Ana Botín dedica 70 minutos a periodistas de América Latina, invitados a Madrid como todos los años para hablar de la región, pero excede en mucho el tema central, geográfico, del encuentro. También habla de los retos globales, de la reputación de la industria y de su trayectoria como una de las mujeres más poderosas del mundo -la octava, según Forbes-, una afirmación que nadie discute. Ni siquiera ella misma. La máxima ejecutiva del grupo Santander, de 58 años, dice que es la única mujer al mando de alguno de los 40 grandes bancos del mundo. "El mundo está hecho para los hombres. Es un mundo de hombres. Punto", afirmó. Botín recordaba que alguna vez, en una reunión de altos ejecutivos de empresa, alguien preguntó quienes habían sido alguna vez acusados de ser agresivos en algún momento de sus carreras. "Todas las mujeres levantamos la mano y ningún hombre. Ninguno", comentó. Lo explicó así: "Es que si antes no hablaba fuerte, no podía hablar. Nadie me escuchaba", comentó. "Si no hablaba alto ni interrumpía, no podía hablar".

La empresaria acude luego a otro recuerdo para explicar su ascenso. "Una de las razones por las cuales yo estoy aquí no es porque yo venga de una familia privilegiada, que vengo, sino porque tuve la suerte de encontrarme con mi marido, que se llama Guillermo, y decidimos tener una familia en que los dos trabajábamos (…) Hicimos un acuerdo que dijimos: al 50% la responsabilidad de la familia".

Botín cita estudios sobre la presencia de la mujer en las empresas y dice que, aunque se ha avanzado, aún falta por mejorar la equidad de género. El grupo Santander, por ejemplo, tiene 200 mil empleados y más de la mitad de ellos son mujeres, pero ocupan solo el 20% de los cargos directivos. Botín calma, acto seguido, al 80% restante. "Pero no vamos a discriminar contra los hombres".

Más que de género, un asunto por el que Botín no oculta interés, ayer en Madrid la máxima ejecutiva de Santander habló sobre Latinoamérica, una zona clave para las finanzas y el crecimiento de la corporación financiera. "Como Santander vemos enormes oportunidades en América Latina", afirmó. "Estamos en América Latina para el largo plazo". Brasil, por ejemplo, representa hoy el 30% de los negocios del grupo. "México también ha ganado peso", agregó. Botín recordó cómo América Latina ha vivido avances importantes: en un subcontinente de 600 millones de personas, la mitad es hoy clase media, 60 millones más que hace 15 años. "Hay 300 millones que no están incluidos del todo en el sistema, hay 200 que están totalmente excluidos", calculó. "Los retos de América Latina son los mismos que tenemos todos", agrega antes de explayarse en una de las principales deudas de la región: mejorar la productividad. Otro: la inclusión financiera y el empoderamiento de las personas. "Como banco nos hemos marcado una misión muy clara: ayudar a las personas y a las empresas a prosperar".

Melandri por red propia de Bci: "Me parece bien que nos sigan"

Claudio Melandri, presidente del Banco Santander Chile y country head del grupo hispano, festejó como una buena noticia para el país la decisión del BCI de lanzar su propia red de adquirencia, un camino que inició el conglomerado español en Chile en octubre de 2018. "Me parece bien que nos sigan y no lo digo con un afán de ser soberbio. Es bueno para el país", dijo Melandri a periodistas chilenos en un encuentro con la prensa latinoamericana en Madrid, donde la entidad realiza el XVIII Encuentro Santander América Latina. "Después de que se nos criticó mucho, me parece una buena noticia", agregó.

El Banco Santander creará su propia red de adquirencia que probará a contar de diciembre de este año. "A contar de enero debiéramos estar en condiciones de instalar los primeros POS en el comercio", dijo Melandri.