Presidente de Clínicas de Chile y crisis de las isapres: “Lo que plantea esta ley corta es más incertidumbre y más incerteza”

Gonzalo Grebe
Foto: Andres Perez

Gonzalo Grebe señala que la propuesta que presentó el gobierno al Congreso no da viabilidad a las isapres, y por eso mismo cree que "es una ilusión" prometer a las personas una devolución de dinero. Si bien el regulador calcula en US$1.400 millones lo que adeudan las isapres a sus afiliados, el ejecutivo dice que "falta una parte muy importante", que son los US$500 millones que deben a los prestadores privados. Proyecta que solo quedan seis meses "para poder evitar una crisis en la salud pública".


“Este proyecto de ley corta no entrega soluciones ni certezas a las personas. Hemos venido planteando hace mucho tiempo la necesidad de poder terminar con esta incertidumbre, con la cual el sistema de salud en general se ha visto afectado. Hoy día tenemos un sistema que lleva mucho tiempo esperando, y sin duda aquí los grandes afectados en esto son las personas”.

Eso es lo primero que dice el presidente de Clínicas de Chile, Gonzalo Grebe, a la hora de hablar de la ley corta de isapres que ingresó el gobierno al Congreso la semana pasada para poner en marcha el fallo de la Corte Suprema sobre la tabla de factores. El líder del gremio que agrupa a las clínicas del país añade que “es urgente arribar a una solución implementable, pero en el corto plazo.”.

¿Qué tan pronto hay que solucionarlo?

-Creo que tenemos seis meses por delante. No más. Es la última oportunidad que tenemos para poder evitar una crisis en la salud pública. Creo que si no se dan las condiciones, aquí va a ser inevitable que el sistema de financiamiento privado no pueda continuar, no sé si parcial o totalmente. Eso, con todas las consecuencias que tiene sobre los prestadores privados, los cuales han puesto capital de trabajo importante, y en especial los prestadores médicos individuales, los cuales han estado bastante fuera de esta discusión, pero también han sido soportantes de esta crisis, y que hoy día no están siendo contemplados en la solución. Si bien aquí se habla de que la dimensión del problema es cercana a los US$1.400 millones, falta una parte muy importante, que es la deuda con los prestadores privados: estamos hablando de una deuda del orden de US$500 millones, la cual ha permitido mantener al sistema funcionando, y hoy día, en la solución propuesta, en los números que ha mostrado el ministerio, que ya son números gigantescos, falta por lo menos un 30%, que es esta deuda con los prestadores, los cuales deben estar contemplados en cualquier mecanismo de solución.

¿Las clínicas siguen postergando inversiones?

-Sí. Aquí lo único que se espera es que se den condiciones de certidumbre y se den certezas. Hoy día, lo que plantea esta ley corta es más incertidumbre y más incerteza, porque a ojos de la mayoría de los actores del sector se cuestiona claramente la factibilidad de la propuesta, por los montos y los plazos considerados.

Dijo que sólo hay seis meses para evitar una crisis de salud pública. Eso pensaba también hace seis meses, ¿no?

-El elástico se puede seguir estirando eternamente. Pero al final del día, en la medida que yo tenga todo el sistema paralizado, los costos sobre las personas cada vez van a ser mayores. Puede haber otra prórroga de seis meses más, podemos seguir con prórrogas eternas, pero al final, ¿quién es el más perjudicado? El paciente, las personas. La realidad es que han pasado seis meses con las (clínicas con) inversiones postergadas. En seis meses más vamos a tener las mismas inversiones postergadas. ¿Puede seguir navegando el sistema? Probablemente, puede seguir un tiempo más. Pero al final del día, ¿que es lo que está ocurriendo? Que estamos nivelando hacia abajo. Lo que estamos haciendo es que estamos deteriorando el servicio, estamos disminuyendo prestaciones, estamos haciendo que las clínicas hoy día estén más preocupadas de ver cómo se preparan para la crisis, en vez de ver cómo seguimos abordando los problemas de salud que tiene la gente.

¿Cree que con este proyecto de ley corta, tal como lo han dicho las isapres, podría caer el sistema?

-La verdad es que con los números que se pusieron arriba de la mesa es muy difícil imaginarse un escenario en el cual las isapres tengan que enfrentar una reducción de ingresos del orden del 6% a 8%, permanente, que son cifras que alcanzan los $30 mil millones mensuales, estamos hablando de $360 mil millones anuales de menores ingresos, y que, adicionalmente, tengan que generar excedentes para poder hacer frente a la deuda con las personas, más lo que estamos planteando nosotros, la regularización de la deuda a los prestadores.

Si eso es así, estos anuncios respecto a devoluciones que en total son cercanas a los US$1.400 millones, ¿pueden estar generando falsas expectativas en la población?

-Absolutamente, porque para que se pueda dar la devolución de la deuda, o para que las personas en su prima mensual vean una reducción, el sistema tiene que seguir funcionando. Y para eso hay que generar condiciones de corto plazo que hagan que las isapres puedan seguir operando normalmente, y generar los excedentes para poder pagar la deuda (...) Es una ilusión prometerle a las personas que van a ver una devolución mensual, una reducción de su plan, o una devolución de esos montos que se habla, si es que efectivamente el sistema no puede seguir funcionando.

¿Cuál es el llamado que hace a las autoridades?

-Estamos pidiendo una discusión técnica seria. La verdad es que la solución que hoy está sobre la mesa es una solución que adolece de respaldos técnicos que efectivamente nos puedan transmitir a todos los que estamos acá, la tranquilidad de que es una solución factible de implementar. Vemos la rectificación de una cifra, o sea, se informa un monto (de disminución de ingresos) que no se había informado en los cinco meses y medio anteriores, que se suponía que se manejaba; fue informado la semana pasada, el fin de semana tuvieron que salir a rectificarlo, y yo creo que aquí se adolece de una discusión técnica más profunda y más seria, porque esto que estamos discutiendo es demasiado relevante, no sólo para la subsistencia o el sistema asegurador privado, es cuánto de esto va a terminar impactando en las salud de las personas. El fallo lo que dice es que no se puede poner en riesgo financiero al sistema. Y eso no se condice con la propuesta de ley corta. Por lo tanto, hay una contradicción vital entre lo que informa la autoridad, o la propuesta de ley corta, y el espíritu del fallo.

El gobierno ha insistido en que esta ley corta da viabilidad a la industria. ¿Están equivocados?

-Sí.

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