La próxima semana se reunirán los equipos técnicos de los partidos de oposición con el gobierno para conversar y explorar puntos de negociación en torno al proyecto de modernización tributaria.
Este entendimiento de la oposición como bloque ha tenido como cabeza de grupo al presidente de la Comisión de Hacienda, diputado Pablo Lorenzini (DC), quien se ha comprometido a dejar votada la idea de legislar antes de traspasar el mando al PC, Daniel Núñez, si el acuerdo de gobernabilidad de la Cámara se mantiene, en marzo.
"Ha estado muy bien este año porque asumiendo que estábamos miti miti, 6 de gobierno y 6 de oposición, hemos logrado trabajar los temas, ha habido disposición, y los parlamentarios de oposición hemos trabajado bien, en conjunto y prácticamente no ha habido diferencias. Hacienda tiene algo especial y es que nos respetamos, hay buen ambiente en cuanto a la preparación de los temas, horas de trabajo. Ha sido un buen año y hemos avanzado bastante", señaló como autoevaluación.
¿Cómo evalúa el desempeño legislativo del Ejecutivo?
-Durante los primeros seis meses fue bastante lento, había pocos proyectos incluso tuvimos tiempo para avanzar en iniciativas parlamentarias. Luego coincidentemente con la reforma tributaria (RT) empiezan a llegar 7 u 8 proyectos con discusión inmediata o suma urgencia.
Se demoraron un poco en ponerse al día y después empezaron a enviar todos los proyectos juntos a Hacienda, y no hemos podido dedicarnos todo el tiempo a la reforma tributaria porque había otros temas como migración, Sename, reintegro. Creo que deben priorizar un poquito y decir esto sí o esto no.
¿Cómo ve al ministro de Hacienda, Felipe Larraín en su relación con la Comisión?
-Hay diferencias. Los ministros anteriores: Andrés Velasco, Alberto Arenas, Rodrigo Valdés, Nicolás Eyzaguirre, tenían mayoría en el congreso y desde ese punto de vista era más agradable asistir a las sesiones en la Comisión de Hacienda.
En este caso no es así, y el ministro está un poco más alejado, de hecho el subsecretario (Francisco Moreno) está más presente.
¿Eso incide en la discusión de los proyectos?
-Es por eso que en la RT mi misión con los parlamentarios de la oposición fue primero contar con una decisión política, y así se lo planteamos a los ministros Gonzalo Blumel (Segpres) y Andrés Chadwick (Interior) en torno a que si querían avanzar en la RT no se podía partir en blanco o negro, porque este proyecto afecta a todos los chilenos, y para conversar había que estar abierto a recibir nuestras sugerencias…
¿O sea optaron por ir al mundo político que a Hacienda?
-Exactamente, para que se entendiera lo que estábamos hablando, de lo contrario no íbamos avanzar. Y ahora, Hacienda en los últimos 30 días ha cambiado, está un poco más receptivo, antes había más distancia de parte del ministro pero los que votamos somos los parlamentarios y los ministros deben adecuarse a las circunstancias.
Casualmente a usted le ha correspondido liderar la comisión con las dos RT. En la primera, de Bachelet, hubo una votación mucho más expedita, en cambio ahora, se ha tardado bastante ¿por qué ese cambio de estilo?
-La RT anterior era muy clara, concreta, precisa, era blanco o negro, había poco que discutir. Ni siquiera había duda con las cifras; posteriormente, en el Senado cuando va a la "cocina" y se metieron todos quedó un sistema muy enredado.
Pero en esta RT ha habido muchas diferencias, partiendo por las cifras de recaudación donde los técnicos no coinciden, y hay muchas normas con interpretaciones distintas.
Entonces, no es que yo haya tenido un cambio de criterio, sino que el proyecto es distinto, y hay que recordar que en la foto de la RT anterior salieron todos desde la izquierda hasta la UDI y yo la voté en contra.
¿Cuál es el grado de compromiso de los firmantes en este acuerdo de la oposición por RT?
-La señal hacia las bancadas de oposición de que logramos idear un sistema trabajando en conjunto, respetando las diferencias. Esto quiere decir que es viable trabajar como oposición si se acepta la diversidad, y esto es muy importante porque vienen más reformas, la previsional y la laboral.
¿Pero cuánto los obliga?
-En algunos temas coincidimos y en otros no. Obvio que yo voy a ponerle énfasis a algunas materias, pero eso no significa que voy a dejar a los otros de lado. No es que tengamos todos los puntos en común, obvio que hay diferencias y ahí vamos a ir viendo cómo avanzamos en marzo.
¿O sea después de marzo puede que algún partido decida negociar solo con el Gobierno y aprobar la idea de legislar?
-Lo primero que conversamos y fuimos bastante claros fue no repetir la experiencia de Presupuestos, cuando llegamos a un acuerdo y parte de un sector no respaldó.
Evidentemente en marzo nos vamos a juntar, y ahí vamos a tomar una decisión de si seguimos juntos o nos desperdigamos. Ese análisis tenemos que hacer contra resultado del trabajo de estos meses.
Con el impasse que hay ahora entre la DC con el Frente Amplio, ¿cree que haya cambio de mando en la Comisión?
-Yo fui parte negociadora del acuerdo de gobernabilidad de la Cámara, que es de administración de la mesa y las presidencias de comisión, nunca hubo un acuerdo político porque eso debe hacerse a nivel de partido.
Yo hasta aquí mantengo y respeto el acuerdo de gobernabilidad, pero obviamente ello estará sujeto a que el otro lado lo respete, si no se va a estropear.
¿Usted estaría disponible para pactar con la derecha?
-No. Creo que primero hay que agotar los acuerdos por acá.