Enel Américas fue la empresa encargada de cerrar ayer las operaciones de la Bolsa de Nueva York. ¿La razón? La conmemoración de los 25 años desde que la antigua Enersis está listada en la principal plaza bursátil del mundo.
En el evento, al que asistieron los principales ejecutivos de las empresas del grupo Enel en la región, participó también Herman Chadwick, presidente del directorio de Enel Chile, quien se tomó unos minutos para conversar con PULSO sobre diversos temas, desde las reformas en el sector energético, los cambios propuestos a la legislación tributaria, la idea de bajar a 40 horas semanales la jornada laboral e incluso la crisis de Essal, que le toca tangencialmente, en su rol de director de IAM.
¿Cómo ve la discusión que se está dando en el Congreso para disminuir la rentabilidad de las distribuidoras?
-Todas nuestras proyecciones habían sido con una rentabilidad del 7%, no con un 10%. Suponíamos que iba a haber una baja. Actualmente, nuestra rentabilidad es de un 8% y algo. En este sector hay distintas realidades: Enel es una empresa muy muy grande que tiene distribución, generación, Enel X; por lo tanto, lo que nos interesa a nosotros es el crecimiento del sector en desarrollo de la energía. Con respeto lo digo, pero hay otras que solo distribuyen o solo generan, por lo que su mirada puede ser diferente a la nuestra. Si la rentabilidad va a ser entre el 6% y 8%, me gustaría más entre el 7%y 10%, pero entre el 6% y 8% creo que podemos caminar bien.
Respecto a los medidores inteligentes, ¿cómo piensan seguir avanzando?
-El sector se precipitó un poco en cuanto a pensar de que este negocio, que obligaba a la gente a cambiar su medidor y que el medidor iba a ser de propiedad de la empresa, era algo simple y que a la gente le gustaba. Yo por lo menos, como presidente de la compañía, siempre pensé que la gente estaba a gusto con lo que estaba ofreciendo, no me di cuenta de que no estaba conforme (...). Entonces, si hoy lo hacemos voluntario, vamos a caminar más tranquilos. Pero también tenemos que mostrar los beneficios.
¿Cómo está viendo la baja en las expectativas de crecimiento?
-Teniendo un buen sistema económico y una tranquilidad política, los países crecen. Nosotros aprovechamos esos 10 -20 años de crecimiento, porque éramos un país que veníamos saliendo del subdesarrollo, por lo tanto no era difícil crecer. Si las cosas estaban bien ordenadas política y económicamente lo normal era que Chile creciera y creció mucho. Hoy que ya estamos maduros y ya crecimos, que llámese un país casi desarrollado, cuesta más crecer. Crecer al 2,8% o 3% no es un mal crecimiento, es un crecimiento normal para el nuevo Chile.
¿Cómo ve la reforma tributaria?
-La reforma tributaria o sale bien o mejor que no salga. Creo que se ha mejorado bastante. Si va a salir una reforma tributaria tan enredada como la que teníamos y en cual no hay un beneficio de tasa o para la inversión o utilidades, pero hay un sistema simplificado y sigue siendo tan complejo y enredado, lo mejor es que nos quedemos con lo que está, ya nos acostumbraremos por último. Pero, tengo la esperanza de que va a haber un cambio tributario y que va a ser positivo.
¿Qué le parece que se quiera disminuir la jornada laboral a 40 horas?
-Disminuir las horas de trabajo a mí no me gusta. Creo que la gente tiene que trabajar mucho para poder surgir y los países tienen que trabajar mucho para surgir. No digo que se deba aumentar, creo que estamos en un horario que es justo, pero a mí no me gusta hablar de disminuir el trabajo, creo en el trabajo en un país como el nuestro, que sigue luchando para llegar al desarrollo y que quiere crecer. También tiene que haber trabajo que tienda a eso, a mejorar. Pero no digo que la disminución del trabajo vaya a traer el caos en Chile. Debiese haber más bien horario flexible que una disminución de horas. O sea, se puede trabajar 45 horas a la semana, pero en forma diferente.
¿Cuál es el aprendizaje con lo que pasó en Osorno con el agua?
-La crisis del agua es muy compleja. Creo que más que la SISS inspeccione o no inspeccione, las empresas deben tomar conciencia de que hoy un servicio publico concesionado como el agua o energía tiene que estar velando por sus clientes siempre. Cuando uno tiene la responsabilidad de manejar un servicio básico, más que preocuparse que los supervigilen tiene que preocuparse que sus clientes estén bien atendidos. Es una lección para todos.
¿Cuál es esa lección?
-El cliente o usuario quiere ser bien servido, quiere ser cercano, quiere ser la contraparte permanente. Y nuestra contraparte si quiere, agua y energía hay que dárselo, es lo que pide y es por lo que está pagando.
Si llegara a haber un problema, hay que ser suficientemente rápido, ejecutivo, audaz para superar la crisis.