La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dejó claro que, a diferencia de la Reserva Federal de Estados Unidos, la entidad no está pensando en hacer ninguna pausa en el actual ciclo de alzas en las tasas de interés, que acumula ya ocho aumentos consecutivos, y ha anticipado que, salvo un cambio sustancial en las condiciones, la entidad volverá a subirlas en su reunión de julio.
“¿Hemos terminado el viaje? No, no estamos en nuestro destino. ¿Todavía tenemos terreno que cubrir? Sí, tenemos terreno que cubrir”, afirmó Lagarde al comienzo del turno de preguntas de la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que decidió elevar con un amplio consenso la tasa de interés en 25 puntos básicos, hasta 4%.
En este sentido, aunque no entró en más detalles, adelantó que, a menos que haya un cambio material en la situación de base, es muy probable que el BCE siga aumentando las tasas en julio porque la institución tiene la determinación de llegar a su meta de inflación del 2%.
De este modo, sin entrar a valorar la decisión de la Fed de pausar su ciclo de alzas en la reunión celebrada ayer, en lo que respecta al BCE, Lagarde dejó claro que el BCE no está en la misma situación. “No estamos pensando en hacer una pausa”, indicó.
La presidenta del BCE reconoció que la institución no está satisfecha con la revisión al alza de los pronósticos de inflación que publicó hoy el instituto emisor, añadiendo que la llamada tasa terminal es algo que sólo se conocerá cuando el BCE llegue allí.
“No estamos donde queremos estar si queremos alcanzar nuestro objetivo y, en términos de hacer una pausa, no lo hemos discutido en absoluto y no hemos comenzado a pensar en ello porque tenemos trabajo que hacer”, afirmó.
“Por lo tanto, seremos tan restrictivos como sea necesario para asegurarnos de llegar a ese destino”, añadió.
Mercado laboral
Por otro lado, uno de los ejes de la conferencia de prensa fue la situación del mercado laboral y el impacto cada vez más importante en la inflación de la evolución de los costos laborales unitarios.
“Se está convirtiendo (el mercado laboral) en uno de los principales componentes de los impulsores de la inflación”, dijo Lagarde, después de que la energía y los alimentos hayan empezado a ceder protagonismo, mientras que los salarios están jugando un papel cada vez más importante como motor de la inflación.
En este sentido, destacó que la situación del mercado laboral y la situación del empleo es la buena noticia en Europa, donde nunca se había visto una tasa de empleo tan baja y que en las previsiones del BCE se contempla que siga bajando, mientras que también se espera que los salarios seguirán aumentando en el futuro.
La presidenta del BCE ha advertido de un problema de costos laborales unitarios, en otras palabras, productividad, que tiene un impacto en la inflación y que requiere de una vigilancia.
Sobre esto indicó que las partes alrededor de la mesa de negociaciones deberán determinar qué hacen en términos de asignación de beneficios y organización de las relaciones.
Dijo que, si bien el BCE no aprecia un efecto de segunda vuelta en relación con los salarios y no ve una espiral de precios y retribuciones, e importante evitar un “ojo por ojo” en respuesta a la inflación, tanto en el caso de las empresas como de los trabajadores, lo que podría desencadenar ese efecto de segunda ronda.