La industria de las agencias clasificadoras de riesgo crediticio en Chile ha estado bastante movida en el último tiempo, debido, principalmente, a dos razones. Por un lado, la agencia estadounidense Moody's, que entre sus principales accionistas tiene a Warren Buffett, anunció su ingreso a la propiedad de la nacional ICR.
A ello se suma que en las últimas semanas la también estadounidense Standard and Poor's (S&P) informó a los reguladores y a sus clientes que el próximo año se va del país.
En ese contexto, Álvaro Clarke, socio y presidente de ICR y ex superintendente de Valores y Seguros, habla sobre las oportunidades que ambos temas representan para la compañía y también entrega su mirada sobre la reforma previsional que impulsa el gobierno.
¿Cómo ha sido la incorporación de Moody's a la propiedad de ICR?
-La operación se cerró hace pocos días atrás, ellos adquirieron el 49,9% de la propiedad de ICR. Esto ha significado que ICR es una compañía afiliada a Moody's y, por lo tanto, tendrá que aplicar a futuro sus procedimientos, tendrá un proceso de convergencia metodológica y tendrá acceso a una gran cantidad de información, entre otros aspectos.
Para nosotros esto significa un gran salto en calidad y capacidad, que estamos seguros que se traducirá en un mejor servicio para nuestros clientes en el mercado de capitales chileno.
¿Cómo se gestó la operación?
-Coincidió que ellos buscaban ingresar al mercado chileno y que nosotros percibíamos la necesidad de mejorar nuestra capacidad de llevar a cabo los servicios que prestamos.
¿De qué forma quedará conformado el directorio?
-La gestión de la compañía quedará en manos de un directorio, el cual estará integrado por tres personas: Jorge Palomas y yo, como representantes de los inversionistas originales de ICR, y un miembro en representación de Moody's . Y el gerente general se definirá de manera conjunta.
¿Existe disposición de ICR a vender si Moody's decidiera aumentar su participación?
-Lo importante ha sido dar este paso, que ha costado mucho esfuerzo poder forjarlo. Estamos muy felices de poder trabajar con ellos hacia adelante, es una gran compañía, en Estados Unidos prácticamente el 100% de las empresas hacen rating con Moody's. Y lo que venga después será discutido en su momento.
¿Hay planes de internacionalización?
-No, ICR sólo operará localmente, lo que implica que sólo cubriremos las clasificaciones de empresas locales. No hay que perder de vista que Moody's opera en prácticamente todos los países del mundo.
¿Cuáles son sus metas después de esta operación?
-Esperamos como resultado no sólo ser una compañía mejor, sino que también más grande. Uno siempre tiene dentro de sus expectativas ser la compañía más grande de esta industria y creemos que después de esta transacción están dadas todas las condiciones para ello.
¿Qué les parece la salida de S&P del mercado local?
-Ellos tenían un modelo de negocios relativamente complejo. El proceso de generación de rating no se desarrollaba en Chile, sino que se hacía en Argentina, por lo que era difícil que esa iniciativa pudiera prosperar.
De hecho, en los tres años de operación que tuvieron en el mercado local, con ese especial modelo de negocios, llegaron a tener muy pocos clientes.
¿Ven oportunidades en esto?
-Naturalmente que tenemos la capacidad y las ganas para proveer de manera adecuada esos servicios y, por lo tanto, la salida de S&P significa una oportunidad para nosotros.
¿Cuál es su visión sobre el proyecto de reforma previsional que impulsa el gobierno?
-A modo general, va en el sentido correcto. Plantea temas que son absolutamente necesarios de mejorar, pero faltó ver una señal de largo plazo un poco más fuerte por parte del Ejecutivo.
¿En cuáles, por ejemplo?
-Tengo la impresión de que este 4% de cotización adicional podría ser insuficiente si uno lo mira en el largo plazo. El promedio de la Ocde está cercano al 20%.
En ese sentido, era el momento de generar un plan de incremento paulatino a futuro en las pensiones obligatorias, que podría haber sido entre 0,2% a 0,5% anual, que hubiera contribuido a dar la señal que el ahorro obligatorio tiene que ser aumentado sustancialmente.
¿Y respecto a la edad de jubilación?
-También se debió haber avanzado en elevar la edad de jubilación de hombres y mujeres. En este punto no sólo era importante dar señales desde el punto de vista de los incentivos, sino también una línea de ajustes que podía ser suave, pero que podía llevarse a cabo en el tiempo.
De hecho, así se está haciendo en el mundo desarrollado y no hay razón para que esto no pueda ser aplicado en Chile.
Entiendo que detrás hay un problema político, es decir, quién se atreve a plantearle a la sociedad que es necesario aumentar la edad de jubilación para mejorar las pensiones. Y tengo claro que no es fácil, pero hay que hacerlo.