Mañana se desarrollará el segundo paro activo convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que tiene como principal objetivo rechazar la agenda legislativa del gobierno, sobre todo en materias que involucran directamente a los trabajadores como son los proyectos de Estatuto Laboral Juvenil, el de teletrabajo y la eventual presentación de la reforma laboral.

¿Cómo se desarrollará la jornada de mañana?

El paro se extenderá todo el día. Desde las 06.00 horas y hasta las 10.00 horas se realizarán jornadas territoriales y a las 12.00 horas, en cada región, se iniciarán las respectivas marchas, que en el caso de Santiago está convocada en Plaza Italia.

¿Por qué los trabajadores deberían sumarse a este paro?

Esta es una movilización abierta, pensando en que distintos actores sociales puedan sentirse convocados a esta manifestación, y por lo tanto, un paro nacional activo es precisamente para abrir las puertas desde distintas formas y en múltiples expresiones se puedan manifestar, compartiendo el objetivo de esta jornada que es principalmente el desafío de la agenda del gobierno. Vemos con preocupación lo que ha pasado con la reforma tributaria, vemos con preocupación los anuncios que se han hecho en torno a educación. Tenemos el peligro de una potencial reforma laboral, un rol de la Dirección del Trabajo que ha sido muy deficiente, un Tribunal Constitucional que avala las prácticas antisindicales (...). Entonces, en un escenario como ese, donde ha ido aumentando la arremetida y ofensiva, el llamado al gobierno es modificar esta agenda que no es la prioritaria para el país.

¿Y cuál es la agenda que les preocupa a los trabajadores?

Uno de los temas fundamentales para ellos es el tema del empleo, la incertidumbre de la cesantía o lo que se ha venido dando, el cierre de cientos de empresas que ha significado la pérdida de numerosos empleos. Nosotros hemos dicho que ese elemento debería estar en el centro de cualquier agenda país, cualquier política futura debe estar mirando esa realidad y frente a eso, pensamos que no ha sido suficiente el esfuerzo que ha hecho hasta ahora el gobierno y por su puesto nos parece insuficiente lo que se ha hecho desde el Parlamento.

¿Cuántas organizaciones ya se han sumado a la convocatoria?

Tal como lo han dicho las propias asociaciones, ayer estábamos con los funcionarios de la Salud, hoy con las trabajadoras de la Junji y lo que se ha señalado es que efectivamente se realizarán turnos éticos para cubrir las necesidades y las urgencias. Esto no se trata de generarle un agobio mayor a las familias, al contrario, queremos que se entienda que comprendemos ese agobio, pero necesitamos movilizarnos para que los temas expuestos sean parte de la agenda prioritaria y entiendo que desde la ANEF se ha señalado lo mismo, es decir, que en aquellos servicios más críticos habrán atenciones y turnos de emergencia. Y en el mundo privado el llamado ha sido a paralización y también a hacer asambleas. En muchas faenas lo que se va a hacer, por los reportes que nos han entregado, paralizaciones por horas de tal manera de hacer jornadas de difusión.

¿Cuántas personas esperan?

Nosotros no hacemos proyecciones al respecto, pero hoy podemos decir con certeza que tenemos gran parte del sector público vinculado a la CUT ya se ha plegado, al igual que en el sector privado y en cuanto a los movimientos sociales ya tenemos clara la participación de No Más AFP, de la plataforma Chile Mejor sin TLC, de los comité de allegados y organizaciones de pobladores, el Confech, entre otros.

¿Crees que las personas puedan seguir confiando en este tipo de movilizaciones para lograr los objetivos planteados?

Muchas veces nos preguntamos si serán los tiempos para seguir agotándonos con las movilizaciones. Nosotros reconocemos que ha habido una agenda muy intensa de movilizaciones partiendo con el 8M (Día de la Mujer) y terminando el 31 de marzo que fue la última convocatoria de No Más AFP y por lo mismo creemos que hay que pensar bien cómo seguir actuando, cómo seguir movilizándonos. Entendemos que también genera y puede generar incluso decepción en la ciudadanía ver que se movilizan y esto no tiene repercusión en la institución política, pero también la pregunta que nos hacemos es ¿tenemos otro camino? Lamentablemente si no hacemos presión, si no nos movilizamos lo que se puede producir en Chile es un nivel de apatía y afección con la política porque no hay respuesta, porque no se enfrenta los temas principales, porque pareciera ser que el debate en los partidos con el gobierno no tiene que ver con lo que realmente le importa a la ciudadanía. Estos llamados de atención deben ser recogidos, si no es el gobierno al menos por el mundo de la oposición y actuar de manera mucho más articulada.