El presidente de la clasificadora de riesgo ICR, Álvaro Clarke, se declara optimista con lo que ha ocurrido en el primer semestre, pero hace un llamado a la autoridad.
"La economía ha mejorado sustancialmente, también las expectativas. Sin embargo, creo que es tiempo de incidir en las variables de crecimiento de largo plazo. Si no se enfrentan ahora, el costo de dejar su solución para más adelante puede ser muy alto".
Explica que en este impulso económico del país ha sido clave el repunte de la inversión. Y al respecto, muestra datos concretos en base a un análisis realizado a las emisiones de deuda del primer semestre por parte de las empresas y financieras no bancarias.
"Lo que ocurrió en los últimos cuatro años es que gran parte era refinanciamiento. Pero en el primer semestre, lo que es refinanciamiento ha cambiado, ha bajado su peso. Ahora el financiamiento con fines de inversión es muy superior a lo que se veía anteriormente", dice.
Detalla que antes el refinanciamiento explicaba el 80% de los montos de las colocaciones de bonos, y en el primer semestre de este año bajó al 60% de los montos.
¿Qué está dando cuenta esto?
-De qué en lo que va del año, que en términos relativos se está destinando a nuevos proyectos, que es inversión, y por lo tanto, afectará la tasa de crecimiento de largo plazo de la economía.
¿Entonces es cosa de paciencia, como han pedido las autoridades?
-Los procesos de inversión tienen ciclos. Empieza con el estudio de los proyectos, luego con el financiamiento una vez aprobados. Y una vez que se empiezan a materializar es cuando se siente de manera más tangible en el sistema económico. Hay una perspectiva positiva desde la observación de lo que ha sido el mercado de los bonos. El ambiente ha sido mucho mejor este primer se semestre, sin perjuicio de que hay otros factores que podrían incidir negativamente en las expectativas de los agentes económicos, como un alza en la tasa de interés en los mercados internacionales, así como también en Chile. Otra variable es una potencial guerra comercial. Por ello es absolutamente necesario que el gobierno tenga un liderazgo más fuerte en la implementación de reformas que son necesarias para incidir en el
Producto potencial.
¿Cómo ve la disminución de la clasificación de riesgo del país. ¿Coincide con el diagnóstico de la agencia o con el del ministro?
-Hay que mirar a Chile junto con países que tienen similar clasificación de riesgo o la han tenido. Surge el tema educacional, que es un aspecto al que hizo alusión Moody's, las pruebas Pisa de matemáticas, ciencia y lectura, y se ve que con cualquiera de los que compartió y comparte clasificación, Chile está muy distante de ellos. Claramente la productividad media de quienes se educan en Chile es más baja que en el resto de los países comparables. Su capacidad de competir y absorber nuevas tecnologías también lo es. Su capacidad de potenciar el capital humano también lo es.
Moody's tiene razón...
-De alguna forma ha desnudado ciertas falencias, y que a la vez son desafíos. Uno de ellos es el bajó estándar educacional. Al mirar los países comparables en el rating, se observa que ya tuvieron los grandes debates sociales, han sido superados, lo que les da más estabilidad política. Esto incide en que tengan una mejor clasificación de riesgo, porque no se esperan grandes cambios en las políticas públicas. Por lo tanto, es muy probable que sigan existiendo presiones sociales sobre el presupuesto sobre estas materias. La gestión presupuestaria y de la administración pública requiere generar consenso que permitan abordar estos desafíos de buena forma y controlada. Es el Ejecutivo el que tiene que jugar este rol de articular estos acuerdos, rol que no se visualiza que el actual gobierno lo esté llevando con la suficiente diligencia.