que van a tomar la decisión de volver a partir”, asegura.
Así, remarca que “los precios probablemente van a aumentar, pero no hay espacio para que aumenten demasiado”.
Ya desde 2026 en adelante, Jiménez ve que la capacidad instalada no será suficiente, por lo que se producirá un déficit, toda vez que las principales operaciones “tienen un límite para crecer”.
Con ello, proyecta que el precio, a mediano plazo, debería moverse a los US$18, “en teoría”.
“El 2026 vamos a necesitar más capacidad instalada que no va a estar, porque los productores de alto costo que tienen que invertir, no van a tener la capacidad instalada. Entonces, se va a producir un déficit. Ese déficit puede llevar los precios de nuevo a US$25 a US$30. Ahí todos se van a poner a invertir, y lo siguiente que va a pasar es que los precios van a volver a bajar. O sea, yo creo que vamos a estar expuestos a mucha volatilidad los próximos años”, concluye.
Cristián Cifuentes, analista senior del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), coincide en que “las primeras operaciones en verse afectadas son aquellas de alto costo”, particularmente aquellas que explotan espodumeno y no salmueras, “y como van a tener que salir del mercado, eso va a permitir un ajuste en el balance final entre la oferta y la demanda”.
Así, cifra dicho factor de ajuste como “la esperanza” para los productores de costos intermedios, “sumado también a impulsos adicionales con respecto a la utilización de vehículos eléctricos”.
Sin embargo, el analista ve vientos en contra para dicho factor ante los riesgos geopolíticos de un mayor enfrentamiento comercial entre China y Estados Unidos.
“China ya habló de restringir exportación de baterías y tecnologías de metales críticos hacia el exterior. Y, por otro lado, Estados Unidos está diciendo: ‘Yo no voy a importar más tampoco, voy a aumentarle los aranceles a China y a otros países también’. Entonces, este tema geopolítico también va a impactar, en cierto modo, el mercado del litio”, indica, señalando que ello llevaría los precios actuales a niveles sobre los US$10 mil la tonelada.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.