Juan Sutil no ha parado. Desde que el miércoles la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) lanzara un fondo para ir en ayuda de la crisis sanitaria del Covid-19, el presidente de la entidad no ha dejado de recibir llamados. “Algunos llaman a las 12 de la noche, otros a las 6.30 de la mañana”, relata. Más que mal, la iniciativa se armó en cosa de horas y fue recién tras el anuncio, que varios empresarios se enteraron de ella y comenzaron a actuar.
Según relata Sutil, su primera aproximación fue con el presidente de AMSA, Jean Paul Luksic, el objetivo era juntar los recursos para traer de vuelta a los chilenos en el exterior. Sin embargo, al poco andar se percató que el foco más urgente estaba en la salud. Y el lunes recién pasado, lo planteó ante el Comité Ejecutivo de la CPC. A cada gran empresario se le puso una cuota. Y a comienzos de semana, Bernardo Matte lo contactó, apoyando fuertemente la iniciativa, y a través de él Sutil se enteró que Andrónico Luksic estaba también dispuesto a aportar. Con ese antecedente, se tomó la decisión de dar a conocer el fondo el miércoles. Se trataría de un instrumento por $50.000 millones, el cual hasta el miércoles llevaba recaudado $34.000 millones, y que ya al otro día iba en más de $37.000 millones. El viernes la suma era cercana a los $42.500 millones. "Todos los días se han ido sumando empresarios. Me escribió, Hernán Besomi de Ebco, donde pese a que la construcción está muy complicada, quiso adherir; al igual que el Matadero Lo Valledor; la Fundación Walton, la familia Lavín, Solari, Said, el banco Santander, Embotelladora Andina, entre otros que se han seguido sumando. Esa ha sido la tónica. El empresariado esta jugado, dice unámonos", confidencia Sutil.
¿Dado el comportamiento que ha visto, cuándo se deberían alcanzar los $50.000 millones?
-Aún no llegamos, estoy esperando la respuesta de la industria minera, de la industria salmonera, del área agrícola, de la construcción, donde ya se han ido sumando individualmente algunas empresas. Creo que finalmente vamos a llegar a los $50.000 millones y quizá pueda crecer algo más.
¿Cómo se canalizan esos recursos?
-Estamos creando un fondo que va a ser el vehículo para materializar todas las donaciones al Fisco, y segundo van a haber donaciones directas de las empresas a instituciones o fundaciones que requieran y que han tenido que asumir costos para defender y proteger especialmente a la gente más vulnerable.
¿Cuáles fundaciones?
-Las anunciaremos próximamente, pero son todas aquellas que hoy están luchando y asumiendo mayores costos para enfrentar los problemas de salud, los problemas de cuarentena de las personas más débiles. Estoy buscando la manera de unir a la gente y buscar la solidaridad, entonces también voy a procurar que las fundaciones estén en esta jugada.
¿Estos aportes son anexos al fondo de $50.000 millones o van dentro de los mismos recursos?
-Lo que es más importante es que esto sea con total prontitud y celeridad, porque esto no puede esperar, entonces si eso significa que un aporte que me va a hacer una empresa me lo va a hacer al fondo, prefiero decirle deposítalo directo a tal fundación y que él te dé el certificado de donación. Acá tenemos que hablar con prontitud.
¿Por qué cree que no hubo una iniciativa como esta tras el 18-O para ayudar a financiar la agenda social del país?
-Porque creo que esto nos une a todos, esto no tiene color político. Este es un problema de la sociedad en su conjunto, de responsabilidad social de verdad, acá está la salud de las personas entre medio.
¿Es posible un fondo 2... que el empresariado pueda dar más, si es necesario?
-La meta es de $50.000 millones, si la superamos sería maravilloso. Y el fondo es para hacer donaciones para los problemas de salud que tiene que enfrentar el Estado, pero si el día de mañana puedo ir más rápido a través de una fundación, perfecto; hablar de crear otro fondo, la verdad es que es irrelevante. Acá lo importante es actuar con sentido de urgencia.
¿Cuándo se empezarían a entregar los primeros recursos?
