El administrador de pensiones más importante de Latinoamérica golpea la mesa. La norteamericana Principal Financial Group -que en nuestro país tiene aseguradoras y a AFP Cuprum- maneja activos por US$ 130 mil millones en el continente (US$ 46 mil millones en Chile), está preocupada por el devenir de la reforma de pensiones local, que hoy por hoy, no muestra avances significativos en su tramitación en el Congreso y está siendo eclipsada por la reforma tributaria.

Las pensiones de Latinoamérica son miradas con mucha atención para el grupo norteamericano que tiene cerca de 24 millones de clientes en el mundo, porque significan cerca del 22% de los activos que manejan y, además, justamente esta región representa uno de sus mayores potenciales dado el envejecimiento de la población. Indican que en 2050 Chile va a tener dos personas en edad de trabajar por cada jubilado.

En entrevista con Pulso Domingo, el presidente para Latinoamérica de Principal International, Roberto Walker, detalla sus aprensiones con la reforma previsional que está en el Congreso y analiza la coyuntura que marca a sus negocios.

Hace cinco meses se ingresó el proyecto al Congreso y aún no se aprueba siquiera la idea de legislar. ¿Le preocupa el estancamiento de la iniciativa?

—Estamos preocupados, porque hay que mejorar las pensiones en forma urgente. Vemos claramente que las pensiones que está entregando el actual sistema no son consistentes con lo que esperan las personas y hay que hacerse cargo de eso y corregirlo. Pero también vemos con preocupación el tipo de discusión que se está teniendo. Nos gustaría que fuera intelectualmente honesta: no se van a mejorar las pensiones de los chilenos dinamitando el sistema actual y no se van a mejorar las pensiones de los chilenos creando un sistema de administración de pensiones paralelo al que existe actualmente. Nos preocupa que la discusión del proyecto termine en esa dirección.

Creemos que el sistema de pensiones chileno tiene muchas fortalezas, es mixto y multipilar, por lo que hay que mejorarlo, hacerlo más eficiente y competitivo.

¿Son partidarios del aumento de la tasa de cotización hasta un 18% como lo deslizó el Presidente, teniendo en cuenta que desde el gremio empresarial indicaron que esto podría impactar al mercado laboral?

—Hay que ser muy cuidadosos. Hay que moverse rápido a una tasa del 14% y dar la flexibilidad de crear una comisión de expertos que evalúe en el tiempo cuáles son las tasas de ahorro adecuadas, considerando la realidad del mercado laboral. En ese sentido, comparto la aprensión del empresariado: dependiendo de la capacidad económica del país y de crecer, se puede ver si se aumenta la tasa de cotización.

¿Le inquieta que diputados de la oposición estén alineados respecto a no incluir a las AFP en la cotización adicional que pueda resultar de esta reforma?

—El sistema actual ha tenido problemas y desafíos, pero también ha sido muy eficiente en el manejo del ahorro de los trabajadores y por cada peso que se cobra por administración, se han generado 12,5 pesos de rentabilidad.

No aprovechar la institucionalidad existente, donde las AFP han sido guardianes del ahorro de los trabajadores, donde se ha invertido diligentemente, donde las rentabilidades entregadas han sido mejor que cualquier otra alternativa de ahorro para los chilenos en los últimos 30 años, me parece que es un error conceptual y una falta de disciplina en analizar el problema.

Crear un sistema paralelo, como se está planeando, no va a ayudar a mejorar las pensiones: lo va a complejizar y encarecer, dado que el ahorro adicional en una AFP no tendría costo adicional para el afiliado.

Quién va a explicar y hacerse cargo de que la creación de este sistema paralelo va a significar un costo adicional que va a significar para los trabajadores pagar el doble o más en comisiones sin un beneficio claro. Para mí, eso no es intelectualmente honesto.

Usted planteó que hace falta más competencia, ¿cómo se condice eso con que no quiera que existan otras entidades distintas a las AFP que administren la cotización adicional?

