El primer ministro chino, Li Keqiang, vaticinó hoy en Sofía que nadie se beneficiará de una guerra comercial y señaló que ese tipo de conflicto obstaculiza el comercio mundial.

En una conferencia de prensa tras reunirse en Sofía con su homólogo búlgaro, Boiko Borisov, Li afirmó que China nunca hubiese iniciado una guerra comercial con nadie porque no es una solución razonable, en alusión a la escalada de la crisis de aranceles entre Washington y Pekín que dio paso hoy al primer día de un conflicto comercial entre ambos.

Pero si algún país decide subir los aranceles, entonces aplicamos medidas para defender nuestros intereses, resaltó.

Enfatizó que  "nadie ganará ninguna guerra comercial. Nadie saca provecho de ella. Tal guerra obstaculiza el proceso multilateral del comercio mundial".

Li aseguró que China defenderá los intereses legales de las compañías presentes en el país, sin importar su origen, y garantizará un constante y estable crecimiento económico.

Por otra parte, expresó su satisfacción por la unidad en Europa y la fortaleza del euro. "Nos congratulamos de una Europa unida y un euro fuerte. Lo más importante es seguir las reglas comerciales y las leyes de la Unión Europea (UE)", dijo.

Según el primer ministro, "China entiende que la UE es una fuerza importante para la prosperidad global. Sin Europa en el escenario global, no habrá desarrollo global".

China respondió hoy a los aranceles comerciales estadounidenses con unas medidas de similar cuantía, por valor de US$34.000 millones, en un contraataque inmediato que cerró la primera jornada de la guerra comercial entre las dos mayores potencias económicas del mundo.

A las 00.00 hora de Washington (004.00 GMT) se hacían efectivas las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, y entraban en vigor aranceles del 25 % a bienes importados de China por el mismo valor, principalmente del sector tecnológico e industrial.

Li se encuentra de visita oficial en Bulgaria, donde mañana participará en la séptima reunión de jefes de Gobierno de China y dieciséis países de Europa central y oriental (16+1) que se celebra en Sofía, con el objetivo de profundizar los lazos comerciales y la cooperación económica entre Pekín y esta región.