Hace 25 años vendían US$ 1 millón al mes. Hoy son casi US$ 2,5 millones diarios. Así de amplio es el salto que en un cuarto de siglo dio Embonor, que junto a Andina es una de las dos embotelladoras de Coca-Cola Chile.
Andrés Vicuña, presidente de la compañía, detalló los próximos pasos de la firma y cómo el plan es aprovechar las sinergias que entrega el formar parte del complejo Coca-Cola.
Explica que las compañías que forman parte de Coca-Cola en Chile no han pensado en una fusión. De hecho, señala que un deal de esas características solo se sostiene si hay una razón de fondo... y asegura que hoy no la hay.
Los esfuerzos de Embonor han estado, por tanto, concentrados en la incorporación de nuevas marcas. Así es como hace poco adquirieron junto con Andina la firma Guallarauco -respecto a la cual la FNE decidió abrir una investigación para evaluar la eventual concentración de mercado de la compra-, con lo cual pretenden aumentar sus ingresos y portafolio de marcas.
En el 2018 se proyecta que el 60% de las ventas de Embonor en Chile correspondan a bebidas bajas en calorías y sin azúcar, ¿Ese porcentaje seguirá subiendo y a cuánto puede llegar?
-Efectivamente, a fines del año 2017, casi el 80% de los empaques de bebidas ofrecidos en Chile eran de bebidas bajas en o sin calorías.
Este porcentaje debería seguir aumentando, debido a las preferencias de los consumidores.
Quisiera destacar que durante el 2017 se reformularon Fanta y Sprite en la operación de Chile, lo cual implicó una reducción sustancial en la cantidad de azúcar utilizada.
Lo que en realidad hacemos es poner al consumidor al medio. El consumidor es el que manda. Las tendencias y consumos evolucionan. Dados estos cambios, estamos fuertemente invirtiendo y desarrollando productos bajos en calorías y sin azúcar. Por eso es que salió la Coca-Cola sin azúcar.
¿Por qué los cambios en la composición de los productos, como por ejemplo reducción de azúcar, se hizo una vez que se crea la ley de etiquetado, ¿por qué las compañías no habían hecho estos cambios antes?
-Le puedo comentar que el sistema Coca-Cola viene hace muchos años entregando opciones de bebestibles "bajos en" o sin calorías, tanto en aguas, jugos, isotónicos, gaseosas y otros. Se trata de una estrategia que responde a las nuevas preferencias de los consumidores.
Han estado activos en la incorporación de nuevos productos a su portafolio, compraron junto a Coca-Cola y Andina Guallarauco, ¿Cuál es el plan de negocios para estos productos?
-Estamos muy entusiasmados con la incorporación de una marca con la calidad de Guallarauco, porque reconocemos su valor y vemos los beneficios que su incorporación tendrá en nuestro portafolio y la positiva recepción por parte de nuestros consumidores.
Nuestro desafío evidentemente es hacer crecer la empresa y su portafolio, a través de nuestra red de distribución.
La red de Coca-Cola da ventajas para ingresar a nuevas categorías de productos. ¿Cuáles les gustaría explorar?
-Nuestra misión es ser embotelladores de excelencia bajo la licencia de las marcas de The Coca-Cola Company, creando valor sustentable en el tiempo. Como tales, queremos ser una empresa líder de bebestibles en todos los mercados en los que operamos, precisamente porque tenemos un modelo de operación robusto en materia de gestión, productiva, comercial, y de distribución y logística. Estamos buscando siempre alternativas que agreguen valor.
¿Los productos congelados con la compra de Guallarauco puede ser una veta a explorar?
-Nosotros siempre hemos sostenido que tenemos una infraestructura con el sistema de Coca-Cola en Chile inmejorable. Cualquier productor quisiera tener la red que tenemos. No solo en distribución, sino que también bodegaje y managment. Obviamente que nos gustaría sacarle más provecho a esto.
Ni fusión ni venta
Siempre ha rondado en el mercado la idea de que Femsa y Arca compren a un licenciatario de Coca-Cola en Chile. ¿Ha existido alguna conversación con ellos?
-Mi respuesta es muy clara, corta y precisa: ninguna. No ha existido ninguna reunión.
