Sonami y Consejo Minero lamentan que el gobierno insista en un royalty ad valorem

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Además, los presidentes de ambos gremios dijeron que si bien participaron en los diálogos convocados por Hacienda, sus posturas no fueron incluidas en la reforma tributaria. El nuevo sistema subirá el impuesto a medida que sube el precio del metal.


Uno de los tres proyectos que considera la reforma tributaria es el referido al royalty minero. De acuerdo con lo informado ayer por el gobierno, el objetivo de los cambios es elevar la tributación de la gran minería del cobre, definida como aquellos explotadores de cobre con producción mayor a 50.000 toneladas métricas de cobre fino al año.

La idea del gobierno es un royalty de carácter híbrido, que combinará (1) un componente sobre las ventas (ad-valorem) que oscilará entre tasas efectivas entre el 1% y el 2% para los productores entre 50.000 y 200.000 toneladas métricas de cobre fino (TMCF), y entre el 1% y el 4% para aquellos con más de 200.000 TMCF; y (2) un componente sobre la renta minera, con tasas de entre el 2% y el 32% sobre la rentabilidad operacional, para precios del cobre entre US$2 y US$5 la libra. Las tasas serán crecientes a medida que suba el precio del cobre, aumentando junto con las rentas económicas del sector.

Así, según lo que explicó Hacienda, si el precio del cobre está, por ejemplo, en US$3,30, la recaudación es del 0,3% del PIB; si se ubica en US$3,70 la libra, la recaudación será del 0,5% del PIB, y si el valor del metal sube a US$4,20 la libra, la recaudación alcanzará el 0,9% del PIB.

No obstante, precisaron que existe una estimación promedio para el término del gobierno: para 2025 esperan que se logre una recaudación del 0,5% del PIB, mientras en régimen, esto es, hacia 2030, tener una recaudación del 0,6% del PIB, ubicándose en un punto medio entre lo que se recaudaría con la redacción aprobada por la Cámara de Diputados y el informe de la Comisión de Minería del Senado.

Frente a este diseño, tanto el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández, como el del Consejo Minero, Joaquín Villarino, lamentaron que se insista en un royalty ad valorem.

“El royalty ad valorem es un impuesto regresivo que afecta más a las mineras pequeñas y a las de costo más alto, disminuyendo la competitividad del sector, lo que es dañino para el país”, dijo Hernández en un comunicado.

Villarino, por su parte, sostuvo que “la combinación de un royalty ad valorem de hasta un 4%, que distingue por tamaño de faenas y no por márgenes operacionales, más un componente sobre rentabilidad, que aumenta con el precio del cobre y no según los márgenes, daña gravemente la competitividad de la industria minera y, por consiguiente, no generará un mayor aporte al país de manera sostenida”.

Asimismo, Hernández agregó que el sector minero siempre ha estado disponible para conversar y aportar en el financiamiento del mayor gasto social que contempla el programa del actual gobierno, “pero creemos que es complicado aplicar una reforma tan ambiciosa en un escenario de alta inflación y señales de recesión económica”.

Por otro lado, si bien dijo que participaron en los diálogos tributarios impulsados por el Ministerio de Hacienda, “creo que al final no se consideró nuestra opinión”.

La misma visión tiene Villarino, quien señaló que “lamentamos que todos los argumentos para tener un buen diseño de royalty minero que se dieron durante los Diálogos Sociales para la Reforma Tributaria, tanto nuestros como de múltiples especialistas, no hayan sido considerados por el gobierno. Preliminarmente, se trata de una propuesta dañina para el sector en el mediano y largo plazo”.

De acuerdo con un estudio del CEP de 2021, en Chile el Impuesto Específico a la Minería (IEM) actual es una tasa de entre el 5% y el 35% sobre la renta operacional de la empresa, con una tasa promedio de entre el 5% y el 14%.

El estudio hizo una comparativa con los principales países y áreas dentro de países mineros. El sistema más parecido al que se tiene en Chile actualmente es el que se registra en Perú, donde se aplican tasas basadas en márgenes operacionales. No obstante, el informe destaca que en Perú se cobran dos impuestos específicos al sector minero. Uno tiene tasas nominales desde el 2% hasta el 8,4%. El segundo es uno cuyo impuesto a pagar es el mayor entre impuestos progresivos de entre el 1% y el 12% de las rentas operacionales trimestrales o el 1% de las ventas brutas.

Cuando los royalties se aplican sobre las rentas operacionales, en general las tasas van desde el 1,25% (Arizona, Estados Unidos) hasta el 13% (Columbia Británica, Canadá). Salvo en Quebec (Canadá), en los demás casos las tasas son uniformes y no dependen de los márgenes operacionales. “Por lo tanto, la tasa promedio puede ser mayor o menor a la de Chile, dependiendo del margen operacional de la empresa. En los casos en donde se aplica el impuesto sobre las ventas brutas las tasas van desde el 2% al 5%. Adicionalmente, existen ciertas excepciones o deducciones adicionales que dependen de cada caso en particular”, dice el documento.

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