Uno de los ritos de la elaboración anual del Presupuesto dice relación con la evaluación de programas gubernamentales (EPG), acordada entre el gobierno y el Congreso en el debate del erario y que, generalmente, alude a políticas con problemas de funcionamiento.

Para 2019, se realizaron 16 evaluaciones a 19 programas a cargo de expertos externos que analizan el diseño, la implementación, la eficiencia y los resultados del programa evaluado.

Los resultados arrojaron solo un programa con calificación de Buen Desempeño, 7 con Desempeño Medio, 3 con Desempeño Bajo y 6 con Mal Desempeño (ver tabla).

La crítica común en el Congreso es que el resultado de las evaluaciones no impacta en cuánto presupuesto se asigna. Las razones van desde lo técnico a lo político: diversas administraciones han señalado que a veces se necesitan más recursos para rediseñar la política, o bien, son respaldados por parlamentarios que enfatizan el rol social que cumplen.

¿Qué pasó este año?

De acuerdo al listado del Informe de Finanzas Públicas, los recursos del Presupuesto 2020 para los programas calificados con Desempeño Bajo y Mal Desempeño bajan en promedio 5% y 10%, respectivamente. Por el contrario, la categoría Buen Desempeño aumenta 11% sus recursos y también el Desempeño Medio, en 7%.

Cabe señalar que para el Presupuesto 2019, el Buen Desempeño -que corresponde al Plan Microtráfico 0- aumenta 92% su presupuesto, mientras que el Desempeño Medio retrocede 9%, el Desempeño Bajo aumenta 2% y el Mal Desempeño cae 1%.

Para 2020, las bajas más importantes se dan en el programa de Financiamiento Temprano para el Emprendimiento de Corfo (-39%) que, según el informe, será sometido a cambios sustantivos en el diseño y ajustes en su implementación.

Le siguen el Programa de Tenencia Responsable de Animales de Compañía de Subdere (-20%); y con una baja de 15% cada uno, el Fondo de Desarrollo Indígena, Conadi y el Programa de Apoyo al Aprendizaje Integral del Chile Crece Contigo, ambos del MDS. Todos ellos tendrán cambios sustantivos en diseño e implementación.

Sin embargo, hay excepciones dada la relevancia de la política pública. Pese a tener un Desempeño Bajo, el de Campamentos del Minvu aumentará su presupuesto en 14% (según Dipres, debido al alza en el número de campamentos y familias de acuerdo al Catastro 2018) y lo mismo para el de Centros Residenciales de Administración Directa (CREAD) del Sename y el de Formación para el desarrollo de profesionales de la Educación, cuyos recursos no sufren cambios pese a tener Mal Desempeño.

En la otra vereda, las alzas más relevantes se dan en el programa Desarrollo Empresarial en los Territorios de Sercotec que aumenta 11% sus recursos, mientras que en Desempeño Medio, destacan el Subsidio al Arriendo del Minvu (24%) y el de Obras Medianas de Riego, de Obras Menores de Riego y el Especial de Fomento al Riego, con un alza de 16%. Todos ellos requieren ajustes pero no sustantivos.

Según Cecilia Cifuentes de la Universidad de Los Andes, "es una buena señal que las evaluaciones se estén usando para asignar el presupuesto, porque es la única forma de avanzar en la eficiencia del gasto". Incluso, recomienda como paso futuro, "a los programas que están mal evaluados, se podría tomar sus recursos y redestinarlos a otros".

Coincide Macarena García de LyD, quien advierte que "hay programas que no pueden ser evaluados completamente por falta de información". Agrega que "lo primero es mejorar la calidad de la evaluación", ya que si bien se establecen compromisos con los que tienen mala nota, "después se evalúa el cumplimiento de los compromisos, no si el programa funciona bien a partir de los cambios".

De hecho, en el IFP se da a conocer la evaluación encargada a la OCDE a la evaluación de programas. Allí, si bien la entidad valora la existencia del instrumento, advierte falencias.

Entre ellas, menciona la ausencia de un mecanismo formal para que las evaluaciones incidan en el proceso presupuestario; limitación en cobertura y número de evaluaciones; y una estructura presupuestaria que dificulta el seguimiento del gasto o su eficiencia, porque están ocultos en subtítulos o asignaciones.

Ante esto, la entidad sugiere fortalecer a Dipres y capacitar a los ministerios en evaluaciones; ampliar las herramientas para evaluar el gasto; ampliar el número de evaluaciones, por área o programas relacionados; fijar plazos de evaluación obligatoria; y cambiar la actual estructura presupuestaria administrativa a una programática, para un mejor seguimiento del gasto.