Prevención de drogas y alcohol en el trabajo: un desafío para las empresas

Consumo de alcohol
El consumo del alcohol en el trabajo es de alta ocurrencia en Chile.

Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre el 20% y el 25% de los accidentes laborales a nivel mundial están relacionados con el consumo de drogas y alcohol. Expertos explican la importancia de una estrategia de prevención y los desafíos para su implementación.


El consumo de alcohol y drogas en el ámbito laboral es una preocupación creciente en Chile. Según estudios de Senda (Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol), en la población laboral las prevalencias de consumo de sustancias como marihuana, cocaína y alcohol son mayores que en la población no laboral. Por ejemplo, un 9,2% de los trabajadores y trabajadoras que consumieron alcohol en el último año presenta un consumo de riesgo, y el 52,5% reportó al menos un episodio de embriaguez en el último mes. Por eso, es fundamental abordar el fenómeno del consumo de sustancias en entornos laborales mediante acciones preventivas específicas, explica Natalia Riffo, directora nacional de Senda.

En términos laborales, desde la Mutual de Seguridad declaran que el abuso de estas sustancias no solo afecta la productividad y seguridad en el trabajo, sino que también genera un impacto en la salud física y mental de los trabajadores. Para abordar esta problemática, las empresas deben implementar políticas de prevención que buscan generar entornos laborales más seguros y saludables.

Impacto en la seguridad y la productividad

Según cifras entregadas en 2024 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en la última década el consumo de alcohol y drogas ha aumentado en un 20% a nivel global. El número de personas que usan drogas se elevó a 292 millones en 2022, lo que representa un aumento de un 20% en 10 años. El cannabis sigue siendo la droga más ampliamente consumida en todo el mundo (228 millones de consumidores), seguido por los opioides (60 millones de consumidores), las anfetaminas (30 millones de consumidores), la cocaína (23 millones de consumidores) y el éxtasis (20 millones de consumidores).

Drogas en el trabajo
El consumo de drogas, como el cannabis, puede provocar accidentes laborales.

La relación entre el consumo de sustancias y la accidentabilidad laboral es preocupante. De acuerdo a estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre el 20% y el 25% de los accidentes laborales a nivel mundial están relacionados con el consumo de drogas y alcohol.

Datos de la Mutual de Seguridad revelan que el consumo de alcohol y drogas está presente en múltiples sectores productivos, con una incidencia preocupante en rubros como la construcción, donde un 67,3% de los trabajadores reconoce haber consumido alcohol en el último mes y un 20,6% admite haber consumido marihuana en el mismo período.

Jorge Schwerter, presidente de la Comisión de Seguridad y Salud Laboral CChC

Jorge Schwerter, presidente de la Comisión de Seguridad y Salud Laboral CChC, afirma que entre los desafíos de seguridad y salud que demanda el sector, el consumo de alcohol y otras drogas en el lugar de trabajo es uno de los más preocupantes. “Este problema representa en esta industria una amenaza latente y muy significativa debido a que la perturbación de la conciencia influye en la percepción del peligro al que se exponen las personas, dando lugar a accidentes graves o fatales que pueden afectar tanto al individuo como al resto de las personas en los trabajos del rubro”.

Por esto, continúa Schwerter, es de vital importancia que las empresas del sector de la construcción sean capaces de definir e implementar estrategias de prevención del consumo de alcohol y droga en el ámbito laboral, considerando las particularidades propias del rubro.

Principales desafíos en la prevención

Uno de los mayores obstáculos en la implementación de programas de prevención es la falta de información. Viviana Alcaide, subgerente de Promoción de la Salud de Mutual de Seguridad, comenta que “existen muchos mitos sobre cómo abordar el consumo de sustancias en las organizaciones y una falta de claridad en la normativa vigente”. Además, el testeo de drogas dentro de las empresas es una medida que no es obligatoria, lo que genera dificultades en su aplicación.

Muy relacionado con la falta de información, continúa Viviana, está la inexistencia de una normativa específica de cómo es o debería ser el abordaje del consumo en los lugares de trabajo. Como consecuencia de ello, “hay como una suerte de interpretación de algunos dictámenes de la Dirección del Trabajo”, acota.

Otro desafío, agrega la especialista de la Mutual de Seguridad, es la necesidad de generar una cultura organizacional preventiva. Muchas empresas aplican medidas sancionadoras, detalla, pero no cuentan con estrategias de sensibilización y apoyo para los trabajadores en situación de riesgo.

Estrategias de prevención en el ámbito laboral

Frente a este escenario, la prevención se ha convertido en una prioridad para las organizaciones. La “Guía de Prevención de Alcohol y Drogas” elaborada por la Mutual de Seguridad, destaca la importancia de desarrollar una cultura preventiva, la cual debe incluir la implementación de políticas claras sobre el consumo de sustancias, capacitaciones constantes y programas de apoyo para quienes enfrenten problemas de adicción.

Entre las estrategias más efectivas que proponen desde la Mutual de Seguridad están la capacitación de trabajadores sobre los efectos y riesgos del consumo de alcohol y drogas; la implementación de programas de prevención, con protocolos de detección y apoyo para trabajadores en situación de riesgo; la promoción de hábitos saludables y bienestar laboral, reduciendo factores de riesgo como el estrés y la inestabilidad laboral y controles de detección de sustancias, siempre respetando los derechos laborales y garantizando la confidencialidad.

Natalia Riffo
Natalia Riffo, directora nacional de Senda.

“Las organizaciones con políticas activas en prevención tienen hasta 7,5 veces menos casos positivos en controles de consumo que aquellas que no aplican ninguna medida”, destacan desde Mutual de Seguridad.

Natalia Riffo resalta que la prevención no solo reduce los riesgos asociados al consumo de sustancias, sino que mejora la productividad al disminuir las ausencias laborales y los accidentes, y contribuye a mejorar los ambientes laborales. “En el fondo, las empresas están invirtiendo en el bienestar de las personas y de las organizaciones”, concluye.

El papel de la colaboración público-privada

Viviana Alcaide destaca la importancia de la colaboración público-privada en esta materia. “Por ejemplo, con temas de globalización y el aumento de bandas criminales asociadas al narcotráfico, hoy día la sensación que queda es que hay más disponibilidad de sustancias o de drogas”, dice. Y reflexiona, “es un problema superpotente, global, que tiene muchas aristas, por lo que la idea es establecer una política pública potente, porque claro, hoy día instituciones como Senda u otras de salud, apuntan más bien a la sanación, es decir, cuando ya tenemos personas que requieren atención médica, por lo que las políticas de prevención están siendo insuficientes”.

Por su parte, Senda ofrece herramientas como el programa Trabajar con Calidad de Vida (TCV), diseñado para empresas y organismos públicos. En 2024, 581 organizaciones se beneficiaron de esta iniciativa, que incluye capacitaciones, diagnósticos y certificaciones como espacios laborales preventivos, comenta la directora nacional de Senda.

“El mayor desafío es que las empresas valoren los beneficios de la prevención y comprendan que no solo reduce riesgos, sino que también mejora la productividad y el ambiente laboral”, sostiene Riffo.

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