Tal como se especuló durante varias semanas, el anuncio del Ejecutivo considera la creación de un sistema tributario plenamente integrado, para todas las empresas chilenas, y un régimen especial y más favorable para las Pymes, que tendrán tasas de impuestos más bajas.

Dentro de los puntos destacados en el discurso presidencial, el gobierno apunta a establecer incentivos a la inversión y crecimiento económico a través de un Sistema de Depreciación Acelerada o incluso instantánea para todas las empresas.

En relación a la clase media, busca incentivar la adquisición de viviendas, ampliando de 2.000 a 4.000 UF el valor de las viviendas que pueden beneficiarse de esta franquicia. Además, establece el uso obligatorio de Boleta Electrónica, y moderniza y simplifica las normas de tributación internacional.

Considera también que se equipare la carga tributaria entre empresas que venden bienes y servicios en forma convencional, y las que lo hacen en forma digital.

Perfecciona los impuestos verdes a actividades contaminantes,  y pretende asegurar la recaudación tributaria para el Estado.