Horas antes de iniciarse esta entrevista, Loreto Silva recibió un mazazo más grande que cualquier disputa con una ministra o que una crisis financiera de la compañía que dirige.
La abogada y presidenta de la Empresa Nacional del Petróleo se enteró del deceso, a raíz de cáncer, de su excompañera en el gabinete del primer mandato del Presidente Piñera, la entonces ministra de Medio Ambiente María Ignacia Benítez.
Desde que coincidieron en el gobierno anterior -cuando Silva era ministra del MOP- sellaron una amistad entrañable, donde junto a Luz Granier, economista y exsubsecretaria de Servicios Sociales, y a Rosanna Costa, actual consejera del Banco Central, solían visitarse y viajar. El último periplo de Silva con Benítez fue en agosto pasado, cuando fueron a Miami.
Si bien está tranquila, porque estuvo con ella en las últimas semanas, la pena que tiene no la puede soslayar. Pese a eso, respira profundo, eleva la mirada y la entrevista comienza. Se negó a la alternativa de responder por escrito.
En medio de un tiempo complejo para Enap, ¿cómo ha sido la reestructuración a nivel de directorio?
-Somos el primer directorio bajo la nueva ley de gobiernos corporativos de Enap, es decir, estamos haciendo camino al andar. Es un directorio transversal, con un representante de los trabajadores, dos del gobierno y cuatro nombrados por Alta Dirección Pública.
Antes, la conformación del directorio era más bien política, con el ministro de Energía y otras designaciones políticas. Antes era una empresa del gobierno, hoy es del Estado.
Llegamos a una empresa que tenía un fuerte quiebre con el mundo de los trabajadores, que tiene una crisis financiera importante y con una alta cartera de inversiones.
Nos tuvimos que hacer cargo de esta situación e instalamos las mejores prácticas en materia de administración y establecimos comités de directores, de auditoría, de proyectos e inversiones, de gobiernos corporativos, sostenibilidad y recursos humanos.
¿En qué negocios quieren estar y en cuáles no?
-Fue un año de instalación, difícil para Enap, con arrastre en materia de deuda -donde tenemos un nivel de endeudamiento de nueve veces el Ebitda- y con un alto nivel de dotación. Por eso, decidimos un cambio de administración. Hicimos un plan de contención de costos importantes y definimos en qué negocios queremos estar.
Para lo anterior revaluamos todos los proyectos de la cartera de inversiones del plan de inversiones quinquenal y definimos que queremos estar en los que permitan asegurar la continuidad operacional de la compañía, incorporando las inversiones medioambientales.
También decidimos estar en aquellos negocios que le permitan a la compañía cumplir su rol estratégico, como darle suministro de gas a Magallanes.
En tercer lugar, definimos participar en los proyectos de inversión que se alinean a la estrategia de la compañía y que sean rentables. En esa lógica, decidimos dejar de participar en proyectos como Alto Maipo, que implicaba invertir el 25% de la capitalización de Enap y no cumplía un rol ni estratégico ni económico.
El nuevo gerente general dijo que podrían mejorar oleoductos y gasoductos con otros países, ¿en qué va eso?
-Hemos hecho una evaluación estratégica de hacia dónde tenemos que fortalecer la capacidad de negocios. Dentro de eso, determinamos que tenemos que potenciar nuestra red, con la mirada de asegurar el suministro de combustible a cada lugar de Chile que hoy cubrimos, mejorar nuestra capacidad de logística y almacenaje desde el extranjero a nuestro país.
Tenemos que abrirnos y mirar a nuestros vecinos, para ojalá ser capaces de generar una gran red energética y que no solamente estemos en Chile.
Evaluaremos y exploraremos estas alternativas de generar una mayor relación comercial con los países vecinos. Para lo anterior, tenemos bastantes ventajas competitivas, como nuestros oleoductos, puertos e instalaciones de almacenamiento -que tenemos que ampliar-.
¿Han entablado conversaciones con los países vecinos para explorar nuevos negocios?
