Un intenso debate se abrió en la comisión mixta de Presupuestos ante la presentación del Informe de Finanzas Públicas (IFP), motivado por las nuevas cuentas del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, para elaborar el erario del próximo año. Concretamente, fue el resultado de las evaluaciones lo que concentró la mayor parte de las dudas.
En resumen, el secretario de Estado explicó cómo armó el Presupuesto 2021, señalando que logró recabar nuevos recursos por US$2.270 millones a través de dos vías.
Por un lado, la Dirección de Presupuestos (Dipres) solicitó a todos los servicios que estresaran sus finanzas pensando que tendrían solo el 80-90% de recursos al año siguiente, de modo que contrajeron áreas como renovación de vehículos, viáticos, horas extras, etc. De este ejercicio se liberaron US$1.528 millones.
La segunda vía fue una evaluación que calificó de “inédita” entre la Dipres y el Ministerio de Desarrollo Social, de 687 programas disponibles en el Estado, tanto sociales como no sociales, con criterios de focalización, eficiencia y eficacia, que dio como resultado US$742 millones más.
“Observamos si había un problema, ya sea porque estamos duplicando o porque no estamos aplicando las economías de escala, y el fin era resolverlo. Este ejercicio no era para guardarse la plata, sino que para liberar recursos y disponerlos en prioridades relevantes”, acotó Briones.
Entonces, ese monto se distribuyó en US$1.691 millones a programas bien evaluados entre los que mencionó las pensiones solidarias, mejoramiento de barrios, el Ingreso Mínimo Garantizado, Agua potable rural, gratuidad universitaria, entre otros; y US$579 millones para financiar cinco fondos especiales, como el de vacunas o de salud mental. “Nuestro desafío fue priorizar lo que hemos presentado, aunque nadie pretende que quede grabado en piedra”, remarcó, dando a entender que pueden ajustarse tras la discusión del proyecto.
Aparte de los representantes de ChileVamos, que valoraron el proceso, la fórmula no cayó nada bien entre los congresales de la oposición, que manifestaron su inquietud y solicitaron más detalles al ministro respecto del origen de esos US$2.270 millones. “No sabemos qué pasó con esos programas a los cuales se les restaron US$742 millones, es mucho dinero. Necesitamos saber si se recortaron de programas como Suelos Degradados o Becas Chile, no podemos quedarnos en una caja gris”, reaccionó el diputado Daniel Núñez (PC).
Asimismo, el senador Carlos Montes (PS) fue crítico de que el gobierno calificara de inédito este proceso cuando desde 1997 se evalúan programas a través de paneles externos. “Necesitamos saber más de esos recortes u holguras, vi ese monitoreo del que habla el ministro y es una ficha muy distinta a la profundidad de las evaluaciones que vienen desde 1997”, dijo.
“Ahora no es Presupuesto base 0, sino base 80-90, muy distinto lo que se comunica y lo que se aterriza. Muchos de esos programas elegidos para financiar son leyes permanentes cuyos gastos debían hacerse de todas maneras, como la gratuidad y las pensiones. Dónde está lo nuevo, es importante que no nos pasen gato por liebre en términos contables”.