Adquirir una casa o departamento en Chile es hoy "severamente no alcanzable", siendo el país uno de los de más difícil acceso. Además, la tendencia se ha ido profundizando en el tiempo.

Así lo reveló un informe de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) sobre acceso a la vivienda, que indica que el precio de las viviendas ha aumentado 67,8% entre 2011 y 2019, mientras que los ingresos aumentaron un 24,7% en el mismo periodo.

El estudio plantea que gran parte del alza del precio de las propiedades se explica por el incremento en el precio del suelo. Según el gerente de Estudios de la CChC, Javier Hurtado, "el alza se ha ido intensificando con el tiempo, desde 2010. Luego del terremoto se ha registrado un incremento sostenido en el precio de la vivienda, que presentó un peak en 2015, cuando se comenzó a implementar IVA a la vivienda. Esto ha significado también un desacople entre el precio de la vivienda, de las dinámicas del resto de la economía, ya que entre 2011 y 2019 los precios, producto de la inflación, crecieron 37,2%, la vivienda aumentó 67,8%. y el ingreso solo 24,7%".

El informe llegó en momentos en que las tasas hipotecarias están en mínimos históricos, y donde algunos bancos incluso ofrecen créditos a 40 años.

Asimismo, el documento mostró que Santiago es una de las ciudades del mundo donde comprar una vivienda es "severamente no alcanzable". Esto se mide a través del índice PIR, que muestra la cantidad de años en los que una familia debe destinar integramente su salario para el pago de la vivienda. En Chile, el PIR promedio es de 7,6 y, en Santiago, 7,4. Así, está por encima de otras grandes urbes como Montreal en Canadá, Manchester en Inglaterra y Dublín en Irlanda.

La situación de nuestra capital es similar a lo que ocurre en ciudades como San Diego en Estados Unidos, Londres en Inglaterra y Toronto en Canadá.

Sin embargo, esto no afecta solo a Santiago, ya que otras ciudades del país como Temuco (PIR 8,8), Concepción (7,7), La Serena (7,3) y Valparaíso (7,1) también están en el rango de "severamente no alcanzable" en el acceso a la casa propia.

Por otro lado, explicaron que un acceso más difícil a la vivienda ha llevado a que muchas familias opten por arrendar en vez de comprar. De hecho, el porcentaje de propietarios ha bajado a niveles que no se veían en el país desde los años 80.

Más arriendos

En ese sentido, se destaca en el informe el aumento de la participación del arriendo respecto a la situación en que se ocupa una vivienda. En 2017 -último dato disponible- el 24% correspondía a arriendo, mientras que el 59% son propietarios y el 16% a otra condición. A comienzos de la década, los arrendatarios eran el 18% y los propietarios el 70%.

"Esto ha empujado a muchas familias a optar por un arriendo. Así, el porcentaje de propietarios ha caído a niveles menores que los observados en la década de los 80", señala el informe.

Los inversionistas, en tanto, pasaron de explicar el 14% de las transacciones hipotecarias en 2011 al 36% el año pasado. Los inversionistas pequeños explican el 19% de las compras de vivienda.

¿Cómo bajar los precios? Desde la CChC indicaron que una posibilidad es tener una planificación urbana integrada y, a largo plazo, una densificación equilibrada y una nueva política de arriendo.