—En lugar de estar creando un sistema de administración de fondos de pensiones paralelo, que es ineficiente y costoso, se debiera ver la forma de mejorar la competencia en el sistema actual: revisar barreras de entrada que pudieran existir y regulaciones que generan costos excesivos y que no permiten que las comisiones sigan bajando. Crear un sistema paralelo no va a ayudar a mejorar las pensiones, va a generar confusión, va a llevar a los trabajadores a tomar peores decisiones y será más costoso.

¿Cómo ve las peticiones de oposición que piden mayores componentes de solidaridad y reparto inter e intra generacional en el ahorro previsional?

—Chile tiene un sistema de pensiones mixto y un pilar solidario que fue creado para ayudar a aquellas personas que no pueden ahorrar o no pueden juntar lo suficiente. Además, existe un pilar contributivo obligatorio y uno voluntario. Es deseable que se vayan fortaleciendo esos pilares y que se fomente la competencia. Hay una gran confusión que algunos promueven: el reparto no es solidario y, en Chile particularmente, es menos solidario.

Cuando se habla de sistema de reparto, significa que el ahorro y esfuerzo de las personas van a parar en manos de otra persona, y los que asumen ese costo es la clase media. No es justo que aquellas personas que tienen que esforzarse más para ese ahorro, tengan que estar contribuyendo a otros. Entendemos que hay gente que no puede ahorrar o que necesitan un complemento, pero eso hay que financiarlo sin distorsiones. Para la realidad chilena, los impuestos generales son la forma correcta de lograr esto.

Los sistemas de reparto per sé han fracasado en el mundo y están en retirada, dado que los están reemplazando por sistemas contributivos como el de Chile. El reparto no es solidario y afecta a la clase media. Es mucho más lógico que la gente de mayor ingreso financie a los que no tienen capacidad de ahorro, pero no hay que cargarle la mano a la clase media y mucho menos afectar al mercado laboral.

Otra cosa que se plantea en el proyecto de ley es que las administradoras puedan compartir una parte de sus utilidades con los afiliados para lograr fidelización. ¿Ustedes estarían dispuestos a eso?

—Lo más relevante para que las pensiones sean buenas es la gestión de los activos y el aumento de los ahorros. La repartición de utilidades o no, nos parece absolutamente irrelevante.

Siendo irrelevante para usted, ¿adoptarían esa política?

Cualquier AFP lo puede evaluar. Si hoy día se mira qué pasaría en teoría si las AFP no cobraran ningún ingreso por administrar los activos de los trabajadores, las pensiones mejorarían entre 5% y 7%. Aquí no está el problema de las pensiones, es más relevante el cómo se maximiza el ahorro para aumentar las pensiones.

Un sector de la oposición plantea que se genere una pensión universal equivalente al salario mínimo, ¿qué le parece?

—Chile no es un país rico, es de ingreso medio. A diferencia de los países europeos que migraron hacia pensiones universales, tenían una situación de ingreso que era el doble de lo que tiene Chile actualmente.

Hay que tener mucho cuidado, porque los recursos son escasos y hay que usarlos muy bien. Además, las pensiones universales que dan algunos países desarrollados viene de vuelta, porque los sistemas de pensiones tienen que ser sustentables en el tiempo y no tienen que terminar siendo un pasivo importante. Hay que ser responsables y mirar lo que es bueno para el país en el largo plazo.

Hay que cuidar la plata, los recursos son escasos, no somos un país rico, hay que ayudar a las personas que no pueden ahorrar, pero hay que crear mecanismos eficientes para que la gente ahorre más tiempo.

¿Qué echa de menos en la reforma de pensiones que plantea el gobierno?

—Vemos ausencia en generar incentivos fuertes para el ahorro voluntario, individual y colectivo. Ahí hay un gran capítulo ausente. También en que hay que hacerse cargo de un grupo importante de trabajadores chilenos que no son formales, segmento que de la mano de los cambios tecnológicos y la economía colaborativa, puede crecer más en el tiempo. El mecanismo para atenderlos es el ahorro voluntario.