-No, es un tema en el cual tenemos que empezar a trabajar. Nuestra meta es tener en el segundo semestre de este año el detalle de lo que debería ser nuestro plan en esta materia.
¿Si se concretan alianzas internacionales, tendrían que asociarse en puertos con privados?
-Ya tenemos experiencia en esa materia y tendremos que determinar caso a caso, en función de cuál sea la mejor opción para la compañía.
¿Cómo se condice la necesidad de aumentar su capacidad de almacenaje con los problemas ambientales que tienen estas instalaciones en Quintero?
-Se puede ampliar, buscar otros lugares... Existen otras formas de construcción de los tanques de almacenamiento. Es algo en lo que estamos trabajando este año.
Indicaron que su plan de inversiones para el quinquenio era del orden de US$ 600 millones por año. ¿Se mantiene esto?
-Estará del orden de US$ 500 millones para 2019, pero eso tiene que ser afinado y aprobado por Hacienda.
Plan de ahorros y estrategia financiera: lo que pasó, pasó
Enap gastó en torno a US$ 1.400 millones en la última administración en buscar gas y petróleo. ¿Seguirán gastando en esa área a ese nivel?
-Las inversiones que se hicieron ya están hechas. Hacia el futuro vamos a tener un filtro mucho más riguroso en la evaluación de las inversiones y ser más exigentes respecto del retorno que se les exige a estos desembolsos. Las inversiones realizadas en obras como el Proyecto Incremental del Área de Magallanes (Piam) -que se hizo junto a YPF por US$ 354 millones-, ciertamente, no tuvieron los resultados esperados en términos de costos y el retorno.
¿Cuánto ahorraron en gastos en 2018 y cuánto esperan ahorrar este año?
-Instruimos a la administración disminuir el déficit de caja e implementar un fuerte plan de reducción de gastos, que nos permitió bajar gastos corrientes por más de US$ 40 millones en 2018. Esto es un proceso continuo y tenemos que mejorar significativamente la situación financiera de la compañía. Esta es una forma de administrar distinta.
¿Cuánto recortaron sus inversiones?
-Revaluamos nuestras inversiones de 2018 bajándolas en torno a US$ 90 millones. En 2019, el esfuerzo de austeridad continuará y buscaremos seguir todos los espacios de ahorro sin afectar la operación.
Reduciremos las inversiones también. En total, del plan quinquenal inicial estimaba montos de US$ 800 millones anuales, esperamos rebajarlo en unos US$ 300 millones para 2019.
En enero despidieron a 370 personas en el marco de su plan de reducción de gastos. Se conoció que los sindicatos tenían bonos entre $ 20 millones y $ 40 millones por persona, con gratificaciones bimestrales del 50% de lo ganado el mes anterior y una serie de beneficios. ¿Ordenarán este tema? ¿Creen que hubo errores en estipular estos acuerdos?
-(Respira profundo, se toma la cabeza y responde). Producto de la situación de la compañía se tuvo que adoptar la difícil decisión de pedirles a más de 300 personas que dejaran la compañía. Esto fue muy duro, doloroso y conversado con el mundo sindical, que comparte la necesidad de avanzar en asegurar la sostenibilidad de la compañía en el largo plazo.
Los convenios colectivos que mencionas están vigentes, pero estoy convencida de que los trabajadores están conscientes de que todos los convenios, remuneraciones y temas de dotación tienen que responder a la realidad de la compañía.
¿Qué medidas han tomado para valorizar la compañía?
-Hemos revisado y valorizado, de acuerdo a las normas IFRS, los activos de la compañía. Los resultados se verán en los estados de resultados de 2018.
¿Se encontraron con una valorización más positiva de lo que pensaban?
-No. 2018 fue muy duro para Enap y esta valorización no va a contribuir a mejorar el resultado.
¿Esto lo hicieron con miras a vender activos prescindibles que mejoren la posición de caja?
-Lo hicimos para conocer a cabalidad cuál es la verdadera situación de la compañía y hacer el lineamiento de cuán estratégico es cada activo. Hemos identificado algunos activos que posiblemente no podrían tener el rol que en algún momento tuvieron, pero no hemos tomado decisiones respecto de su futuro.
