Tengo las mejores expectativas en el rumbo que está tomando el gobierno. Así lo asegura el empresario Fernando Echeverría, ex intendente de la región Metropolitana durante la primera administración de Sebastián Piñera, y que hoy preside una de las mayores constructoras del país. Este año Echeverría Izquierdo invertirá US$80 millones, como parte de un plan quinquenal a 2021 por US$500 millones. Dice que el foco de la compañía seguirá estando en Chile. Eso mientras esperan ver el futuro de Argentina, donde todavía el crecimiento económico no los convence para aumentar fuertemente su presencia, y mientras el área de infrestructura en Perú continúa con un menor dinamismo.
¿Hay mejores perspectivas para el sector en Chile?
-Son las mejores que ha habido en muchos años. Las principales variables que mueven este mercado están en niveles muy buenos. Después de cuatro años vemos que hay una reactivación importante del sector. Por eso estamos muy optimistas de lo que viene, sobre todo en 2019 y 2020.
¿Qué opina del foco pro inversión anunciado por el gobierno y qué acciones concretas se esperan en ese sentido?
- Valoramos mucho el tinte pro inversión. Las señales macroeconómicas que ha estado dando, la responsabilidad fiscal, ha sido una gran noticia. Esta iniciativa que tiene el Ministerio de Economía de una oficina para destrabar proyectos la vemos con mucho optimismo, al igual como la iniciativa que tiene el Ministerio de Medio Ambiente de acortar los plazos de aprobación de permisos.
Ahora, siempre hay cosas que se pueden hacer. Necesitamos estudiar el tema de la ciudad. Se acordó hace 20 años que se iba a densificar dentro del anillo Américo Vespucio y hoy hemos visto como la mayoría de los municipios han echado marcha atrás y están yendo en contra, encareciendo terriblemente la vivienda. Ese es un punto que tenemos que acercarnos a conversar nuevamente, porque estamos transformando la ciudad sólo para ricos.
El otro tema muy importante es la certeza jurídica de los permisos, que nos preocupa harto. Algunos alcaldes, e incluso otros organismos del Estado como Monumentos Nacionales o Contraloría han puesto en duda los permisos de obras, y eso lo encuentro muy complejo. Tenemos un caso gravísimo como el del alcalde de Las Condes que revocó un permiso sin tener atribuciones, que la Corte de Apelaciones frenó hace unas semanas. Espero que los demás alcaldes hayan tomado nota que ellos no tienen facultades para derogar permisos otorgados.
Otro desafío importante es el tema laboral, llevamos un año con la reforma que ha probado ser dañina, se han radicalizado las huelgas. Hay dos aspectos tremendamente dañinos que es la prohibición del reemplazo y la extensión de los beneficios a los trabajadores no sindicalizados.
¿Debería el gobierno hacer modificaciones en esa materia?
- No soy experto, pero lo que sí sé es que la reforma que se aprobó tiene problemas que pueden afectar gravemente a las personas y empresas, como vimos en la huelga de Latam.
Y el conflicto con las municipalidades, ¿cómo se resuelve eso?
- Tenemos que volver a darle el valor a los permisos, porque toda la estructura de financiamiento de la vivienda está basada en ese punto. El permiso que la Corte Suprema revocó de un edificio de Ñuñoa, una vez que estaba construido, puso en duda el sistema de financiamiento, porque cómo el banco va a dar financiamiento a compradores si está sujeto a la posibilidad de que demuelan un edificio.
Tras pasar el boom, ¿cómo se siente el efecto del IVA en la construcción?
- Somos de los pocos países del mundo que tenemos IVA en la construcción, eso fue una brutalidad, el IVA no debería gravar la vivienda. Eso encareció las del orden de las 4.000 UF en 14% y los grandes afectados fueron la clase media que accedía a esas viviendas. Pese a esto se han mantenido ventas estables, porque ha habido una restricción en la oferta.
Las inversiones trabadas, ¿cómo agilizarlas?
- Tenemos que pedirles lo correcto, pero no ir más allá como lo que pasó con el proyecto Dominga. Ese tipo de cosas son absurdas. Se le puso todo tipo de dificultades que van más allá de lo que indicaban las regulaciones existentes, había informes favorables de todos los Servicios y en una decisión política, como hemos visto hoy, tanto la Comisión de Evaluación como el Comité de Ministros lo denegaron.
¿Se ve un exceso de mitigaciones para aprobar los proyectos?
- Creo que había una política de cierta gente de trabar de proyectos de inversión. Diría que de ciertas autoridades, no de todas. Y eso hizo que se le fueran poniendo todo tipo de palitos a todos los proyectos, que fueron postergándose. Tenemos que cumplir con la regulación, si está mala habrá que ir al Parlamento para modificarla, pero por el momento tenemos que cumplirla, pero no aceptar que se ocupen subterfugios para no aprobar proyectos que cumplen con la regulación.
¿La ley de Aportes al Espacio Público golpeará más al sector?
- Lo encuentro fatal. Es otro factor más que va a encarecer la vivienda. Es una ley a la cual personalmente me opuse siempre, hay gente que dice que va aumentar 10% los costos de algunos proyectos inmobiliarios. Me parece tremendamente injusta, que se suma al IVA y a la escasez de suelo. Son elementos que en algún momento habrá que revisar, porque vamos a provocar un problema. Hoy los departamentos se están vendiendo para arriendo a inversionistas, la gente no está pudiendo adquirirlos.
¿Qué espera para el sector de concesiones?
- Valoramos una serie de relanzamientos de concesiones que está planteando el ministro de Juan Andrés Fontaine. Esperamos tener oportunidad de participar, pero tenemos que ser francos, en las concesiones más importantes de Chile, las empresas nacionales tenemos poca participación porque ellos tienen acceso al financiamiento que nosotros no tenemos, hay una competencia un poco desleal en eso.
¿Qué le parece que las concesiones se abra a otras áreas, como hospitales y cárceles? ¿Les gustaría participar en ellas?
- Nos interesaría participar. Es una buena solución, en el pasado se han hecho hospitales y cárceles por medio de concesiones que han sido exitosos. El desastre que tuvo el Ministerio de Salud con la construcción de los hospitales, hace que tengamos que repensar todo. De partida, no puede quedar en manos de Salud, y segundo, si se quiere acelerar el proceso la única alternativa es a través de la concesión.