El plazo fijado para dar a conocer el cálculo del PIB tendencial y precio del cobre de largo plazo, en el marco de la elaboración del Presupuesto fiscal de 2022, era el 31 de agosto pasado. Sin embargo, ese plazo se postergó para el 13 de septiembre, “debido a que los datos aún se encuentran en análisis y, posteriormente, deben ser revisados por el Consejo Fiscal Autónomo (CFA)”, explicó el Ministerio de Hacienda en su momento.
Así, esta noche de lunes, cerca de las 22 horas, dicha cartera emitió un comunicado entregando las cifras: “A partir de las estimaciones entregadas por el Comité de Expertos, se obtuvo que la tasa de crecimiento estimada del PIB Tendencial para 2022 se ubicó en 2,6%”, siendo superior al 1,7% previsto en el erario fiscal de este año. Por su parte, en junio el Banco Central redujo a entre 2,4% y 3,4% el cálculo del PIB tendencial no minero para el período 2021-2030.
A continuación, Hacienda también indicó que “el Precio de Referencia del Cobre para la estimación del Balance Cíclicamente Ajustado del Sector Público del año 2022 quedó fijado en US$3,31 la libra”. Esta cifra también es mejor que el US$2,88 que se fijó para 2021.
Según explicó Hacienda, para el cálculo de estos parámetros se postergó el ajuste que había sido considerado inicialmente, dadas las implicancias que los shocks sobre la actividad económica, producto de la pandemia, tienen en dicha estimación. Esta fue la razón por la que se retrasó la entrega de los resultados inicialmente.
Dado lo anterior, el ministerio encabezado por Rodrigo Cerda decidió mantener la fórmula tradicional para el cálculo del PIB Tendencial a utilizar en la elaboración del Presupuesto 2022, y seguirá estudiando con mayor profundidad futuros perfeccionamientos.
Con estas variables, el fisco determina los ingresos estructurales que tendrá el país y, con ello, el espacio que tiene para el crecimiento del gasto público de 2022. En esta ocasión, el consenso apunta a una caída, aunque no en la magnitud prevista por Hacienda, de entre 20% a 25%. Tras la fuerte expansión del gasto público proyectada para este año, del orden de 30%, la expansividad de la política fiscal debe comenzar a ser retirada, de modo de retomar una cierta trayectoria de convergencia fiscal.