Telefónica ha puesto en marcha la ejecución de su nuevo plan estratégico para Hispanoamérica, que contempla la segregación operativa de los negocios en la zona, con excepción de Brasil. Así, el presidente, José María Álvarez-Pallete, ha viajado esta semana a la región con el objetivo de impulsar el proceso, según confirman fuentes de la operadora.
En el viaje, Pallete está acompañado por Alfonso Gómez, consejero delegado de la nueva unidad Telefónica Hispam, y por Laura Abasolo, directora de Finanzas y Control del grupo Telefónica y máxima responsable final de esta nueva división latinoamericana. El directivo ha concentrado su visita a los principales mercados de la región en Hispanoamérica, Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela.
Pallete ha querido explicar la nueva estructura de Hispam, que contará con un equipo de gestión específico y diferencial al del resto del grupo, y comenzar a modular la ejecución en estas operaciones del plan de acción anunciado el pasado 27 de noviembre.
Además, en sus reuniones, ha buscado compartir la visión del grupo con los equipos directivos locales de la compañía en la región y con todos los profesionales de los diferentes países, cuyo trabajo es clave para abordar la ejecución del proyecto.
En la presentación del plan, la compañía indicó que el objetivo fundamental es la atracción de inversores y la obtención de potenciales sinergias con otros agentes de los mercados, a través de operaciones como los acuerdos para la compartición de redes, como el establecido hace pocas semanas con AT&T en México o como los que busca en Perú con Entel o en Brasil con TIM.
Revisión estratégica
Telefónica ha iniciado una revisión estratégica de su cartera de activos en Hispanoamérica con el doble objetivo de modular la exposición a la región, además de establecer las condiciones para maximizar su valor vía crecimiento, consolidación y posibles operaciones corporativas.
Pallete aseguró en la presentación del plan que Telefónica se siente capaz de crecer en esta región, si bien advirtió de que la fórmula tradicional se ha agotado. "Tenemos que buscar la manera de reforzar las operaciones que tenemos en Latinoamérica. Y para eso, para reforzarlas, todas las opciones están abiertas. Es el momento de cambiar, de reinventarnos, de buscar cuál es la nueva fórmula de estar expuestos de manera rentable a esos mercados", dijo.
En este sentido, Telefónica contempla todas las opciones, desde fusiones en filiales locales en algunos países a la entrada de inversores bien en la matriz bien del negocio, tal y como realizó en Telxius con la entrada de KKR y Pontegadea, bien en alguna de las divisiones. Tampoco sería descartable una desinversión por países tal y como ha realizado en Centroamérica este año, con la venta de las filiales a América Móvil y Millicom. En este sentido, fuentes del mercado indican que entre los interesados en estos activos figurarían grupos como la propia Millicom y Liberty Latin America, que durante este año han mostrado un fuerte apetito por las adquisiciones en este negocio en la zona.
La operadora tampoco descartaría una salida a Bolsa de este negocio si las condiciones fueran favorables. Fuentes de la teleco no quisieron hacer comentarios. La OPV del negocio latinoamericano ya fue contemplada por Telefónica en el año 2012, si bien finalmente no se materializó.
El mercado está atento. Fidentiis, por ejemplo, señaló hace unos días que los gestores de fondos de inversión en Latinoamérica pagarían un precio justo en una OPV y los activos encajarían bien entre los inversores que buscan negocios con un fuerte flujo de caja y con oportunidades ante posibles fusiones y adquisiciones.
VALORACIONES DE HASTA 12.000 MILLONES
Activos. Los analistas están valorando el conjunto de los activos de Telefónica en Hispanoamérica en el entorno de los 12.000 millones de euros. Por ejemplo, Fidentiis valora a Telefónica Hispanoamérica entre 11.000 y 12.000 millones, Barclays en 11.400, y Jefferies en 10.900 millones (estos analistas otorgan un valor de 3.000 millones a la filial de Colombia y de 2.500 millones a la división chilena).
Deuda. Los recursos obtenidos por las posibles desinversiones podrían ser destinados por la operadora a reducir deuda y ampliar la flexibilidad financiera para acometer movimientos en otros mercados. Algunos analistas han contemplado la opción de que Telefónica utilice parte de estos recursos para financiar la compra de los activos móviles de la brasileña Oi, que ya ha puesto en marcha el proceso de venta.