El anuncio de libra, la criptodivisa de Facebook, no está dejando indiferente a ningún actor del mercado. La moneda, que la compañía fundada por Mark Zuckerberg, aspira a poner en marcha en 2020, se ha topado con las espadas en alto de los reguladores y las dudas de las casas de análisis y firmas de inversión.
El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés), desveló ayer en la ciudad japonesa de Osaka, donde se celebra esta semana el G20, que todos los reguladores monitorizarán muy de cerca los riesgos de las monedas virtuales y considerarán todas las medidas necesarias a adoptar si se expande su uso como método de pago para el día a día.
Según apuntó su presidente, Randal K. Quarles, quien también es miembro del consejo de la Reserva Federal de Estados Unidos y su vicepresidente de supervisión, esta estrecha supervisión debe asegurar que este tipo de monedas virtuales estén sujetas a los altos estándares de regulación.
En una carta del presidente de la FSB a los líderes de los países del G20, este detalló que los reguladores deberán tener a partir de ahora mayor contacto con las compañías tecnológicas, dado que hasta la fecha "la interacción ha sido limitada". Reconoce que aunque hoy por hoy, las criptomonedas no suponen un riesgo para la estabilidad del sistema financiero global, puede haber brechas de seguridad si quedan fuera del alcance de los reguladores y no existe una norma internacional.
Por su parte, el presidente de la Fed, Jerome Powel subrayó que estarán vigilando la divisa "con mucho cuidado" y mantendrán los estándares de protección de los consumidores, así como la regulación, en niveles muy elevados.
Los reguladores de Reino Unido y Francia reconocieron que están analizando el anuncio de Facebook con libra. Andrew Bailey, el presidente de la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) de Reino Unido, similar a la CNMV, afirmó ayer que está estudiando junto con el Tesoro británico y el Banco de Inglaterra la nueva divisa virtual y aseguró que tendrán encuentros tanto nacionales como internacionales. La semana pasada el gobernador del Banco de Inglaterra ya abogó por que libra estuviera sujeta a una elevada regulación, mientras que desde la UE alertaron de la posible concentración de los datos de los usuarios en manos de Facebook.
A su vez, el presidente del Banco de Francia y miembro del Banco Central Europeo (BCE), Francois Ville, afirmó ayer que la divisa virtual de Facebook tendrá que contar con licencia bancaria en los países en los que opere si ofrece algún tipo de servicio financiero, como los depósitos, y advirtió de que deberá cumplir con la regulación contra el blanqueo de dinero.
Bancos
Dentro ya de las firmas de análisis, UBS asegura que "el proyecto es interesante pero ahora mismo hay más preguntas que respuestas". La entidad mantiene la prudencia a la hora de valorar los riesgos que presenta la libra y considera que en el corto plazo no será una amenaza para el sector bancario, debido a que los beneficios procedentes de los medios de pago no representan una parte fundamental de su negocio. No obstante, alerta de que en el medio y largo plazo, Facebook podría seguir expandiéndose y comercializar productos de ahorro o inversión, lo que sí pondría en riesgo las ganancias de la banca.
En Moody's también se mantienen a la espera de conocer más detalles sobre esta nueva divisa y subrayan que la cuestión que aún no ha sido resuelta es cómo encajará la libra en el resto de ecosistema financiero global. Asimismo, la agencia de calificación de riesgos subraya que la nueva divisa ha elevado la preocupación de las autoridades estadounidenses sobre la privacidad de los usuarios, mientras que la inquietud de los reguladores europeos y asiáticos procede de la estabilidad de la libra, frente a la volatilidad que ha mostrado el bitcóin desde su nacimiento.
Por otra parte, el FSB aprovechó ayer también para alertar de que entre las vulnerabilidades que sobrevuelan la banca está el crecimiento continuo de la intermediación financiera por parte de las firmas no bancarias –la denominada banca en la sombra–, que según explicó, intermedian ya sobre la mitad de los activos financieros globales. De ahí que desde el Consejo de Estabilidad Financiera se esté estudiando las implicaciones que puedan darse y si hay herramientas suficientes para abordar posibles vulnerabilidades.