Pero la mexicana Femsa sí manifestó públicamente su intención de alcanzar un tipo de acuerdo con Andina o Embonor.
-A mí no me han dicho nada. No me he juntado nunca con una persona de Femsa ni de Arca. Me los topo sí, porque participo en unas reuniones que se llaman Top to Top. Los conozco, conversamos, porque llevo 30 años en esto, pero una reunión en que me hayan venido a ver y me hayan dicho: este es nuestro plan... negativo. Ni una sola vez.
¿En ningún momento se planteó la opción al menos para conocer la disposición?
-Nunca.
Otra alternativa es que los licenciatarios chilenos unan fuerzas, que se fusionen Andina con Embonor. ¿Es partidario de que exista una sola licencia de Coca-Cola en Chile?
-Soy partidario de que la forma en que se atiende a los consumidores sea eficiente, rápida y bien hecha, y en ese sentido, estamos bien.
Pero el fin en sí no es la fusión, debe existir un objetivo, debe ser por algo, por ejemplo, ser más grandes.
Hoy estamos muy integrados en Chile. Tenemos fábricas de latas en conjunto, una fábrica de plásticos, somos socios de una embotelladora de agua, tenemos una tremenda fábrica de jugos. Ya hay una integración y por la forma en que está estructurado el país, se necesitan plantas en el norte y en el sur. Tanto Andina como nosotros somos eficientes y reconocidos mundialmente por los proyectos que hacemos. La fusión no es un tema que esté arriba de la mesa.
¿No es necesaria una fusión?
-Hoy día, no.
¿Están cerradas las puertas para crecer de manera inorgánica en el sistema Coca-Cola?
-Siempre estamos abiertos a evaluar oportunidades de crecimiento inorgánico en el sistema Coca-Cola. Tal es el caso del reciente acuerdo por la compra de Guallarauco, o la adquisición de las marcas de jugos Ades.
La tercera generación
Su padre es el fundador de Embonor, ¿qué visión tiene de su padre sobre cómo sacó adelante esta empresa?
-Mi papá es un caso muy excepcional. Él tiene 92 años y medio, y tiene más energía que todos los que estamos acá. Vibra con la Coca-Cola. Es nuestro mejor supervisor. Él cuando va a cualquier parte y entra a una tienda y ve que no hay Coca-Cola Light, saca una fotografía y está constantemente mirando. Tiene a esta empresa en el corazón. Estoy muy orgulloso de lo que hizo. Partió de la nada. Partió de cero. Él está muy bien de la cabeza y físicamente. Tuve la fortuna de trabajar al lado de él muchos años.
¿La tercera generación de la familia Vicuña irá tomando poder en Embonor?
-Me estás matando a mí. Pero afortunadamente soy bastante joven. Tengo 58 años. Si Dios Quiere, voy a tocar madera, espero quedarme un tiempo más y que no me echen todavía.
Es una pregunta difícil de contestar, porque aquí tenemos a la mejor gente haciendo la pega. Si tú me dices que tengo hijos que los voy a colocar en la pega, te digo no, salvo que tengan las credenciales y capacidades. Afortunadamente, nuestros hijos son muy jóvenes todavía, pero muy preparados. En mi caso, tengo dos hijos que son ingenieros comerciales de la Universidad Católica. Tengo otra que es ingeniera de la Universidad Adolfo Ibáñez. Mi hermano también tiene hijos profesionales. Pero siempre tenemos que tener gente que sepa manejar la compañía. Es complicado manejar una compañía, porque hay un sinnúmero de desafíos y dificultades. Somos una empresa abierta a la Bolsa.
¿Cómo ve a Embonor en 10 años?
-La visión de la familia Vicuña -controladores y fundadores de Coca-Cola Embonor- es de largo plazo. Este año la empresa cumple 56 años de operación y en todo este tiempo hemos acuñado una particular identidad y cultura, de la cual nos sentimos orgullosos y deseamos proyectar y desarrollar en el largo plazo.
Somos un embotellador de excelencia bajo la licencia de la compañía Coca-Cola y, como le indico, nuestra visión es ser una empresa líder de bebestibles en todos los mercados en donde estamos.