En una extensa carta a los accionistas de Carozzi, el presidente de la firma, Gonzalo Bofill, se refirió al desempeño de la firma en 2021, las dificultades producto de la pandemia y, en particular, a sus preocupaciones con respecto a la Convención Constitucional.

“Entendemos que para que a las compañías y a las personas les vaya bien es necesario que al país le vaya bien”, señaló Bofill, quien aseguró además que el país está viviendo un cambio de ciclo en “muchos sentidos”.

Desde la empresa, dijo Bofill, esperan que el nuevo Gobierno asuma la tarea con la responsabilidad de ofrecer al país “un camino de estabilidad y progreso, y realicen las reformas que sean necesarias sobre los pilares de la libertad y emprendimiento que han permitido en las últimas décadas reducir de un 40% a un 10% la pobreza, e impulsar el crecimiento de la clase media, que mientras en el año 1990 representaba el 24% de la población, hoy alcanza al 62%”.

En ese sentido, el empresario apeló a que “no perdamos la memoria y recordemos que el Chile de los años 80 era muy distinto al de hoy, más pobre, más desigual, con bajo desarrollo y menores oportunidades”, una visión que, dijo, no sería compartida por todos.

“Hoy tenemos razones para estar preocupados. Hemos sido testigos de una áspera y hasta violenta polarización en el proceso constituyente, siendo una señal de alarma, una luz roja que nos habla de grandes riesgos presentes y futuros”, siguió Bofill, quien aseguró además que el proceso no estaría avanzando en una senda que consagre un futuro donde se respete el Estado de Derecho.

Y se refirió en aún más duros términos, apuntando a que la Convención Constitucional “está cuestionando elementos centrales que ni los países más ortodoxos, como China y Rusia, se han permitido poner en duda: reglas claras, el fomento a la inversión, la apertura a los capitales”.

Desempeño de Carozzi en 2021 y proyecciones

Como un año desafiante catalogó Bofill el 2021 para la firma, y es que el escenario económico mundial y de los países donde opera la firma los “desafió fuertemente”, dijo.

“El impacto de la pandemia fue evidente en temas clave para Carozzi, afectando la salud de las personas, impulsando un alza en el costo de las materias primas y transporte, y un fuerte crecimiento en el consumo”, dijo al respecto.

Sin embargo, señaló el empresario, pese a la alta volatilidad de los mercados, a diciembre de 2021 los ingresos consolidados acumulados de la empresa crecieron un 9,2% respecto del año anterior, alcanzando $1.048.199 millones, y superaron por primera vez la barrera del billón de pesos chilenos.

“Lo anterior no hace más que reafirmar nuestra convicción de perseverar en nuestra estrategia de diversificación, en la búsqueda permanente de aumento de la productividad y en la mejora continua en nuestros procesos de gestión”, agregó.

Asimismo, afirmó el presidente de la firma, uno de los proyectos más desafiantes fue la integración de Bresler, siendo los helados “una nueva categoría, que significó un reto y aprendizaje en todos los ámbitos”.

Sobre los desafíos para este año, el empresario señaló la proyección como empresa a futuro en el contexto del cambio climático y una nueva demanda por alimentos a nivel internacional.

Así, el empresario también se refirió a sus operaciones en Argentina y Perú. En Argentina, dijo, la gestión de la firma se enfocó en buscar nuevos caminos para llegar a los consumidores, potenciar el desarrollo de marcas arraigadas en la preferencia local y agregar nuevas categorías de productos.

En Perú, por otra parte, “(...) el escenario restrictivo en lo económico y los problemas en el abastecimiento de algunas materias primas afectaron el desempeño de Molitalia. Sin embargo, seguimos adelante trabajando por el desarrollo de nuestras marcas y productos”.