Otro aspecto que nos parece mal, es que con una intención de responder a una demanda política más que social, se quiera ir dinamitando el sistema actual de AFP, y eso no va a mejorar las pensiones. Es una discusión mal encaminada y se está pensando en reinventar algo que no va a ser una solución y va a generar más costos que beneficios.

¿Ven espacio de mejora en el Ahorro Previsional Voluntario Colectivo (APVC) dentro de la propuesta del gobierno, donde grupos de negociación, como un sindicato, podrían acordar condiciones especiales para confiar el ahorro adicional?

—Llama la atención que se esté intentando crear fórmulas que no han funcionado en el pasado en otros países e incluso en Chile. Pensamos que hay que desarrollar el APVC con planes de pensiones a través del empleador.

No creemos en que se puedan generar grupos especiales con una influencia mayor para su propio beneficio. La ausencia de transparencia no es deseable para un sistema de pensiones. Basta ver lo que pasaba en Chile antes de la reforma de pensiones de 1982 donde existían grupos más poderosos que otros y que lograban mejores beneficios que otros trabajadores ante el mismo esfuerzo de ahorro.

¿Qué otras mejoras se pueden hacer al sistema actual de AFP?

—La estructura de multifondos. Deberíamos migrar hacia un sistema de fondos de ciclo de vida, que ajusten el riesgo a medida que las personas se acerquen a la edad de jubilación, lo que hace que la gente no tenga que estar cambiándose de fondo y que no tome decisiones equivocadas al ritmo de las volatilidades del corto plazo.

Eso quitaría libertad en el manejo del fondo de pensiones...

—No, cada persona seguiría eligiendo en qué fondo quiere estar y en qué administradora, pero el fondo se ajustará por cada uno, en vez que las personas estén tratando de cambiarse y siguiendo las recomendaciones de asesores que no lo han hecho bien.

Reforma tributaria

¿Qué visión tiene Principal de la reforma tributaria que se legislará?

—En los últimos 30 años, Chile ha sido un referente en Latinoamérica y en los mercados emergentes del hacer las cosas bien. Las discusiones de temas tan importantes como la reforma tributaria, generan incertidumbre, por lo tanto la extendida prolongación de esta discusión está generando incertidumbre en los inversionistas y hay que hacerse cargo.

Como Principal, nos preocupa que la tasa de ahorro, que es fundamental para desarrollar la inversión para que Chile se desarrolle, ha venido cayendo sistemáticamente. Se ha puesto excesiva atención en aspectos de recaudación y no se ha puesto suficiente foco en fomentar el ahorro y la inversión para que el país tenga mejores perspectivas de largo plazo.

¿Está de acuerdo con el empresariado que ha planteado bajarle los impuestos a las compañías y subirlos en el caso de las personas?

—Tasas de impuestos muy altas afectan en la inversión y hace replantear a los inversionistas extranjeros dónde van a poner sus negocios. Mi posición es que hay que tener un sistema tributario simple, eficiente y con tasas de impuestos competitivas con el resto del mundo. Hoy día las tasas de impuestos en Chile son altas.

¿Debieran subirles los impuestos a las personas?

—Sí, creo que en la medida que los de mayores ingresos puedan ayudar al bienestar de la sociedad, me parece bien moverse en esa dirección. Lo que no me parece bien, es cargarle la mano a la clase media.

En otra materia, este año la industria de seguros ha reclamado por cambios en las reglas del juego por parte del SII en los seguros con ahorro, que ahora tendrían que pagar impuestos. ¿Cómo analiza este asunto?

—Es un tema complejo. Las características positivas de Chile son que tiene certeza jurídica, tiene un Estado de derecho bien plantado y que las instituciones funcionan. Lo que pasó con este tema de tributación de estos seguros va en contra de las fortalezas de Chile.

No puede pasar que una institución como el SII, a través de un acto administrativo, esté violentando la ley. Nos preocupa dar certeza a nuestros clientes y si es que llega a haber alguna reforma o un cambio en el tratamiento tributario de los seguros con ahorro, no tiene que ser retroactivo, porque eso sí que sería un muy mal precedente para los inversionistas y las personas.