-Mi aspiración es que sea a partir de la próxima semana, estamos afinándolo con el Ministerio de Salud y espero tenerlo andando la próxima semana. Hoy ya tenemos un director ejecutivo full time en el fondo para coordinar todo lo que significa la operación. Se trata de Nicolás León, de la Cámara Chilena de la Construcción; la Cámara lo puso a disposición para que se haga cargo de la dirección del fondo.
¿Cuántos serían los primeros recursos que aportarían?
-El Minsal va a pedir todo lo que sea necesario, y nosotros vamos a ir viendo y poniendo los recursos. El concepto es “ministro esta semana qué vamos a hacer”. Hoy (ayer) justo en la mañana estábamos viendo qué significa dotar de todos los elementos de protección a los doctores de los 42 hospitales de Santiago. Nicolás León y el subsecretario de Redes Asistenciales deben hacer el levantamiento e imagínate que son $2.000 millones, y decimos “van los $2.000 millones”. Esto no se puede planificar con anticipación.
¿Este fondo marca un sello de su mandato ahora ante la CPC?
-No, porque yo vine a la CPC a tratar de colaborar y construir los acuerdos que el país necesita para su mirada a futuro de los próximos 30 años. Eso fue lo que me motivó y pienso que el coronavirus, si lo miramos de manera optimista, va a tener un peak durante los próximos meses, de ahí va a bajar, y el país tiene que volver a ponerse en marcha y vamos a volver a la regularidad de las discusiones y ojalá actuemos con la misma forma generosa de construir los acuerdos del futuro. Chile es de todos nosotros. Y ese país tiene que tener un denominador común que nos interprete a todos, no puede ser que esto se cargue a un lado o al otro, tiene que cargarse para todos.
¿Le parece que las empresas grandes en problemas por el coronavirus, como ha sido el caso de Latam, deben agotar primero las soluciones de mercado, antes de acudir al Estado?
-Por supuesto. Esto es una foto que va a durar 90 días, y por una foto de 90 días no nos podemos destruir, entonces yo digo ‘empresas como las empresas aéreas ¿las necesita o no las necesita Chile en 120 días más para volver a la normalidad?, por supuesto que las necesita; ¿esas empresas a futuro van a tener flujo para cumplir con sus compromisos?, por supuesto que sí, entonces yo prefiero mirar a esas empresas con el objetivo de su flujo futuro que mirar su drama interno hoy día. Y junto con eso, si esas empresas todavía tienen manga pueden ir buscando soluciones; pueden ir al mercado de capitales y conseguir recursos para seguir funcionando, y una vez que eso ocurra si no alcanza, el Estado también tiene que tomar un rol, porque el Estado tiene que pensar que debe tener compañías estratégicas, si Chile tiene la necesidad de mover gente.
¿En caso de salvataje del Estado, está de acuerdo en que lo que se salva es la empresa y no los dueños, los que deben diluirse e incluso salir de la propiedad?
-No entraría en la discusión de lo que me preguntas, sí diría que el salvataje tiene que ser, sin duda, a la empresa…
Con la consecuencia de que a lo mejor una participación pase a ser del Estado…
-Es que para qué agregarle ese componente, lo que digo es otra cosa, que es que si el Estado tuviera que intervenir en alguna empresa que fuera estratégica, por supuesto que tiene que intervenir en favor de la empresa y no de sus accionistas, esa es mi respuesta.
¿Qué opinión le merece la resolución de la Dirección del Trabajo que permite suspender salarios por cuarentena?
-Si la Ley de Protección al Empleo se hubiera aprobado con la prontitud que corresponde, no estaríamos discutiendo el dictamen de la DT…
Pero lo estamos discutiendo, ya es un hecho de la causa...
-Me quedo con lo importante que es que nosotros estamos promoviendo la continuidad laboral de todos los trabajadores, pero entiendo que un señor que tiene un restaurante y se quedó sin sustento, que probablemente no va a tener cómo mantenerse, esa persona no sé si va a poder cumplir con el arriendo, con sus trabajadores, etc., porque para él efectivamente es una causa de fuerza mayor, porque de él no depende haber quebrado.