¿Es suficiente para mejorar la situación financiera una mejor gestión o falta un mecanismo permanente de capitalización del Estado?
-Tenemos mucho por hacer para mejorar la situación financiera de la compañía antes de pensar en una capitalización permanente. Las empresas del Estado tienen que ser sostenibles y cumplir su rol lo más eficientemente posible.
Tienen sus oficinas en un edificio nuevo de El Golf de clase premium, donde la administración anterior hizo un cambio de imagen y logo. ¿Cómo ve esto dada la crisis financiera de la compañía?
-Puede que sean decisiones que este nuevo directorio no hubiese tomado. Fueron decisiones de la administración anterior y nuestra mirada es hacia el futuro. Es un edificio que existe y un logo que existe. Punto.
"Si las empresas del Estado son cajas pagadoras, tendrán una muerte natural"
Enap estuvo en el centro del debate en la crisis ambiental de Quintero, donde la empresa se vio enfrentada con el Ministerio de Medio Ambiente. Silva repasa la situación de la zona y, de paso, detalla cuál es el mandato que tiene para la compañía por parte del gobierno.
¿Cómo analiza el hecho de que el Ministerio de Medio Ambiente los culpara tempranamente por la crisis de Quintero?
-No hay ningún hecho que al día de hoy permita determinar que las responsabilidades de los lamentables hechos ocurridos en Quintero fueran de Enap. De hecho, después de que la empresa dejó de operar en las instalaciones específicas que eran apuntadas como las responsables, hubo más de 1.300 personas afectadas. La semana pasada, la Corte de Apelaciones de Valparaíso rechazó los 12 recursos de protección entablados contra distintos organismos, entre ellos Enap, por la crisis de Quintero, señalando que no es posible determinar cuál es la causa y el causante de estos eventos. Sin embargo, por respeto y consideración hacia todas las personas que fueron víctimas de esta crisis, creo que tenemos que esperar los resultados finales de toda esta investigación.
¿Cree que a futuro se tiene que mejorar la comunicación con el Ministerio de Medio Ambiente?
-Tenemos una muy buena relación con la ministra. Ella cumple un rol y yo cumplo otro, y eso siempre va a ser así. Lo importante es respetar la institucionalidad, y allí nosotros haremos nuestros descargos con la Superintendencia de Medio Ambiente y nos defenderemos en los Tribunales de Justicia.
¿Qué mejoras están haciendo en Quintero?
-Mejoras estructurales y operativas en el funcionamiento del Terminal Marítimo en Quintero, con inversiones en sus sistemas de monitoreo de tráfico y meteorología, espías y válvulas, procesos para transferencia de combustible de forma segura y la implementación de un sistema de seguridad en los flexibles flotantes y submarinos, para evitar incidentes en caso de rotura de las instalaciones por tensión excesiva. En lo anterior se han invertido alrededor de US$ 9 millones y se han adoptado otras iniciativas en torno a la emergencia ambiental de 2018 por otros US$ 2 millones.
¿Cuál es el mandato del Presidente respecto de Enap?
-Asegurar la sostenibilidad de la compañía en el largo plazo, que continúe con su rol estratégico de asegurar el abastecimiento de combustible a la mayoría de los chilenos, de forma eficiente y responsable.
¿Cuál es su visión frente a Enap y la existencia de empresas estatales?
-Tenemos la obligación de hacer sostenible esta empresa en el largo plazo, porque o si no las empresas del Estado van a dejar de existir. Si son cajas pagadoras, van a tener una muerte natural. Es necesario que en ciertas áreas existan empresas estatales, pero se tienen que administrar de la mejor forma posible, porque son recursos de los chilenos.
¿Se abre a la opción de privatizar una parte de Enap?
-No lo tenemos en carpeta. Sé que puede haber muchos interesados dando vueltas, pero nosotros estamos centrados en producir ingresos y asegurar la continuidad de la empresa a largo plazo.