Los precios del petróleo cerraron este martes cerca de máximos de 13 meses debido a una ola de frío que llevó al cierre de pozos en Texas, el mayor estado petrolero de Estados Unidos.

El barril ha subido durante meses, debido a que los principales países productores de petróleo han restringido el suministro y a que se han puesto en marcha las vacunaciones para combatir la pandemia de coronavirus.

Los futuros del West Texas Intermediate (WTI) subieron un 1% a US$60,05 el barril, luego de trepar a máximos desde principios de enero de 2020.

En tanto en Londres el Brent sumó 5 centavos, o un 0,1%, a US$63,35 el barril tras llegar a máximos en cerca de 13 meses en la rueda del lunes.

Restricciones de energía

“Las bajas temperaturas han añadido apoyo al lado de la oferta en medio de numerosas interrupciones en las refinerías, ya que algunas instalaciones han visto paradas forzadas debido a la restricción de energía”, dijo Jim Ritterbusch, presidente de Ritterbusch and Associates en Galena, Illinois.

Analistas de Rystad Energy estimaron que se cerrará una capacidad de producción de entre 500.000 y 1,2 millones de barriles de crudo en Estados Unidos debido al frío.

Algunas de las mayores refinerías estadounidenses han cerrado el procesamiento, incluidas las instalaciones de Motiva Enterprises en Port Arthur (Texas), la mayor del país.

Los precios del crudo también subieron después de que el grupo hutí de Yemen, alineado con Irán, dijera que había lanzado ataques contra Arabia Saudita, lo que aumentó las preocupaciones sobre el suministro del mayor exportador de petróleo del mundo.

El alza del barril se vio apoyada además por la distribución de vacunas contra el Covid-19, que elevaba expectativas de una recuperación económica mundial de la pandemia.